
La Contraloría General de la República, CGR, como pocas entidades estatales, desnudó, en una reciente auditoría, las graves violaciones que se presentan en los puertos carboneros de la Drummond y Vale, hoy CNR, en Ciénaga, y de Prodeco, en Santa Marta.
Concluye el informe que las medidas que se adoptan en el transporte del minerales no evitan de manera “efectiva” el esparcimiento espacial del polvillo y la caída de pedazos del mineral.
En los patios de almacenamiento de Prodeco y Drummond se violan normas técnicas. También hay problemas, incluido en el puerto de Vale, para mantener humedecido el material a exportar y se presentan lo que los auditores denominan “tormentas de polvillo” (foto).
La CGR halló, igualmente, que hay una permanente caída de carbón y de polvillo al mar al momento de cargar las barcazas, lo que “constituye otro potencial contaminante”. Por esta razón se llama la atención sobre la afectación de la calidad del aire, con incidencia sobre la salud de las personas. Las preocupantes fallas contaminantes también se dan al momento de cargar el carbón a los buques, advierte la auditoría.