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Los adultos mayores de 70 años han sido los que más tiempo han permanecido aislados para prevenir que se contagien de COVID-19, ha explicado varias veces el presidente Iván Duque.

Sin embargo, la semana pasada un fallo de tutela ordenó al Gobierno nacional autorizar la salida de esta población, una de las más afectadas por el coronavirus, a disfrutar de actividades recreodeportivas por dos horas diarias.

'Mientras avanzamos con la apelación, por favor, cuídense, estén en casa, protéjanse para proteger a los demás', ha sido el llamado del mandatario.

En cumplimiento de las normas cada ciudad expidió un decreto autorizando un máximo de dos horas para que puedan ejercitarse en parques, espacio público o a orillas de la playa, como es el caso de Cartagena.

Una de las primeras en celebrar la decisión fue la barranquillera Katherine Stevenson, de 70 años. Dice que prefiere las 6 a.m. para empezar a caminar por el parque, o las 5 de la tarde cuando el sol ha bajado.

'Soy alegre, me gusta ir a La Troja, a La Estación, pasear en moto, en carro de mula o donde me monte', afirma de manera jocosa esta vecina del barrio La Victoria.

Madre de cuatro hijos y abuela de diez nietos, cuenta que para no caer en la rutina en el aislamiento comenzó a tejer y a fabricar tapabocas lavables, antifaces y forros para las cajas de las motos que hacen mensajería.

A propósito de la llamada 'rebelión de las canas', EL HERALDO entrevistó a siete ciudadanos de este segmento de la población para que narren cómo han vivido el largo aislamiento.

'Hay que salir a la calle cumpliendo las normas de bioseguridad'

Por Alix López

Manuela Navarro de Castillo tiene 74 años, con el espíritu de una joven de 20.

Esta líder comunal del barrio Villa Rosita, en Cartagena, volvió esta semana a las caminatas matinales en su cuadra junto a Messi, su fiel perro labrador.

'Estoy de acuerdo con que nos cuiden por el coronavirus, pero es justo que salgamos a estirarnos, a hacer ejercicios, porque a los 70 años todavía somos útiles', asegura esta madre de cinco hijos y abuela de 11 nietos. Manuela, casada con Jorge Castillo Blanco, 75 años, ejerció la enfermería por más de 30 años, es líder comunal de su sector, pero además toma la presión arterial, aplica inyecciones y realiza curaciones.

Así transcurrían sus días antes del aislamiento. Ahora diseña cojines con material reciclable y habla con sus amigos de la tercera edad por teléfono. Tiene la ventaja de tener de vecinos a sus cinco hijos, de tal manera que si quieren hablar solo es salir a la terraza y ya los tiene alrededor, eso sí, guardando la distancia y sin quitarse la mascarilla.

El viernes durante su habitual caminata estiraba las piernas y brazos, y a ratos aceleraba el paso. 'Es que todo el tiempo en la casa es malo, hay que airearse'.

'La vida nos cambió a todos'

Por Miguel Barrios

Para José Quiroz Vasco, un pensionado de la Policía, de 76 años, residente en el barrio Sicarare, de Valledupar, la vida le cambió por cuenta de la pandemia.

'Antes salía a hacer mis diligencias, me reunía con amigos, pero llegó el virus y tocó encerrarnos'.

Acostumbraba a caminar más de 2 kilómetros diarios. No obstante, tras ser hipertenso y estar en el rango de edad de mayor riesgo por COVID-19, ha acatado el confinamiento.

Quiroz está casado con Mariela Mieles, de cuya unión nacieron tres hijos. 'En mi casa hago ejercicios, veo televisión, leo revistas y lleno pasatiempos.

'En mi caso debo cuidarme más porque sufrí una leve isquemia, soy hipertenso, y esa es una de las enfermedades de mayor riesgo'.

'Todos los días parecen domingo'

Por Óscar Cuello

Merodear por las calles del centro de Montería mientras escucha radio es uno de los pasatiempos preferidos de Alberto Manuel Miranda, un monteriano de 74 años que lucha por adaptarse a la nueva realidad.

En una de las bancas del muelle frente al río Sinú, asegura que le ha tocado recortar sus actividades pues las personas de su edad solo tienen una hora diaria para ejercitarse.

'Todos los días parecen domingo, los negocios se quedan solos después de mediodía', indica. Alberto reside en el barrio Villa Cielo, donde vive junto con su madre, Alicia Argel, de 95 años.

'Me toca cuidarme el doble', dice. Antes de la emergencia se ganaba la vida arreglando zapatos, pero ahora la demanda ha bajado porque los clientes se los llevan a su casa.

'No salgo por respeto y temor al virus'

El barranquillero Roberto Orozco, de 88 años, prefiere no salir a caminar por 'respeto y temor' al virus, pues tiene presente que de ser contagiado puede tener un final fatal.

Contó que desde el 19 de marzo pasado, cuando su esposa murió de cáncer, está viviendo con uno de sus hijos, a quien ayuda con trabajos en la casa cuando su condición física se lo permite.

De su vida social confesó que su esposa 'era de mucho cuidado', y que él prefería quedarse a su lado cuidándola.

'Me dediqué a ella, ella estaba en silla de ruedas y yo tenía que estar a su lado. La verdad es que los momentos de fiesta y de reuniones fueron muy pocos', dijo.

Pese a que extraña salir a comer en un restaurante o visitar el Malecón del Río con su familia, sus hijos le hacen pasar el aislamiento agradable invitándolo a sentarse en la terraza de la casa para conversar sobre temas de cultura general.

Además resaltó que tiene la compañía de sus nietos y de su nuera, a quien la considera una 'esposa magnífica'.

Liliana Rivadeneira quiere volver a trabajar

Por Sandra Guerrero

A sus 70 años Liliana Rivadeneira Curiel aún trabaja, y por eso el aislamiento le ha dado duro. 'Yo me distraigo donde mis amigas y con mi trabajo, pero ahora no he podido salir', manifestó a EL HERALDO en el parque Padilla de Riohacha, situado cerca de su casa y a donde a veces sale a caminar, atendiendo las recomendaciones de las autoridades.

'No me gusta salir, me da terror contagiarme, no quiero dejar solos a mis hijos, aunque a veces voy al parque para siquiera estirar las piernas'.

Ella arregla uñas, motila y plancha por lo que sus clientes la extrañan.

'Mi hijo trabaja en la Universidad de La Guajira, pero solo medio tiempo, tengo la ayuda del ingreso solidario pero eso no es suficiente, no alcanza para el mes, porque los gastos son muchos y los servicios no los he pagado'.

En su casa es muy disciplinada con las normas de bioseguridad. 'Soy intensa'.

'Hacía falta ejercitarse'

Por Agustín Iguarán

Para Nicolás De la Rosa su edad cronólogica (70 años) no va a tono con su estado físico y mental, por eso considera injusto que se le hubiere privado por un tiempo de muchas libertades, una de estas hacer ejercicios al aire libre.

Sin embargo, reconoce que hay personas que, con su misma edad, están en condiciones de salud no tan óptimas que requieren de un trato especial. Ahora volvió a ejercitarse en el polideportivo para no perder el ritmo que su trabajo de siempre le obliga.

Toda la vida se dedicó a la construcción, otro sector golpeado por la crisis actual, por eso le preocupa ademas la falta de oportunidades laborales. En el encierro ha optado por leer temas relacionados con su oficio.

'En este asislamiento aprendí a coser en máquina'

Por María V. Bustamante

Arsenio Lora lleva 15 años caminando una hora diaria en la improvisada cancha del barrio San Francisco, sector de la ciudad de Corozal (Sucre), donde reside, por eso cuando decretaron la emergencia sanitaria por cuenta de la COVID-19, y con esta las restricciones para las personas de la tercera edad, se sintió tocado.

'Me preocupé mucho porque a mis 73 años de vida puedo decir que lo que me mantiene activo y lleno de vida es esa caminada. Celebro que se nos permita salir, yo lo sigo haciendo de 6 a 7 de la mañana y voy bien protegido para no contagiarme', dice Arsenio, pensionado de Correos de Colombia desde hace 25 años.

Después de caminar en las mañanas sus días transcurren encerrados en su casa rezando y elaborando tapabocas para su familia, pues la pandemia lo llevó a aprender a coser en una máquina que le prestaron.

'La ley nos dice que hay que salir si es necesario, yo solo salgo a caminar', dice, al tiempo que confiesa que lo que más extraña por cuenta de esta pandemia es la libertad.