Violencia, estigma y silencio: el costo de informar en Colombia
El discurso oficial contra periodistas amenaza el derecho de la gente a ser informada y si la prensa calla, por las presiones del poder, la democracia pierde.
El discurso oficial contra periodistas amenaza el derecho de la gente a ser informada y si la prensa calla, por las presiones del poder, la democracia pierde.
Pero regresando a nuestra Barranquilla lo que deseo para este 2026 que se nos viene es que se terminen obras que hoy se están ejecutando, otras ya anunciadas y unas más que son necesarias.
Sin orden presupuestal no hay planeación territorial posible; sin seguridad jurídica no hay capital dispuesto a quedarse; sin reglas estables no hay competitividad regional. Las regiones quieren avanzar, pero necesitan instituciones que no retrocedan.
Pero más allá del desahogo simbólico que ofrece el fuego, la quema del Año Viejo debería servirnos también como un acto de reflexión colectiva. No basta con señalar responsables ni con desear que todo lo malo arda y desaparezca; es necesario preguntarnos ¿qué hemos permitido?, ¿qué hemos tolerado y qué hemos callado como sociedad?
Vale aclarar que lo que estos cinco locos han inventado es un dragón de dos bocas: una escupiendo oro en abundancia para unos pocos, capaces de descifrar los algoritmos secretos, y otra expulsando excremento humano para el pueblo raso, aturdido de alegría colectiva.
La gran confusión de esta era es creer que lo urgente es hacer, cuando lo verdaderamente importante es pensar. Estamos delegando por comodidad aquello que nos hace humanos: la capacidad de razonar, crear, cuestionar y conectar ideas. Estamos usando la tecnología no para potenciar el pensamiento, sino para evitarlo.
Además del abandono del campo y por su causa, la inseguridad vuelve a amenazar a la ganadería, pero registro con orgullo la meta cumplida de 500 Frentes Solidarios de Seguridad para enfrentarla desde la unión gremial, el apego a la ley y la articulación con las autoridades.
Rusia había ensayado y fracasado con un capitalismo de Estado sin libre empresa. ¿Intentará el régimen cubano en su aniversario 67 hacer lo correcto o “morirá con su pinta” como los jugadores habaneros de dominó?
La hacedora de este triunfo es su madre, Inírida Amaranto Cantillo quien, literalmente, dejó todo, incluida su carrera de Nutrición y Dietética, para dedicarse a su hija. Se sentaba en una de las bancas del parque que queda frente al colegio atenta a cualquier cosa que necesitara su hija.
La inteligencia estadounidense cree que la instalación era utilizada por Tren de Aragua para almacenar narcóticos y preparar su traslado en embarcaciones.