¡Qué siga viviendo el Congo Grande de Barranquilla!
Felices 150 años, que su andar siga marcando el paso de la tradición que nos llena de orgullo ante el mundo.
Felices 150 años, que su andar siga marcando el paso de la tradición que nos llena de orgullo ante el mundo.
Que el 2026 nos encuentre con menos prisa y más conciencia, entendiendo que cuidar la salud propia y la de quienes amamos no es una tarea pendiente, sino una prioridad diaria.
Confío en volver a trotar pronto, cuando el cuerpo lo permita. No para recuperar tiempos ni distancias, sino para restablecer una rutina que demostró tener, más allá de cualquier duda, un impacto más profundo del esperado.
Lo que preguntan por ahí
Desde esta oda de amor, deseo a mis lectoras y lectores una feliz Navidad llena de luces espirituales, salud, ganas de vivir y creatividad, para que todos los días sean un milagro deleitado al máximo, no tenemos la eternidad, sino el aquí y el ahora para existir y amar.
Termina bien para empezar mejor. Abre las puertas y no se te van a cerrar. Anuncia sin adular, presumir, ni humillar. Reconoce, premia y honra la gratitud.
La transformación del sistema penal no ocurre de un día para otro, pero sí ocurre paso a paso. Y en el 2025, a pesar del desgaste, seguimos avanzando y más determinados que nunca.
El llamado es a la prudencia y a la responsabilidad colectiva. El país necesita proteger el ingreso de los trabajadores, sí, pero sin poner en riesgo el empleo formal ni encender de nuevo la inflación.
Hasta las múltiples campañas políticas han sido opacadas por ese inefable ambiente navideño colectivo que estamos viviendo, a pesar de su gran importancia.
Que el 2026 nos encuentre con menos prisa y más conciencia, entendiendo que cuidar la salud propia y la de quienes amamos no es una tarea pendiente, sino una prioridad diaria.