La Fiscalía confirmó este viernes 16 de agosto sobre el traslado a la cárcel La Tramacúa de Valledupar de José David Sepúlveda Vanleenden, el hombre de 35 años de edad señalado del brutal asesinato de sus tíos José Dolores Vanleenden Salcedo y de la esposa de este Marta Elena Granados Redondo, en un hecho que aún tiene sorprendida a la comunidad de Santa Marta.
EL HERALDO tuvo acceso a la investigación de la Policía Metropolitana de Santa Marta sobre el macabro hecho ocurrido el pasado 8 de agosto en una vieja edificación del barrio Los Cocos, en el centro de la ciudad. En este lugar, localizado en la carrera 9 con calle 13, en medio del comercio local, vivían las víctimas y el señalado victimario.
Toda la historia comienza ese jueves, hacia las 3:30 de la tarde, cuando José Dolores Vanleenden regresaba a su apartamento luego de unas diligencias y, aparentemente, tenía programado volver a salir con Marta Elena.
El abogado, pensionado del Ministerio del Trabajo, saludó a los empleados de una carnicería que funciona en la primera planta del edificio familiar de cuatro pisos, abrió la puerta y subió las escaleras, en dirección hacia su apartamento, precisamente, en el cuarto piso.
Cuando iba por la tercera planta salió de su apartamento Juan David, su sobrino, y lo atacó brutalmente con un cuchillo de cocina hasta quitarle la vida. Aparentemente hubo un forcejeo previo al ataque y eso se evidenció tras los análisis forenses.
Al parecer Juan David tenía marcado los movimientos de su tío y sabía el momento en que iba a retornar a la casa. Solo bastó con escuchar los pasos de este por las escaleras y saltó sobre su humanidad.
Tras la muerte de José Dolores, Juan David subió las otras escaleras hasta el cuarto piso y en el apartamento de su tío ubicó a su tía política Marta Elena, quien no habría alcanzado a gritar mientras era atacada.
La Policía Metropolitana determinó que los adultos mayores murieron por las múltiples heridas ocasionadas en los rostros, cuellos y torsos de ambos.
Las dos horas de horror
Unas dos horas, entre las 3:40 y 5:40 de la tarde del jueves 8 de agosto, habría tardado Juan David Sepúlveda Vanleenden entre acabar con las vidas de sus tíos, ocultar sus cuerpos y luego tratar de limpiar la escena del crimen, así como tratar de ocultar evidencias.
Investigadores encontraron en el apartamento del procesado unos zapatos tenis metidos en un balde con agua y abundante líquido blanqueador; un trapero ensangrentado y los cuchillos usados para cometer el ataque. También prendas de vestir y sábanas manchadas con sangre.
En los registros de la autoridad se detalló además que Sepúlveda Vanleenden supuestamente trató de ocultar el cuerpo de su tío en el pasillo del piso cuarto, poniéndole encima una sábana y unos cartones. Al parecer, se trató de una medida desesperada porque se le había hecho tarde y podía tropezarse con otros familiares que retornaban después de 6:00 de la tarde al edificio familiar.
Hallan los cadáveres
El 9 de agosto, una cuñada de José Dolores, esposa de otro hermano de la víctima, residente en el segundo piso del edificio de los Vanleenden fue quien halló los cadáveres después de muchas horas.
Fue hacia el mediodía de ese viernes que llegó a almorzar a su apartamento y, tras una llamada vía celular de una sobrina, en la que averiguaba por José Dolores y Marta Elena, subió hasta el cuarto piso. Allí se tropezó con la dramática escena.
La mujer empezó a dar gritos y eso alertó a los empleados de la carnicería del primer piso, quienes no dudaron en subir para tratar de darle auxilio a esta persona. Ellos también vieron los cuerpos de los esposos. Aseguraron que los dos eran casi “irreconocibles” por la cantidad de heridas que tenían.
Entre todas las personas que llegaron al lugar y agentes de la Policía que acudieron tras un llamado coincidieron en que el día jueves, hacia las 6:00 de la tarde, vieron salir a toda prisa a Juan David y anotaron en que este no saludó ni cerró con llave la puerta de acceso al edificio. Para ellos fue sospechoso.
Los pasos del asesino
Con la información del sujeto y sus características físicas, la Policía empezó un barrido por toda Santa Marta para ubicar a Juan David Sepúlveda Vanleenden. Sin embargo, el día sábado 10 de agosto este se entregó a dos motorizados de vigilancia de la institución armada. Dijo que había dado muerte a sus tíos y por eso fue conducido a una estación.
En audiencias preliminares, un juez de control de garantías legalizó su captura y un fiscal le imputó cargos por homicidio agravado.
En las diligencias también se habló que el hombre, de oficio traductor, trató de ocultarse en un hotel del balneario de Rodadero posterior a los asesinatos.
Se habló con su progenitora y también hermana de una de las víctimas, Marina Vanleenden, y esta supuestamente lamentó el suceso.
¿Y el motivo?
Desde la mañana del jueves 8 de agosto, Juan David habría estado decidido a cometer el ataque contra sus allegados.
Los detectives del caso encontraron una prueba que fue aportada como evidencia y fueron los registros en video y comercial de la compra de los cuchillos con los que atacó el sujeto a sus tíos. El hombre llegó hacia las 12:55 a un negocio del mercado de Santa Marta y quedó grabado cuando compró los elementos corto-punzantes. Luego retornó a la casa.
Así mismo se determinó como motivo del ataque un supuesto pleito de años atrás por la posesión del edificio familiar. Al parecer, siempre había existido un roce por la división de los apartamentos de la estructura de cuatro pisos en donde vivían las víctimas, estos en la última planta; Juan David y su mamá Marina en la tercera; otro tío en la segunda (hermano de Marina y José Dolores), y en la primera planta el local usado para la venta de carnes.
En el apartamento de las víctimas fueron encontrados los cajones abiertos con papeles tirados en el piso, pero no se aportó información si guardarían relación con el móvil del ataque.
Juan David Sepúlveda no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía. Decidió tomar el camino más largo en la justicia. No obstante ya fue condenado por la comunidad.





















