
Luego de una discusión entre tres escoltas, ocurrida en la privacidad de los patios de Palmeras de la Costa, calle 75 No. 59-69, uno de ellos perdió la vida y otro resultó gravemente herido.
Los hechos se registraron a las 6:30 a.m. de ayer, en momentos en que los socios de la empresa sostenían una reunión.
De acuerdo con la información suministrada por la Policía Metropolitana de Barranquilla, entre tres guardaespaldas se habría presentado un altercado, tras el cual Mauro Zambrano desenfundó su arma de dotación y abrió fuego contra Julián Noel Ortiz Medina, de 25 años, quien murió de manera instantánea.
Al parecer, el otro escolta presente, identificado como Jesús Antonio García Arango, intentó sacar su arma, motivo por el que Zambrano le pegó dos tiros en el pecho.
Las autoridades dijeron que García se encuentra hospitalizado en la Clínica del Caribe, al norte de la ciudad.
Según vecinos de ese sector del barrio El Prado, durante los confusos hechos se escucharon unos seis disparos.
Se conoció, además, que el homicida habría entregado el arma al vigilante de la empresa y le dijo que llevaría al herido a un centro médico para luego entregarse a la Fiscalía.
Pero, hasta anoche Zambrano se encontraba prófugo de la justicia.
Otra versión. Un segundo relato de los hechos indica que los dos escoltas habrían sido atacados por Zambrano tras bajarse de una camioneta. Esta versión no fue confirmada por la Policía Metropolitana.
Palmeras de la Costa, una organización de empresarios palmicultores, no suministró ninguna información sobre lo sucedido.
Occiso vivía en Soledad. Luis Vanegas, suegro del occiso, contó que el joven llevaba dos años trabajando como escolta. También reveló que vivía en el barrio Las Gaviotas de Soledad con un hija suya.
Ortiz Medina llevaba cinco años de casado con Sandra Edith Vanegas Vargas. Era padre de un niño de cuatro años y una niña recién nacida. La víctima era el segundo de tres hermanos.
Al indagar con Vanegas si tenía idea del motivo de la discusión en la que su yerno perdió la vida, dijo que no sabía y que no le había conocido problemas con nadie.
“Qué se entregue”
Luego de conocerse el crimen, el general Óscar Pérez, comandante de la Policía Metropolitana, dijo a los periodistas que “los tres escoltas sostuvieron una disputa, y aquí nuevamente hablamos de un caso de intolerancia. Es más, el que disparó mató a uno, lesionó al otro y luego entregó el arma y lo llevó a la clínica. Le hago un llamado, muy especial, a esta persona para que se entregue ante las autoridades porque de lo contrario lo vamos a capturar y la pena sería peor para él”. La investigación la adelanta el CTI de la Fiscalía.
Por Jennifer Cabana