La Troncal del Caribe se llenó este lunes de drama y dolor. La muerte de siete personas por la explosión de un camión cisterna cargado con 5.600 galones de gasolina, que se volcó a un costado de la carretera, dejó un panorama, literalmente, oscuro para los habitantes de los municipios aledaños a la vía, sobre todo para los del corregimiento de Tasajera.
Testigos señalaron que una turba intentaba saquear el vehículo, cuando de repente una chispa desencadenó la explosión que dejó por lo menos a 60 personas con quemaduras de segundo y tercer grado.
La tragedia ocurrió a las 7:30 de la mañana de este lunes, cuando Manuel Enrique Cataño Hernández, de 37 años, cruzaba el kilómetro 47 de la vía, conduciendo el camión de placas WGV913, que partió muy temprano de Barranquilla hacia Santa Marta. Cuando llegaba a Tasajera, jurisdicción de Puebloviejo (Magdalena), perdió el control del vehículo.
Un grupo de uniformados adscritos a la seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Metropolitana de Santa Marta, intentó controlar la situación y socorrer al conductor.
Sin embargo, pronto se vieron superados en número, cuando alrededor de 100 personas llegaron a intentar extraer la mayor cantidad posible del combustible en ‘pimpinas’. Prácticamente imposibilitados para actuar, los policías guardaron una distancia prudente y, desde allí, con gritos ignorados, pedían a las personas tener precaución ante el peligro.
Minutos más tarde, el vehículo quedó entre llamas al igual que la gente que lo rodeaba.
Verdaderos momentos de pánico y angustia vivieron no solo las víctimas, también las personas que transitaban por el lugar a esa hora. La columna de humo espeso y oscuro se extendió varios metros y a los quemados se les veía corriendo en varias direcciones, algunos con sus cuerpos todavía en llamas.
Algunas de las víctimas fueron evacuadas en vehículos particulares, motocarros y motocicletas, pues las ambulancias que había dispuesto la concesionaria Ruta del Sol II no dieron abasto. A la mayoría los llevaban a la sala de urgencias del hospital San José, en Puebloviejo. Otros llegaron al San Cristóbal, en Ciénaga.
