Dos crímenes elevan a seis los feminicidios este año en Atlántico

El tóxico y explosivo coctel, en el que se mezclaron la celotipia y el alcohol, cobró la vida de una joven mujer la noche del domingo en el barrio Santo Domingo de Guzmán, sur de Barranquilla.

Mailen Paola Luna Domínguez, de 19 años, pasó sus últimas horas cobrando el dinero de los postres que preparaba para colaborar en la economía de su hogar.

La joven llegó hasta su vivienda, sin saber la iracunda reacción que despertaría en su compañero el tiempo que invirtió en su rebusque personal. De acuerdo con familiares de la joven, ese fue el detonante de la brutal agresión de la que resultó víctima esta madre de una niña de 2 años.

“¡Mami, mami!”
A las 7:30 de la noche, en medio de la borrachera y empujado por los celos, Yaner Fuentes Escobar, de 26 años, inició una discusión con su pareja y en un arrebato impulsivo la apuñaló  en la espalda con un cuchillo de cocina. Minutos después, la joven perdió la vida en un centro asistencial.

Fuentes había estado consumiendo licor desde la mañana y, al llegar a su vivienda para seguir bebiendo, el hecho de no encontrar a su mujer disparó la ira que lo llevó a atacarla.

“Él estaba tomando y parece que le reclamó porque ella estaba en la calle o le pidió la plata, porque él hacía eso cuando estaba tomando, le quitaba la plata. Ella tenía la niña cargada porque estaba llorando y empezó a hacerle el tetero en la cocina, y él se le vino por la espalda y le pegó la puñalada”, contó Marelvis Sierra Álvarez, abuela de la víctima.

Mailen salió de la casa de su suegra con la niña cargada, en la terraza trastabilló y cayó al suelo junto con la pequeña; continuó corriendo y en la entrada de la vivienda de sus padres se desmayó.

“Ella gritaba ¡‘Mami, mami’! Pero se desplomó en la entrada. Los tíos y los primos la embarcaron en una moto y la llevaron  la Clínica San Ignacio, pero la puñalada le había cogido el pulmón y llegó muerta”, agregó.

Mailen se conoció con su victimario en este barrio en donde ambos crecieron. La adolescente, de 14 años en ese entonces, conoció a Fuentes en casa de sus padres, en donde este empezó a trabajar como ayudante en el taller de ebanistería que funciona en el patio.

A los pocos meses la amistad se transformó en enamoramiento y decidieron enlazar sus vidas. Así empezar a compartir un mismo techo, a pocos metros de la casa materna de ella.

Fuentes perdió a su padre en un hecho violento hace 20 años, cuando fue ultimado a tiros en medio de una riña. Huérfano desde los 5, fue criado por su madre y bajo el techo de esta, donde  convivía la pareja en la calle 55B con Transversal 1D, se consumó el crimen.

De acuerdo con Adis Domínguez, madre de Mailen, el gran problema de su yerno son los celos.

“La celaba mucho, hasta con las mujeres. Le pegaba por eso, por celos. Ella me decía que siempre que él se ponía a tomar, se metía un cuchillo en la pretina y cuando ella le preguntaba, le decía que por seguridad. Bueno, Dios se encargará ya de cobrarle a él las cuentas”, contó la madre con un tono de dolor y enfado.

Mailen validó el bachillerato en la Fundación Fomentando Emprendedores, y cursaba en el Sena un curso de emprendimiento empresarial.

Amenazas
“Él se emborrachaba y la amenazaba, una vez se vino para la casa por eso y estuvo acá como cuatro días. Él cuando tomaba le quitaba la plata, lo que ella se rebuscaba con sus postres y lo que tuviera ahorrado”, agregó la abuela.

Edwin Fuentes es tío de Yaner. Consternado con la noticia, indicó a este medio que en el seno familiar todos están sorprendidos.

“Nunca esperamos que algo así pudiera suceder. Si ellos andaban juntos para todas partes y los veía enamorados. Lo peor es que mi mamá vive acá cerca y ayer se presentaron unas agresiones contra la casa. Igual, como él se escondió aquí, mi mamá se lo entregó a la Policía porque la gente estaba alterada y querían agredirlo”, explicó.

Agregó que en caso de que su sobrino sea hallado culpable de este crimen tiene que asumir la consecuencia de su acta. “Nunca pensamos que él iba a cometer semejante error, pero si eso fue así, tiene que pagar por lo que hizo”.

La familia de Fuentes ha escuchado que se molestó porque su pareja se demoró en la calle cobrando unos postres y, de ahí, se generó la discusión que concluyó con la muerte de la joven.

Fuentes Escobar fue trasladado hasta la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía y tendrá que responder por el delito de feminicidio.

Acciones insuficientes
Emma Doris López, directiva de la red de Mujeres contra la Violencia en el Atlántico, indicó que  hasta el momento “está demostrado que todas las acciones concernientes a mitigar el maltrato y el asesinato de mujeres en el Departamento han sido insuficientes”.

Insistió en que la ruta de atención sigue siendo muy débil. “Es ineficiente para la demanda de mujeres violentadas y tenemos una preocupación porque hasta la fecha no se han dado resultados a la propuesta de la creación de una Secretaría de la Mujer en el Distrito”.

En el departamento del Atlántico han sido asesinadas este año 20 mujeres, sin incluir un caso que está por establecer. De estos hechos violentos, seis encajan en la definición de feminicidio (crimen motivado por el hecho de ser mujer o muertes perpetradas por sus parejas o exparejas).

De los casos, 16 se presentaron en Barranquilla, tres en Soledad y uno en el municipio de Luruaco. De las 20 víctimas, 14 fueron baleadas, cinco atacadas con arma corto punzante y una fue estrangulada.

La Secretaría de la Mujer del Atlántico informó que a esta fecha del año pasado se habían registrado 12 casos, de los cuales cuatro eran feminicidios. De ese total, hubo 11 en el área metropolitana y uno en un municipio. El  2015  cerró con la cifra de 35 mujeres asesinadas.

Rechazo al maltrato
Zandra Vásquez, secretaria de la Mujer en el Atlántico, conminó a toda la sociedad a rechazar cualquier acto de maltrato e invitó a las mujeres a no quedarse calladas y denunciar ante la autoridades. “Trabajamos fuertemente para fortalecer la ruta de atención como una de las estrategias principales para combatir el maltrato”.

La Secretaría atendió el año pasado 76 casos de violencia psicológica, intrafamiliar, física o jurídica. Este año acumula 54.

La más damnificada con el trágico desenlace de la fallida historia de ‘amor’ entre Yaner y Mailen es la hija de ambos. La pequeña jugueteaba ayer en casa de sus abuelos, desconociendo que por cuenta de los celos enfermizos no podrá contar con sus padres: a ella le espera el frío silencio de una tumba y a él, si así lo decide un juez, una larga temporada tras las rejas.