El Heraldo
En este estacionamiento a cielo abierto, a un lado de la 51B, ocurrió el hurto. Tomadas de Google Maps
Judicial

Dos atracos y un robo masivos en 24 horas

En el Corredor Universitario (Pto. Colombia), seis estudiantes de posgrado fueron asaltados en un estacionamiento. En Barranquilla, dos hombres armados quitaron celulares, dinero y relojes a 10 clientes en una pastelería del barrio Bellavista. En Pto. Velero (Tubará), ladrones que se dieron a la fuga saquearon cinco carros de bañistas que pasaban el día en la playa.

Atracan a 6 estudiantes de posgrado
De este lado del parqueadero, por la Vía al Mar, escaparon los dos delincuentes a bordo de una moto.

Un atraco a varios estudiantes de la Universidad del Norte se registró la tarde del sábado anterior en un parqueadero a cielo abierto, situado a un lado de la carrera 51B, en jurisdicción del municipio Puerto Colombia, en el área metropolitana de Barranquilla. 

Las víctimas fueron identificadas como Iván Polo Ecker, Gina Mestre Durán, Adriana Coronado González,  Camilo Díaz Pastor y Tatiana Barrios, quienes cursan el primero de los dos  semestres de la especialización en Derecho Laboral en la institución. La quinta, una joven, realiza otros estudios de posgrado.

“Eran como las 3:30 de la tarde. Después de que salimos de clase fuimos a comer al Subway que está sobre la calle, detrás del cementerio”, contó por teléfono uno de los afectados. “Al terminar salimos y una compañera nos recogió para llevarnos al parqueadero diagonal a la Norte, que conecta al corredor universitario que conecta con la Vía al Mar”.

Eran varios

El estacionamiento colinda con un restaurante, cuyo segundo piso tiene techo de paja. Fue allí, donde uno de los estudiantes había dejado su auto, que apareció un delincuente armado con un revólver y los amenazó con dispararles, si no entregaban sus pertenencias. 

El celador del parqueadero afirmó a los afectados que el delincuente se bajó de un taxi del lado de la Vía al Mar y entró caminando. 

“Nos cuenta el señor del parqueadero que vio que él llegó en un taxi. No era solamente él, iban varios, pero solo se bajó él, el taxi se fue y del otro lado entra la moto, y salen por la Vía al Mar”, recordó vía telefónica una de las estudiantes. 

El motorizado hizo el ingreso al estacionamiento por el Corredor Universitario (51B) y todo el tiempo le gritaba al delincuente armado que se apurara. 

De los seis estudiantes, solo uno reside en Barranquilla. El resto son oriundos y habitantes de Sincelejo, tres; Valledupar, una, y otra del municipio San Juan del Cesar, quienes se alistaban para retornar a sus hogares después de culminar la jornada académica. 

Por eso entre los elementos hurtados,además de celulares, al menos dos computadores portátiles y $200 mil en efectivo, se incluye un maletín con ropa. 

“El hombre de la moto le dijo varias veces: vamos, apúrate, vamos. Todo lo iba cargando en la mano, yo no sé de dónde sacó fuerza; nadie trató de acercarse porque al señor del parqueadero también lo amenazó”, agregó la joven.

Denuncia, hasta el día siguiente

En su testimonio de lo ocurrido, uno de los estudiantes se quejó del trató que recibieron por parte de las autoridades. 

Luego del asalto, dos patrulleros motorizados de la Policía llegaron a atender la alerta. “Dieron una vuelta por donde habían escapado, pero no encontraron nada. Los tipos escaparon en la moto por la Vía al Mar”. 

El inconveniente se presentó cuando se dirigieron a la Sijín, en la carrera 38 con calle 74 del norte de Barranquilla, para instaurar la denuncia penal. 

“No la recibieron el sábado, sino hoy domingo (ayer), según un patrullero porque estaba lleno y quienes estaban ya iban a cerrar, por eso la recibieron hoy”, pormenorizó la víctima. 

Sobre hechos de inseguridad como estos en el Corredor Universitario, los jóvenes manifestaron no tener conocimiento si ya se han presentado otros con anterioridad.

“Me dijo dos veces: dame el celular o te mato”

Una de las estudiantes de posgrado dio su testimonio de lo que vivió el sábado, durante el atraco del que fue víctima junto con otros cinco estudiantes. 

“A mí me robaron el portátil, el bolso que adentro contenía plata, mis documentos, mi cargador, libros de la universidad. Todo. A mí fue la primera que agarró, me pidió que le entregara el bolso porque, si no, me disparaba. Cuando él llega yo pienso que es en juego, yo no pensaba que era real, yo quedé como en shock. Me apuntó con el arma y me dijo varias veces que le diera las cosas, porque si no me disparaba. Ninguno de nosotros opuso resistencia. A lo último el hombre se regresa donde mí y me pide el celular. Es que, cuando me quita el bolso yo tenía el celular en la mano, pero se va para donde los demás porque ve que tienen objetos grandes, y después se vuelve donde mí a pedirme el celular, pero ya lo había escondido.

Entonces me dijo dos veces: dame el celular o te mato. Yo no se lo di, entonces se acercó un compañero, le dio el celular, le dijo ‘tómelo’ y se fueron. El hombre de la moto le dijo varias veces: vamos, apúrate, vamos, vamos”.

“A todos nos apuntaba con el arma”

El único de los afectados que reside en Barranquilla se refirió a los momentos previos al robo, después de que culminaron la jornada sabatina de estudio. 

“Fuimos a comer al Subway y una compañera nos recogió para llevarnos al parqueadero diagonal a la Norte, que conecta al corredor universitario que conecta con la Vía al Mar. 

Cuando nos estamos bajando, según el celador, un taxi deja al tipo sobre la 46, entra a pie al parqueadero y nos encañona. Y la moto entra por la 51B, según el del parqueadero, porque nosotros no nos dimos cuenta. Nos quitaron varios bolsos, portátiles, celulares, ropa y la plata dentro de los bolsos. A mí me quitaron el bolso con el portátil, yo lo tenía en el baúl del carro. Ya los carros estaban abiertos. A todos nos apuntaba con el arma, un revólver, que si no le dábamos las cosas nos mataba, que no nos moviéramos. Las placas de la moto, que uno de los compañeros alcanzó a ver, eran DCX-08D. Después llegó la Policía, unos patrulleros, y dieron una vuelta por donde habían escapado, pero no encontraron nada. Los tipos escaparon en la moto por la Vía al Mar”.

Asaltan a 10 personas en una pastelería
Fachada de la pastelería La Toscana. Jesús Rico

A las 6:30 p.m., del sábado dos hombres armados atracaron la pastelería italiana, La Toscana, ubicada en el barrio Bellavista, carrera 60 con calle 74, norte de Barranquilla. Allí los hombres intimidaron a 10 clientes que se encontraban en el lugar y les quitaron todas sus pertenecías e hicieron lo mismo con los dueños del local. 

De acuerdo con lo relatado por testigos, “los hombre llegaron a pie y después de realizar el atraco salieron corriendo hacia la calle 74”. 

Julio Llinás, uno de los clientes que se encontraban en el establecimiento, contó a EL HERALDO cómo trascurrieron los minutos durante el atraco. 

“Llegamos a comernos unos pastelitos, estaba con mi familia cuando llegaron los hombres con sus pistolas e indicaron que era un atraco. Uno de ellos me dio la mano y todo; y yo le dije:

‘Viejo, con calma, llévate todo y acuérdate de que acá hay niños’, a lo que él me respondió: ‘Tranquilo, tú sabes cómo es la vuelta”, relató el comensal.  

Llinás estimó que el monto de lo que le robaron asciende a entre 4 y 5 millones de pesos, entre dinero, celulares, reloj y demás objetos. 

“Un amigo que estaba con nosotros nos dijo que a él le habían quitado casi 10 millones de pesos, debido a que tenía un reloj que costaba casi 8 millones, sumado al celular y su dinero”, contó el cliente .  

“Fuimos a poner la denuncia hasta la sede de la Sijín, pero ya estaba cerrada y uno de los agentes nos dijo que la denuncia la hiciéramos vía internet. Hasta ahora ningún agente de la Policía nos ha contactado o ha mostrado algún interés por conocer el caso”, enfatizó Llinás. 

Uno de los dueños del establecimiento precisó a este medio que la Policía se hizo presente poco después del hecho  y tomó declaraciones de los trabajadores del local.

“A pesar de ser un atraco no hubo uso de fuerza en contra de los clientes, afortunadamente. Lo que no le resta importancia a lo ocurrido”, indicó el comerciante.

Destacó, además, que en los últimos meses ha bajado la frecuencia de visitas de la Policía al sector. “Suponemos que es por algún tipo de orden por parte de los uniformados, de ir hacia otros sitios que consideran que requieren más su presencia”, dijo. 

“Abrazaba a mi hijo y rezaba para que nada peor ocurriera”

A través de la red social Facebook, Angela Maria Parson Arcila, esposa de Julio Llinás, el hombre atracado en La Toscana, narró lo acontecido en el establecimiento la noche del sábado.

“Ayer cuando ocurría todo eso (el atraco) solo abrazaba a mi hijo y rezaba para que nada peor ocurriera, ya era suficiente para mí que él presenciara una escena con los brazos arriba temiendo por su vida cuando lo más “peligroso” que él puede hacerle a esta sociedad sería una pataleta por no recibir algo que él como todos merecemos, tener una vida tranquila y justa”, escribío Parson en la red social. 

En el escrito la mujer expresó estar “desconcertada al tener que vivir la inseguridad de manera tan cruda”. Y continúa: “Gracias al estado o a quien deba asumir la responsabilidad de nuestra seguridad ciudadana porque definitivamente no pasa nada, cumplo con mis obligaciones ante un estado y ‘líderes’ que solo desangran y que su ‘gestión" es absolutamente mediocre.

Parson señala que lo que ocurrió en la panadería “es una muestra más del egoísmo de todos, de que todos sabemos que la inseguridad es latente pero como aún no me toca no me interesa, la vida te cambia en un segundo y es real.

La mujer aprovechó el comentario para solicitarles a las autoridades y los mandatarios mayor seguridad en la ciudad. 

“A los líderes, les pido. que hagan algo más porque lo que hacen hasta ahora no les genera estadísticas positivas o al menos para las personas que vemos más allá de un lindo parque adecuado para compartir con tu familia, pero allí mismo, luego más tarde pueden agredirte”.

Roban en cinco carros en Puerto Velero
En la primera imagen los bañistas muestran a los policías cómo quedaron dos de los carros después del robo.

Durante la tarde de este domingo cinco vehículos fueron desvalijados en Puerto Velero, mientras sus propietarios de los vehículos participaban de un campeonato de vela en el balneario. 

Una de las personas que estaba en el lugar denunció que los asaltantes aprovecharon el momento para llevarse cámaras, billeteras y equipos electrónicos, de los automotores que se encontraban a unos 200 metros de la playa. 

Según testigos, los criminales aprovecharon que los deportistas estaban en el agua para acercarse a los vehículos y saquearlos. 

“Nosotros tenemos alrededor de 15 o 20 años haciendo windsurf en esta zona. Los delincuentes aprovecharon que todos los propietarios de los vehículos estaban en el mar para violentar los carros y sacar las pertenencias”, comentó uno de los participantes del evento a EL HERALDO.

Otro de los bañistas que se encontraba la tarde de ayer en el lugar de los hechos contó que era la primera vez que se presenta una situación como esta en ese sector del balneario. 

“Nosotros frecuentamos esta playa y nunca había pasado nada. No vimos quién fue el que cometió el robo. Nos llevaron cámaras, dinero en efectivo y celulares”, contó otro de los afectados.

Las víctimas aseveraron que desconocen quiénes son los asaltantes. “Nos dijeron que habían visto a cuatro sujetos que se movilizaban en un automotor, pero la verdad es que no sabemos quiénes pudieron haber sido”, declaró uno de los bañistas. 

Otro de los afectados, que no quiso ser identificado,  contó que llegaron a la playa al mediodía de ayer, y que “como hacen siempre” se bajaron del carro sin colocarle seguro. “La verdad es que no tememos que algo pase por que esto por acá es muy sano. De hecho la policía patrulla la zona con frecuencia”, relató. 

Hasta el lugar de los hechos se trasladó una camioneta-patrulla con dos agentes de la Policía del Atlántico y una moto con dos uniformados, quienes atendieron el caso. 
Los uniformados entrevistaron a las víctimas quienes le relataron sus testimonios de lo que había sucedido. 

Allí, uno de los uniformados que se identificó como una intendente adscrito de la subestación de la Policía en Playa Mendoza, se percató de que en efecto habían sido cinco los vehículos saqueados y sugirió a las víctimas instaurar las respectiva denuncias penales. 

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