Gonzalo de Jesús Ramos Santos, un joven de 22 años nacido en Santa Marta, permanece detenido por las autoridades colombianas tras ser capturado en julio de este año en la terminal de transportes de Barranquilla, requerido por las autoridades de Lituania por presuntos delitos de espionaje y terrorismo internacional relacionados con la guerra entre Rusia y Ucrania.
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Su caso, que involucra una investigación transnacional y una red clandestina con ramificaciones en Europa, derivó recientemente en un concepto favorable de la Corte Suprema de Justicia para su extradición.
La detención se produjo cuando Ramos Santos acababa de llegar a la capital del Atlántico procedente de Bucaramanga, donde había estado los días previos. Según las autoridades, el joven se disponía a visitar a su padre cuando fue interceptado en la parte externa de la terminal, en un operativo conjunto entre la Policía Nacional y la Oficina Central Nacional de Interpol, que hizo efectiva una circular roja emitida en su contra.
El entonces director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, confirmó públicamente la captura y señaló que el ciudadano colombiano era solicitado por la justicia lituana por delitos de terrorismo y espionaje, en el marco de una investigación que lo vincula con labores de inteligencia contra una empresa europea proveedora de drones utilizados por Ucrania.
Tras permanecer bajo custodia durante cinco meses, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia analizó la solicitud presentada por el gobierno de la República de Lituania y concluyó que no existía impedimento legal para proceder con la extradición.
Qué investiga Lituania contra el joven samario
De acuerdo con el expediente judicial del proceso penal No. 01-1-36396-24, las autoridades lituanas vinculan a Gonzalo de Jesús Ramos Santos con una estructura criminal internacional que operaba en varios países de Europa y que, según la investigación, mantenía nexos directos con los servicios de inteligencia de la Federación de Rusia.
El joven es señalado de haber participado en labores de inteligencia contra una empresa proveedora de drones utilizados por Ucrania, con el objetivo de beneficiar estratégicamente a Rusia en el conflicto armado que se desarrolla en Europa del Este.
La orden de captura fue emitida por el Tribunal de Distrito de Vilna el 3 de diciembre de 2024, tras establecer su presunta participación en “tres delitos intencionales graves” cometidos entre el 2 y el 23 de septiembre de ese mismo año.
Este fue el modus operandi del joven samario acusado de espionaje y terrorismo en Europa
Según la investigación de las autoridades lituanas, Gonzalo de Jesús Ramos Santos ingresó a territorio europeo el 2 de septiembre de 2024, procedente de Rusia, en un desplazamiento que, desde el inicio, habría estado diseñado para disimular el verdadero propósito de su viaje.
Aunque cruzó hacia Lituania desde la región rusa de Kaliningrado, no descendió inicialmente en ese país y continuó su trayecto hasta Riga, en Letonia, antes de regresar días después a Vilna.
Una vez en la capital lituana, el joven se alojó en una casa de huéspedes y comenzó a ejecutar las tareas que, según el expediente judicial, le habían sido asignadas por una red internacional ilegal con presencia en varios países europeos.
Cuáles eran las tareas asignadas al colombiano acusado de terrorismo y espionaje en Europa
Su misión principal habría sido recopilar información estratégica sobre la empresa UAB TVC Solutions, ubicada en la ciudad de Siauliai y dedicada a la fabricación y suministro de tecnología de drones utilizada por Ucrania.
Los investigadores sostienen que Ramos Santos realizó labores de reconocimiento en campo, que incluyeron recorridos por el perímetro de la empresa, toma de fotografías, grabaciones en video y observación de la infraestructura física y los sistemas de seguridad, tanto en zonas externas como internas de las instalaciones. Parte de estas actividades se habrían realizado en distintos días y horarios, con cambios deliberados de vestimenta para evitar ser identificado.
El material recolectado habría sido enviado casi en tiempo real a otros integrantes de la red mediante aplicaciones de mensajería como Telegram y WhatsApp, utilizando un teléfono suministrado desde Rusia. De acuerdo con el dosier judicial, esa información fue remitida a contactos vinculados a los servicios de inteligencia y seguridad de la Federación de Rusia.
Tras completar las tareas asignadas, Ramos Santos abandonó Lituania y se desplazó hacia otros países europeos, mientras las autoridades avanzaban en la reconstrucción de sus movimientos, apoyadas en registros migratorios, rastreos de comunicaciones y análisis de los archivos audiovisuales recopilados durante la investigación.
Gonzalo de Jesús Ramos Santos no era el único colombiano implicado en la red de espionaje
Las autoridades lituanas identificaron a otros presuntos integrantes de la red, entre ellos ciudadanos cubanos y colombianos que operaban desde distintos países europeos.
Entre los mencionados figuran Alexeis Pecera y Oemis Romagoza Durruthy, ambos de nacionalidad cubana, así como el colombiano Carlos Alberto Legarda Devia, radicado en España. También se documentan intentos de incendios contra instalaciones estratégicas vinculadas a la empresa de drones.
El objetivo final, según el dosier judicial, era destruir equipos tecnológicos valorados en más de 1,5 millones de euros, destinados al apoyo militar de Ucrania, aunque el ataque no llegó a concretarse.
¿Qué pasó con la extradición de Gonzalo de Jesús Ramos Santos?
Tras analizar la solicitud del gobierno lituano y verificar la identidad del requerido, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia concluyó que no existía impedimento legal para proceder con la extradición.
En su concepto, el alto tribunal señaló de forma literal: “La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, emite concepto favorable a la solicitud de extradición del ciudadano colombo-ruso Gonzalo de Jesús Ramos Santos, formulada por el gobierno de la República de Lituania, para que responda por los cargos contenidos en la resolución ‘sobre la consideración de una persona como sospechosa’”.
Con el aval judicial ya emitido, el futuro legal de Gonzalo de Jesús Ramos Santos depende ahora de la decisión final del Gobierno nacional. De concretarse la extradición, el joven samario deberá enfrentar en Lituania un proceso penal por espionaje y terrorismo internacional, delitos directamente relacionados con operaciones encubiertas en el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania.




















