Fanny Garavito, de 65 años de edad y residente del barrio Terranova primera etapa, no sale de su asombro. En su mente aún resuenan las últimas palabras que intercambió con el joven que, durante la noche de este lunes 20 de octubre, cuándo a eso de las 8:00 p. m. se lanzó al arroyo El Salao en medio de la torrencial tormenta que arreció sobre el municipio de Soledad.
Llena de tristeza y con una preocupación visible, la adulta mayor reveló a EL HERALDO que había intentado disuadir al joven, llamándolo desde la puerta de su casa para aconsejarle una ruta más segura.
“Él estaba ahí, mirando cómo cruzar para el otro extremo de la calle, y yo dije: ‘Ay, Dios mío, ese muchacho se va a tirar’. Entonces lo llamé: ‘¡Papa, ven acá!’ Y él me hizo caso, llegó hasta la reja y hablamos”, narró.
Según su testimonio, el joven, quien hasta el momento se desconoce su identidad y paradero, le dijo que estaba “viendo a ver si pasaba”, pero Garavito trató de hacerlo entrar en razón, mencionándole que era muy riesgoso y que podía quedar atrapado por la corriente.
“Le dije que por ahí no podía pasar, que ese arroyo era muy fuerte y peligroso…Que mejor se fuera por la Murillo, que caminara un poquito más, porque por ahí era más seguro”, recordó.
Inicialmente, la mujer pensó que el joven había atendido el consejo ya que se había alejado. Sin embargo, este hizo caso omiso y, de un momento a otro, se lanzó hacia la fuerte corriente hasta perderse las caudalosas aguas.
“Yo confié en que él iba a coger la Murillo, no pensé que se iba a quedar ahí pensando otra vez en tirarse, pero eso fue lo que hizo”, lamentó.
“Habló conmigo bien, hasta se sonrió”
La testigo recordó que el joven hasta se mostró completamente tranquilo cuándo dialogaron. “Habló conmigo bien, se sonrió, y me hizo caso. Por eso pensé que estaba bien”, contó.
Garavito aseguró que no lo vio alterado ni fuera de sí, aunque sospechó que cargaba algún problema. “Pensé que podía tener algo mental, familiar, de salud o de deudas… uno no sabe…Pero conmigo habló normal y hasta se sonrió”.
“Era moreno, alto, con trenzas y tatuajes”
De acuerdo con su descripción, el joven era “moreno, alto, alto”, de unos 20 años de edad. “Tenía el cabello crespo con trencitas, un tatuaje aquí y otro del otro lado…Llevaba una bolsita de crispetas en la mano y el pantalón era largo”, detalló.
Hasta el momento se desconoce la identidad del joven y su paradero.