Barranquilla ha pasado de ser una ciudad en la que los grupos armados se enfrentaban silenciosamente a una en la que la violencia parece ser cada vez de mayor intensidad y visibilidad”, eso documentaron meses atrás el profesor Luis Trejos y Reynell Badillo, expertos locales en temas de seguridad, a través de una columna de opinión.
Y hoy, como una respuesta de las autoridades para contener esos hechos de sangre, algunos a corto y otros a largo plazo, atribuidos en su mayoría a los enfrentamientos entre las estructuras del crimen que buscan controlar distintas rentas ilegales, la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana Distrital documenta e investiga, junto con Policía y Fiscalía, cada uno de los homicidios que ocurren en la ciudad y, más allá, los que suceden en el área metropolitana.
Lo hacen a través de unas reuniones semanales que, paradójicamente, llevan el nombre de ‘Comité de Vida’, integrado por funcionarios del Distrito, Fiscalía y la Fuerza Pública.
Días atrás, el jefe de la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Yesid Turbay, reconoció que el homicidio era uno de los delitos que generaba más impacto entre los ciudadanos y debilitaba el clima de seguridad. A esa amenaza se le sumaban la extorsión, el hurto a personas, el microtráfico de estupefacientes y ahora los préstamos gota a gota y el robo de tierras.
Basado en la información del comité, el funcionario detalló que, hasta el cierre de julio, se cometieron 247 casos de homicidio intencional, con un aumento de 37 casos más que en el mismo lapso de 2023, lo que representó un aumento del 18 %.
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Y de dicha anotación de homicidios, de acuerdo con Turbay, se desprendieron 203 víctimas de sicariato y, de ese rubro, se dividieron 153 víctimas por ajustes de cuentas asociados a disputas territoriales entre grupos de delincuencia común organizados (98) y al tráfico de drogas (34).
El análisis a ese contexto delictivo también mostró que de las 203 víctimas de sicariato, 110 se le atribuyeron como autores materiales de los hechos a las ya conocidas estructuras criminales que operan en la zona: 72 asesinatos al grupo ‘los Costeños’; 35 a ‘los Pepes’; 2 a ‘los Papalópez’ y un caso a los ‘Rastrojos-Costeños’.
Cabe recordar que expertos en seguridad consultados por este medio aseguraban meses atrás que la vendetta entre ‘Pepes’ y ‘Costeños’ dejarían al menos entre 700 y 800 muertes, en homicidios registrados entre marzo de 2022 y diciembre de 2023.
Tal cifra, según los expertos, se tomaría del total de los registros de homicidios ocurridos en cada anualidad en los territorios de área metropolitana y se le calcularía un porcentaje del 60 o 70 %.
Los asesores reconocieron que entre ambas estructuras existía una disputa por el control de rentas y economías ilegales y un consecuente proceso de “canibalismo criminal” que disparó los casos de homicidios en Barranquilla y su área metropolitana entre 2022 y 2023. “La modalidad imperante entre los homicidios fue la sicarial y mayoría de víctimas presentaban anotaciones judiciales”, se concluyó.
Más pistas
En los comités distritales, según lo conocido por EL HERALDO, hoy se ha logrado detectar que la mayoría de homicidios registrados este año en la localidad Suroccidente y Metropolitana de Barranquilla, bajo la modalidad de sicariato, provienen de una disputa que enfrentan ‘los Costeños’ con enviados del Clan del Golfo, grupo armado que pretende apoderarse de ambos territorios.
Se sabe que el Clan del Golfo tiene el narcotráfico como negocio para financiar su operación, pero hoy pretenden apoderarse en Barranquilla del negocio del narcomenudeo y la extorsión como otras dos formas de obtener recursos para sus filas. Antes operaban a través de los outsourcing, es decir ellos contrataban a los locales, pero ahora ya están haciendo una presencia directa y peleando territorio y espacios.
Ante eso, las autoridades estudian una estrategia para afectar a esos actores y ponerlos tras las rejas como único mecanismo, hasta el momento, para tratar de evitar o reducir los asesinatos.
Por otro lado, en una investigación preliminar las autoridades detallaron que los conocidos casos de homicidio de miembros de la fuerza pública, dos ocurridos en Barranquilla y otro más en el municipio de Soledad, apuntarían a un estrecho vínculo con el narcotráfico. No obstante, las investigaciones están vigentes y en manos de la Fiscalía.
Alerta en municipios
El jefe de la Oficina de Seguridad explicó que hoy se adelanta un trabajo con los municipios pertenecientes al área metropolitana con la finalidad de mejorar los índices de criminalidad en toda la jurisdicción.
“Para hacer un símil, nosotros estamos en un edificio de cinco pisos, donde el primer piso es el Distrito de Barranquilla, y sostiene el peso de los otros cuatro. Hay situaciones que suceden en el primero, en el segundo y tercer piso, que serían en Barranquilla, en Soledad y Malambo, por decirlo así, cometidas por los mismos actores. Entonces debemos tener una visión metropolitana, eso nos lleva a fortalecer la parte operativa y las especialidades operativas de nuestra Policía”, indicó el funcionario.
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Y complementó en que a través de los comités “pudimos llegar a esas necesidades, encontrando en que tenemos unos objetivos en común, y estamos trabajando nosotros en ese sentido. Tenemos los mismos objetivos porque ‘los Costeños, ‘Pepes, la presencia ahora del Clan del Golfo, y por supuesto, estas estructuras menores, deben ser controladas por la misma autoridad”.
En el caso de Soledad, de acuerdo con la fuente, hoy hay dominio de ‘los Costeños’ y, a toda costa, se trata de evitar que entre el Clan del Golfo porque eso dispararía los casos de homicidio, tal y como sucede ahora en el municipio de Malambo.
Análisis del microtráfico
Esta semana también se implementó desde la Alcaldía una estrategia llamada ‘Comité Distrital para la reducción de la oferta de drogas estupefacientes en dosis’, para abordar el complejo tema del tráfico de estupefaciente en las cinco localidades de la ciudad que hoy pone cantidades de homicidios, atribuidos, en su mayoría, a los enfrentamientos entre los grupos criminales que buscan controlar plazas y las ya conocidas ‘ollas’ de droga.
“En estos comités comprendemos los fenómenos, nos sentamos en una mesa de articulación con Policía, Fuerza Militares y Fiscalía, para entrar a buscarle una solución a esos delitos que se encuentran priorizados y relacionados. Al final, todos los delitos están relacionados: el homicidio con el de los gota a gota; el homicidio con el tráfico de droga. El uno depende del otro, de menor a mayor”, explicó Turbay.
Más fiscales de vida para Atlántico
Una de las solicitudes que quieren hacer las autoridades locales a la Fiscalía es el aumento en el número de fiscales para investigar homicidios en la capital del Atlántico. Este medio conoció que solo hay dos y el número se reduce a solo uno cuando su compañero está de vacaciones. En Medellín existen 7 fiscales para esa unidad y en Cali un total de 6.
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