La reciente decisión de la juez novena Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Barranquilla, Carmen Matilde Ospino Paba, en torno a la condena proferida contra Tomás Manuel Maldonado Cera por el feminicidio de Brenda Pájaro Bruno, dejó múltiples reacciones en los intervinientes: una defensa que se notó vencida y agotada en medio de la última diligencia; la satisfacción en los rostros de las hijas de la mujer asesinada y una de esperanza para siete familias que también buscan justicia por las muertes de sus seres queridos, en hechos atribuidos a este sujeto por la Fiscalía.
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Pero además hubo espacio para el análisis del comportamiento de este hombre conocido con el apodo del Satánico desde hace algunos años. Hay que recordar que este alias de Maldonado Cera surgió en una investigación llevada a cabo por la Fiscalía, en la que quedó evidenciado de que algunas muertes por las que este se investiga, ocurridas entre 2002 y 2012, las víctimas tenían una particularidad en sus cuerpos: los cortes de los dedos de las manos. En este caso el dedo medio y el anular para conformar, según las pesquisas, el ‘Signo de Voor’. Actualmente el Signo de Voor es interpretado como 'Yo te amo Satanás o Yo te amo Lucifer'; según publicaciones antiguas se dice que es utilizado para invocar a los muertos. Pero además, según registros de Medicina Legal, los cuerpos tenían marcas hechas con navaja como estrellas de cinco puntas.
Sobre el particular, el sicólogo y docente Farid Alejandro Carmona, especialista en ciencias de la complejidad, señala que una persona como Tomás Maldonado podría pertenecer a la categoría de la psicopatía. Eso sí, el experto aclara que su respuesta surge a partir de la teoría.
'La respuesta es hipotética y teórica porque personalmente yo no he tenido la oportunidad de hacer un examen semiológico a la persona, o un elemento que me permita inferir cuáles son sus características, pero en términos generales esta persona pertenece a una categoría que es la psicopatía. El psicópata se caracteriza por ser acucioso, inteligente e incluso brillante', comunica el profesor Carmona.
Luego explica que en la configuración del entramado para cumplir el cometido, que en este caso es el asesinato de una persona, el sujeto (Maldonado Cera) 'puede durar mucho tiempo siguiendo a la víctima, estableciendo cuáles son sus preferencias, gustos y demás'.
Sobre la escogencia de esas víctimas, si bien se ha establecido que figuran jóvenes, mujeres y miembros de la comunidad LGBTIQ, Carmona define que volviendo a hacer uso de la teoría los casos sí están dirigidos a un tipo específico de población.
'Hay que revisar si esta persona tuvo algún tipo de experiencia en su infancia, con situaciones que acontecen, con personas que están a su alrededor, que los cuidaban o que los maltrataban y quedó esa huella. Por otro lado, los núcleos homosexuales, que no significa ser homosexual, el sujeto se defiende o las controla reaccionando negativamente contra las personas que en el mundo externo pueden tener esas características', opina el sicólogo.
Y agrega que 'aquí funcionan un mecanismo de defensa que es proyección: yo saco de mí esos elementos negativos, los pongo en otras personas y, como son evidentes que los tienen las otras personas, pues es digno, entre comillas, según ellos, de que no viva o que se les pueda hacer un daño'.
'Podría abrir una puerta'
El antropólogo, docente y escritor Esteban Cruz Niño, autor del libro ‘Los monstruos en Colombia sí existen’ (2013), identifica que hay unos elementos en el caso de Tomás Maldonado Cera que son realmente retorcidos y esos elementos 'son los símbolos extraños ligados al ocultismo que dejó sobre cuerpos de las víctimas, o de las supuestas víctimas'.
'Se decía, por ejemplo, que tal vez elaboraba rituales oscuros con partes, órganos, miembros de sus víctimas. Eso no lo sabemos y eso hay que investigarlo y sería, de alguna manera, uno de los casos de asesinos más complejos', manifiesta el escritor.
Por otro lado, Cruz Niño señala que queda mucho por avanzar en ese caso. 'Según las hipótesis de los perfiladores y técnicos, este asesino estuvo activo por lo menos 10 años, desde el año 2002 al 2012. ¿Qué pasó en ese lapso? ¿Cuántas víctimas hubo? ¿En dónde estaba? Creo que ahora es labor de la justicia tratar de mover esos casos porque en este momento solo hay dos y se presume que por lo menos hay ocho o más', recuerda.
Por otro lado, sostiene que se debe hacer un trabajo también con el individuo 'ahora que está condenado, podría abrir las puertas a conocer y a saber más de la verdad. Creo que es el momento en el que la Fiscalía debería hacer una negociación y ya que él está condenado podría dar información relevante, no solo en Barranquilla sino en muchos lugares, de qué es lo que él realmente hizo, de cuáles son los casos en los que realmente él está implicado y así le daría paz, le daría justicia, le daría incluso en un futuro tal vez reparación por parte de la sociedad a las víctimas de este asesino apodado el satánico que, de comprobarse todavía, no es un asesino en serie porque un asesino en serie es una persona que ha matado a más de tres personas en un periodo de tiempo determinado según la criminología, según los estándares del FBI'.
'De comprobarse que es un asesino en serie estaríamos hablando, vuelvo a decir como comencé, de uno de los casos más crueles, extraños y retorcidos de la historia de Colombia porque sería un personaje que no solamente acabaría con la vida de personas sino que dejaría extraños símbolos y cometería extraños rituales con los cuerpos, que sí ha existido esto en otros lugares del mundo pero hasta ahora nunca en Colombia', opina Cruz Niño.
Justicia para las víctimas
Carlos Ariza Martínez, hijo de la desaparecida Yadira Martínez Gutiérrez, en diálogo con EL HERALDO, celebró la reciente medida en contra de Maldonado, preso casualmente por la muerte de la mujer, de quien se dijo que mantuvo una relación sentimental con el hombre, similar a la historia de Brenda Pájaro.
'Yo soy hijo de Yadira Martínez Gutiérrez, víctima de Tomás Maldonado Cera. Celebro la decisión que tomó la juez frente al caso y quisiera que el caso de mi madre llegue a la misma instancia. Esa es mi petición a Dios y a la justicia colombiana', indicó el hombre.
Yadira Martínez Gutiérrez desapareció el 12 de octubre de 2001, luego de salir de su casa en compañía de Tomás Maldonado. De eso fueron testigos familiares de la mujer, quienes, además, recuerdan que el hombre, con el paso de los días, retornó a la casa a buscar ropa de ella manifestando que Yadira estaba bien y que había decidido independizarse con él.
'Yo vivía en los Estados Unidos para esa época, y lo que me dicen mis tías es que ese señor tenía una relación con mi mamá y la iba a buscar a la casa en una motocicleta. La última vez que la fue a buscar fue el 12 de octubre de 2001. Cuando regresé al país, pregunté por mi madre y eso quedó ahí. No se supo más nada de ella, pese a que el caso fue denunciado en Fiscalía', expresó.
A la fecha, el caso de Yadira Martínez se encuentra en etapa de aportes de testigos en el Juzgado Único Especializado del Circuito de Barranquilla y, según Ariza, la próxima diligencia es en el mes de octubre.
Este caso, bajo la antigua Ley 600, es el que mantiene tras las rejas a alias el Satánico, pues años atrás un juez de control de garantías alcanzó a conceder la libertad por vencimiento de términos a este dentro del proceso de Brenda Pájaro, el mismo por el que ya hoy está condenado.
Por otro lado, la Fiscalía General de la Nación y la Dijín de Bogotá guardan registros de casos que tienen una 'relación sistemática' entre unas víctimas que aparentemente tenían cercanía con ‘el Satánico’.
En ese sentido, documentos del ente acusador relacionan el nombre de Tomás Maldonado Cera con otros seis hechos de sangre ocurridos entre 2002 y 2004, en Barranquilla y su área metropolitana, en los que las víctimas resultaron ser dos mujeres y cuatro hombres: Roberto Antonio Bolaño Ortega, hallado muerto en julio de 2002; Rolando Rufán Romero, de 31 años, hallado muerto en septiembre de 2002; Yeison Ariza Banquez, hallado muerto en septiembre de 2002; Miguel Alfonso Gil Rodríguez, con 17 años, hallado muerto en noviembre de 2002; Aida Rocío Antolinez Lizarazo, de 34 años, hallada muerta en septiembre de 2003, y Yilibeth Yirina Manjarrés Almarales, hallada muerta en enero de 2004.
¿Qué falta en el proceso de Brenda Pájaro?
Para este miércoles 16 de agosto está programa la audiencia en la que la juez novena Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Barranquilla, Carmen Matilde Ospino Paba, tasará el monto de la condena contra Maldonado.
Por ese crimen, el representante del ente investigador pidió a la justicia una condena ejemplar para Maldonado Cera por feminicidio agravado, tasada en 600 meses de prisión, lo equivalente a unos 50 años de cárcel.
Se estableció que para la condena, la juez Ospino Paba acogió la tesis de la Fiscalía que siempre se basó en los hechos ocurridos entre julio y agosto de 2018, desde cuando ocurrió la desaparición de Pájaro Bruno y, posteriormente, se halló su cadáver con múltiples heridas en un sector enmontado de Miramar, en el norte de la ciudad. No obstante, la juez hizo claridad que el 'estándar probatorio' aportado en el proceso no se evidenció un evento de acceso carnal violento porque, al parecer, 'Brenda tenía una relación voluntaria con Maldonado'.





















