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La inspección del cadáver de Adriana Margarita Martínez Fontalvo, de 15 años, fue el inicio de una investigación que emprendió la Fiscalía por la posible existencia de una organización criminal dedicada a la compra de bebés en el departamento de Atlántico.

Esta línea de investigación de la Fiscalía se conoció este lunes, luego de que durante las audiencias preliminares contra la adolescente de 16 años capturada por el homicidio de Adriana, se revelaran los detalles de cómo fue torturada y humillada la joven madre, al parecer, por más de dos personas.

Todo apunta, según la Fiscalía y de acuerdo con lo narrado por la abuela de la menor, a que el terrible hecho de sangre habría sido por un bebé de dos meses que intentaron comprar por $800.000.

El crimen

La cultura popular se ha encargado de mitificar al 'viernes 13' como un 'día maldito', sin que esto se traslade necesariamente a la realidad. Sin embargo, fue el viernes 13 de diciembre de 2019 el día que sus asesinos habrían elegido para acabar con la vida de Adriana.

A alrededor de la 1:00 de la tarde de ese día, la adolescente ingresó al apartamento 204 en el bloque A del conjunto residencial Ciudad Real, ubicado en la calle 26A con carrera 16, en Malambo; por invitación de otra joven de quien era vecina.

Adriana le había dicho a su abuela, Margarita Fontalvo, que se quedara con su bebé mientras visitaba a su amiga, pero 'que no demoraba'. Dos horas más tarde, el bebé no dejaba de llorar, pues su mamá no había regresado.

'La amiga llegó a mi casa y me dijo que mi nieta se había ido para donde una tía y que luego volvía. Comenzó a caminar por la sala y me preguntaba por el bebé. Creo que ella pensaba golpearme para quitármelo, pero en ese momento se escuchó como una bulla. Salimos y estaba la policía en el apartamento de la amiga', contó Margarita a EL HERALDO sobre el momento en el que descubrió que habían matado a su nieta.

Según narró la Fiscalía este fin de semana en una sala de audiencias, entre la 1:00 y las 2:30 de la tarde, Adriana fue amordazada, para que no gritara, y atada, para que no se moviera, mientras la golpeaban.

Puños y patadas no fueron suficientes, explicó el ente judicial. Le sacaron los dientes, la golpearon contra la pared y utilizaron objetos contundentes y cuchillos para torturarla y herirla. Pero Adriana fue fuerte y sobrevivió a tales agresiones; entonces, tomaron una bolsa plástica, se la pusieron en la cabeza y la asfixiaron hasta la muerte.

Cuando la Policía descubrió la terrible escena del crimen, la amiga de Adriana fue capturada como supuesta responsable del homicidio y fue trasladada al Centro de Servicios Judiciales para Adolescentes (Cespa) de Barranquilla, dejando tras de sí un apartamento ensangrentado y lleno de bolsas plásticas negras que no alcanzaron a ser usadas, pues, según técnicos de la Sijín, 'pretendían picarla para sacarla por partes'.

Todo por su hijo

Tras ser capturada, la amiga de Adriana fue llevada a audiencias preliminares entre el sábado 14 y el domingo 15 de diciembre. Allí, tras legalizar su captura, la Fiscalía narró a puerta cerrada los hechos que habrían conducido al asesinato de la quinceañera, con el objetivo de argumentar los delitos de homicidio agravado con sevicia, poniendo a la víctima en estado de inferioridad.

Según una fuente judicial, EL HERALDO conoció que entre los resultados de la investigación que hizo la Fiscalía por el asesinato de Adriana, se pudo determinar que ella y la señalada homicida se habrían conocido en un centro médico al que la primera llegó para hacerse un control prenatal tras quedar embarazada prontamente.

En ese momento, mientras las adolescentes forjaban una aparente amistad, la nueva amiga de Adriana le habría ofrecido $800.000 a cambio de poder quedarse con el bebé que estaba a punto de nacer para posteriormente vendérselo a otra persona.

Ese interés por el bebé se vio reflejado a lo largo del embarazo pues, según la abuela de Adriana, la amiga 'siempre tenía detalles' con la joven madre y 'le daba cosas para el bebé y para ella', aún después de que naciera el niño cuando 'su amiga todo el tiempo quería estar con el niño. Lo cargaba y hablaba de él como si fuera de ella'.

Dos meses después del nacimiento, la transacción por el bebé no se había concretado y es en ese momento cuando es asesinada la madre.

Aceptó cargos

Durante la audiencia, la joven de 16 años capturada aceptó los cargos que le imputó la Fiscalía y, según una fuente judicial, en ese momento se conoció que su papel en el homicidio habría sido el de convencer a Adriana de ir al apartamento 204, donde supuestamente residía una hermana de la capturada, pero que estaba vacío.

Un detalle que respalda ese postulado es que la capturada no presentaba moretones, rasguños o algún otro rastro que pudiera hacerla ver como la persona que materializó el homicidio; además, Fiscalía destacó que las agresiones contra Adriana fueron tan fuertes que debieron haber sido perpetradas por 'más de dos personas'.

Tras solicitar medida de aseguramiento, el juez con funciones de control de garantías encargado del caso envió dictó a la adolescente detención domiciliaria en una residencia muy cerca de donde vivía la víctima.

Ante ello, la Fiscalía explicó que se le dictó domiciliaria debido a que en el departamento de Atlántico no existe un centro carcelario para mujeres menores de edad que cometan delitos de tal magnitud, e hizo un llamado a revistar esta situación.

Finalmente, una fuente judicial reveló a EL HERALDO que ahora la Fiscalía procederá a revisar casos similares al de Adriana, dando inicio a las investigaciones que permitan identificar si existe o no una banda dedicada al tráfico de bebés y su modus operandi, con el fin de establecer responsabilidades que conduzcan a su desmantelación.

Por temor, familia de víctima se mudará del conjunto residencial

Tristeza, indignación, rabia y un profundo dolor. Esos son los sentimientos que embargan a ‘Lilo’ como se identificó una tía de Adriana Margarita Martínez Fontalvo, de 15 años, al conocer la decisión de la justicia que cobijó con domiciliaria a la joven de 16 años señalada de participar en su crimen, ocurrido el pasado viernes al interior de uno de los apartamentos del conjunto residencial Ciudad Real, en Malambo.

La tía de Adriana señala que aunque prefieren dejarlo todo en 'manos de Dios' el hecho de que el sitio de arraigo donde se supone la indiciada debe cumplir la medida domiciliaria, según dice Fiscalía, es el apartamento donde vivía en el mismo conjunto donde ocurrieron los hechos. 'Eso es una tentación, porque uno siente que la justicia lo abandona a uno, y por eso es que hay gente que comete locuras en busca de hacer justicia por mano propia. Nosotros hicimos una promesa de dejar que sea la justicia Divina quien actúe en este caso', contó.

No obstante, EL HERALDO comprobó que el apartamento ubicado en el bloque A número 206 donde se supone ocurrió el escabroso crimen de la quinceañera, y que según dicen era donde habitaba la hermana de la indiciada, se encuentra habitado por una familia que nada tiene que ver con el hecho, y además, el apartamento donde residía la menor en compañía de su madre fue desbalijado el día del asesinato en una reacción aireada de los vecinos.

'Ellos se fueron desde el mismo día y nos han vuelto más, y mejor que no lo hagan', señaló un hermano de la víctima.

La familia Martínez Fontalvo aseguró que el continuar su estadía en el conjunto es recordar a casa instante lo que pasó, además de que dicen sentir 'temor' de algo pueda pasar.

'Nosotros estamos seguros de que a mi sobrina no la mató una sola persona, ahí participaron más, la hermana de ella y un hombre, ella (indiciada) lo que hizo fue llevarla engañada y ponerla para que la masacraran como lo hicieron; nosotros nos mudaremos de aquí', dijo ‘Lilo’.

Las honras fúnebres de Adriana Margarita Martínez Fontalvo se cumplieron en la mañana de ayer en el cementerio de Malambo.

'A nosotros ahora más que nunca lo que nos interesa es procurar el bienestar de esa criatura a quien no les importó dejarlo huérfano. Asegurarnos de que no le falte nada', aseguró la mujer.