Versiones encontradas surgieron a raíz de la publicación en la portada de EL HERALDO del día de ayer de una fotografía suministrada a esta casa editorial.
En la imagen fue captado el momento en el que el vigilante Javier Alberto Julio Peña yace en el suelo, agonizando luego de haber recibido cuatro impactos de bala en medio de un atraco a una oficina de SuperGiros, ubicada en el barrio Montes, en el suroriente de Barranquilla.
A su lado,tratando de ayudarlo, estaba un agente de la Policía Metropolitana y en la composición aparece además un hombre con un casco en la cabeza y quien sostiene la mano de la víctima como tratando de desabrocharle el reloj.
Inicialmente trascendió que el mototaxista pretendía hurtarle el reloj al vigilante asesinado. De hecho, Marta Flórez, directora de Talento Humano de la empresa de vigilancia Atenas, para la que laboraba Julio Peña, señaló el día de los hechos que 'cajeras del punto SuperGiros, indignadas por lo que veían, se llenaron de valor e impidieron que robaran el reloj de Julio, así como el revólver calibre 38 (de dotación)'.
Sin embargo, el día de ayer la Policía Metropolitana de Barranquilla entregó una versión contraria a la del robo y señaló que el mototaxista los ayudó 'gentilmente'.
El patrullero John Barraza, quien atendió el caso esa noche, señaló a este periódico que llegó al sitio 'con un compañero del cuadrante'.
Posterior a eso, según el agente, mientras el compañero contactaba con la base, el muchacho mototaxista los ayudó.
'Ayudó a aflojarle el chaleco, le desabrochó el reloj para subírselo un poquito y tomarle el pulso'.
Y después de aquella acción, incluso los ayudó a subir al vigilante a la camioneta para llevarlo al Hospital General de Barranquilla.
El uniformado también se refirió a que a esa hora había una cajera 'que estaba muy aturdida'.
Al respecto, Flórez había expresado a un periodista de esta casa editorial que en el sitio las dos empleadas de la empresa evitaron el supuesto hurto.
Finalmente, John Barraza dijo que no sabe quién es el mototaxista, ni ha vuelto a saber de él.
El último adiós
En horas de la tarde, una caravana de vigilantes de la empresa Atenas, decenas de amigos y familiares de Javier Alberto Julio Peña acompañaron el féretro con sus restos mortales para dejarlo en su última morada, el cementerio Jardines de la Eternidad, sede sur, sobre la avenida Circunvalar.
Las motocicletas estaban adornadas con una cinta morada en señal de duelo por la pérdida del compañero que laboró con ellos por espacio de dos años.
El camino hacia el cementerio estuvo cargado de lamentos y llanto, y de fondo sonaba la triste melodía ‘Amigo’ que se hizo célebre en la voz del cantautor brasileño Roberto Carlos y que por lo general, es tocada en este tipo de sucesos.
El hecho en el que perdió la vida Julio Peña sucedió a las 8:37 p.m. Del domingo pasado en la calle 30 con carrera 27, barrio Montes. Dos pistoleros ingresaron a la oficina SuperGiros y durante el asalto balearon al hombre de 33 años.
'La hipótesis que se maneja es que los delincuentes pretendían hurtar el dinero recaudado en el punto SuperGiros, pero al ver todo blindado, ninguna posibilidad de robar la plata, entonces decidieron balear a nuestro empleado', explicó Marta Flórez, directora de talento humano de Atenas.


