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Sus manos curtidas por el trabajo como recicladora hoy están teñidas de negro; sus pies, calzados con unas chancletas de plástico, se ven del mismo color. La casa en la que vivió con su familia poco más de cinco años, en la calle 11 con carrera 55, del barrio Villa Paraíso, quedó reducida a las cenizas.

Frente a la mirada de todos los vecinos, que la madrugada de ayer la socorrieron, Eucaris Cecilia De Moya Ariza, de 54 años, mira perturbada las ruinas en las que quedó su casa. Ella no sale de la incertidumbre de ver consumido el único bien que poseía. 'Yo tengo una fuerte gripa y el humo me apretó más. Me despertó el olor y cuando me di cuenta ya estaba la candela subiendo. Llamé a mis hijos, les dije: ¡Mijo, mijo, corre que nos quemamos. Despierta a tu papá!'.

Cecilia solloza y sus manos, las que están negras por tratar de salvar de las llamas lo que más pudiera, soban su cara dejando manchones color carbón. 'Salí corriendo para quitar el cilindro del gas porque si no la tragedia hubiese sido peor. La casa de al lado también se quemó, pero esa estaba desocupada'.

La mujer no sabe qué pudo haber provocado el incendio y tampoco sabe qué va a ser de ellos de ahora en adelante. 'Aquí vivía con mi marido y mis dos hijos. Ellos sufren de ataques y golpean a las personas, mi marido está lleno de morados porque cuando eso les da, no se pueden controlar', dice la mujer.

El barrio no tiene servicio de energía desde hace 20 días, por lo que dicen que un corto circuito no pudo haber ocasionado la conflagración. 'Tampoco me atrevo a decir que el incendio fue a propósito, no tengo pruebas ni ningún motivo para pensar eso. La comunidad nos ayudó a apagar el fuego porque los bomberos llegaron tarde. Nos dijeron que no habían venido antes porque tienen dos meses que no les pagan, yo les dije que nosotros no teníamos la culpa de eso'.

Bomberos

Prospero Carbonel, comandante de los bomberos de Soledad, señaló que la razón por la que la comunidad sintió que no llegaron 'a tiempo' a atender la emergencia es porque 'el barrio colinda con Barranquilla, por eso debemos esperar que nos indiquen cuáles bomberos deben actuar'.

Así mismo, señaló que llegaron en el tiempo indicado en los estándares que ellos manejan. 'Les dijimos que despachamos dos bomberos porque la administración no nos transfiere recursos desde octubre pasado. Ya no tenemos cómo atender las emergencias. Debemos seguridad social, combustible y a los trabajadores'.

Ayer la Secretaría General les envió una minuta de convenio con el fin de ser revisada. 'La vimos, pero no estamos de acuerdo con unos puntos. Nos vamos a reunir con el alcalde Joao Herrera para resolver las inquietudes', dijo Carbonel.

La comunidad reclama

Magaly Quiñonez, habitante de Primero de Mayo, denunció que la falta de energía eléctrica se debe a una supuesta deuda que tiene la comunidad por $4.400.000. 'Yo fui a Energía Social a preguntar cómo hacíamos para que nos cambien el transformador, nos dijeron que teníamos esa deuda y que si pagábamos la mitad, nos venían a ayudar con la luz. Aquí la gente pagaba los recibos, pero dejó de hacerlo porque venían muy caros, cobraban hasta 600 mil y 800 mil pesos, y nosotros somos un barrio pobre: no tenemos para eso. Entre todos recogimos un millón de pesos y los llevamos allá, nos dijeron que lo consignáramos, pero no nos quieren cambiar el transformador'.