La responsabilidad por la fuga de Bayron Palacio Fernández, alias el Monstruo de La Sierrita, no solo recae en la juez que le otorgó prisión domiciliaria por recomendación de Medicina Legal.
También el Inpec, encargado de velar el cumplimiento de la medida y no evidenció que Palacio se evadió de la casa donde debía estar. Y la Policía, que en cabeza de un grupo de agentes no se percató de ello cuando evitaron que una muchedumbre lo linchara en junio pasado.
'Iremos a establecer, cuando supuestamente reincidió, qué acción se tomó y si algún despacho judicial tomó alguna determinación', dijo ayer el director de la Policía, general Rodolfo Palomino, en entrevista con este diario en el comando de Barranquilla.
Palomino se refirió a la última denuncia contra Palacio revelada por EL HERALDO, sobre su presunta reincidencia en vejámenes con menores de edad, en el suroccidente de Barranquilla.
La queja en poder de la Fiscalía refiere que vecinos del barrio La Sierrita intentaron agredirlo, después de que un niño de 10 años lo señaló de haberlo llevado a una zona enmontada, en la avenida Circunvalar con vía Cordialidad. Allí lo habría abusado.
¿POR QUÉ QUEDÓ LIBRE?. Patrulleros de la Policía y agentes antidisturbios evitaron que a Palacio lo lincharan ese día –23 de junio–, en la urbanización Las Gardenias. Se fue a vivir al apartamento que habitaba su mujer, sin permiso del juzgado.
El interrogante para la Policía es qué procedimiento hicieron los agentes, sin percatarse de que Palacio violaba la prisión domiciliaria.
'Ese pormenor no lo tengo, seguramente lo tiene el comandante de estación o de la Metropolitana, y sabrán en su momento el trámite que se siguió', respondió.
El general Ramiro Castrillón, comandante de la Policía Metropolitana, declaró el jueves que Palacio fue conducido, mas no detenido en flagrancia, y que los patrulleros no conocían del caso, ni se le encontraron antecedentes ni requerimientos al cotejar su número de cédula.
Palomino admitió que las autoridades solo supieron que el pederasta no estaba en la casa de un tío, donde debía purgar el resto de una de sus dos condenas vigentes, por la denuncia que el EL HERALDO publicó el miércoles.
'La verdad sea dicha: vinimos a saber, cuando se dio la información de que este individuo, con esa trayectoria criminal, no estaba en el lugar donde había sido dispuesto que estuviera gozando ese beneficio', aseguró.
BRAZALETE. El ministro de Justicia, Yesid Reyes Alvarado, consideró que la juez de ejecución de penas y medidas de Sincelejo, Lía Escudero Barboza, pudo tomar una decisión más equilibrada.
Escudero apoyó su fallo en que Medicina Legal diagnosticó tuberculosis al reo, con cinco condenas a cuestas por violaciones a menores. Contrajo la enfermedad en la Cárcel de La Vega, en Sincelejo.
'Yo conozco del caso por informaciones de prensa; quizás hubiera sido conveniente en ese caso adicionar una vigilancia electrónica, un brazalete, o haber solicitado del Inpec o la Policía una vigilancia permanente, dada la peligrosidad del sujeto', respondió a este diario, durante su visita ayer al Laboratorio de Criminalística de la Policía, en el norte de la ciudad.
'Prontuario macabro'
En el hangout hecho ayer por EL HERALDO, el presidente Juan Manuel Santos se refirió al caso de Palacio. 'Sé la conmoción que esto ha generado, que una persona con ese prontuario no solo esté libre, sino a punto de escaparse a otro país, y eso nos lleva a reflexionar en qué medida un juez debe dejar en libertad o enviar a la casa a una persona con tuberculosis, sin las garantías de que será controlado, teniendo en cuenta el prontuario tan macabro. Es un tema para reflexionar y para que el Inpec tenga mecanismos más rigurosos de control de personas con casa por cárcel'.





















