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El video del asesinato de la española Irene Cortés Lucas, registrado la madrugada del miércoles en la Plaza de la Cerveza de la 14 con Murillo, reveló ayer detalles inéditos de la mortal madrugada.

En las imágenes se aprecia, claramente, que Brayan Escorcia Blanco y Juan Carlos Guerrero Silva, alias Juanchi, ingresan a las 2:05:33 a.m. al establecimiento, donde no había vigilancia.

A esa hora en el interior, al fondo del local, están sentados como únicos clientes Farid Llinás Ariza, su esposa Irene Cortés y otros tres familiares, dos hombres y una mujer. Tanto Escorcia como Guerrero se ven intranquilos y ambos voltean, constantemente, a ver a quienes iban a atracar.

Cuando el administrador del local se les acerca a los jóvenes a pedir la identidad de Juanchi, Brayan se levanta y saca el revólver. Son las 2:06:16. Ahí comienzan el atraco. Todo sucede en segundos. Guerrero, con una navaja, corre hacia un lado del local y se pierde de la visual de la cámara, mientras que su cómplice, de bermuda, va hasta la mesa de la española. De repente se regresa y le grita algo al administrador, quien retrocede.

A Brayan, visiblemente nervioso, se le cae el celular y aunque se retira de la mesa varios metros, Cortes Lucas y sus acompañantes se quedan sentados. El delincuente regresa y, junto a Juanchi, comienza a esculcarles los bolsillos a los cinco clientes. Llinás es el único que se levanta y se observa que Brayan trata de sacarle dinero de su bolsillo izquierdo.

Pero, rápidamente, el ladrón fija su atención en la española, quien está de espalda a la cámara. Aunque tiene el arma agarrada con la mano derecha, Brayan extiende ese mismo brazo para coger el bolso de la mujer y dispara.

Son las 2:06:37. Cortés se desploma de la silla hacia su lado izquierdo y cae gravemente herida. Los homicidas huyen. Farid y sus familiares salen a detener a los jóvenes y luego regresan por la española.

Que no vaya a Málaga

Desde España, en diálogo con EL HERALDO, el abogado Miguel Nogales, apoderado de Farid Llinás en un proceso por venta de drogas en ese país, le aconsejo al barranquillero que, por ahora, no regrese. Dijo que la familia de Irene Cortés está 'muy alterada' por el homicidio. Llinás dijo que aspiraba a volver pronto porque allá tiene a sus tres hijos, 2 de ellos con Irene. El barranquillero terminó las diligencias para enviar el cadáver a Vélez, Málaga, y presentó denuncia ante la Fiscalía por las amenazas de muerte de parientes de su esposa.