Juan Salcedo y los pasos que impulsa con chatarra
“De un pistón de un camión sale una prótesis”, así lo asegura este barranquillero que ha ayudado a caminar a 225 colombianos.
Hace menos de dos años Leiry Laura tenía todas sus extremidades. Sin embargo, en julio del año pasado, con 18 años, un medicamento le causó una reacción alérgica que terminó en una necrosis agresiva que le arrancó brazos y piernas.
En 2018 —recuerda— conoció la Fundación Fuente de Esperanza (Fundafe). Allí le propusieron volver a caminar y tocar.
Con metal reciclable, aluminio y piezas que para muchos pueden ser desechos Juan Salcedo Solano, un barranquillero de 52 años le regresó la posibilidad de caminar mediante prótesis.
“De un pistón de un camión sale una prótesis”, así lo aseguró Salcedo quien lleva 11 años fabricando esperanzas.
“Fundafe nace por ayudar a una persona que llevaba 12 años esperando una prótesis en el municipio de Soledad y se me dio por fabricársela. En esa ocasión dure cuatro meses creándola, pero ahora son tres días para poner a caminar a una persona”, comentó Salcedo en diálogo con EL HERALDO.
Hoy, 11 años después de crear la primera prótesis, el barranquillero que debido a su labor social hace siete se radicó en Tabio, Cundinamarca, ha puesto a caminar a 225 personas en Colombia que al igual que Leiry por una u otra razón perdieron la posibilidad de hacerlo.
“El municipio de Tabio era el lugar indicado porque en esta labor se trabaja la modalidad del RBC, es decir, rehabilitación basada en comunidad. Tabio es un pueblo muy cálido por las personas y muy frío climáticamente hablando. Las personas amputadas en Colombia son excluidas, aunque se trate de negar esa realidad y Tabio las incluye con su calor humano”, expresó el barranquillero.
Juan Salcedo tiene como oficio la mecánica industrial y es el único en la fundación que fabrica las prótesis, pero afirma tener muchos aliados a lo largo del proceso.
“En esta labor se tiene apoyo de muchas partes, porque para ayudar a estas personas se necesita primero conseguir el material y luego la hotelería ya que ellos duran cinco días en Tabio en los que llegan en una silla de ruedas y regresan a sus ciudades caminando”, contó Salcedo.
A Fundafe todos los días llegan personas que como Leiry ven en Juan una esperanza de volver a ponerse en píe. Pero esta fundación, que rompe con las barreras de las limitaciones, tiene su propia restricción: la falta de recursos.
Fundafe espera las donaciones de chatarra que le realizan distintas organizaciones para ayudar a quienes se acerquen solicitando una prótesis que en la mayoría de ocasiones no tienen como pagar.
Una beneficiada y su historia
Leiry recibió sus prótesis hace cuatro meses. Por su dedicación y disciplina aprendió a usarlas a los tres días de recibirlas.
“Tenerlas es como regresar a lo que yo era antes, es una motivación para seguir adelante, porque no es lo mismo estar en una silla de ruedas que seguir caminando y saber que yo misma puedo cumplir mis objetivos”, recalcó la joven que ahora ve su futuro con esperanza.
“En Tabio y gracias al señor Juan encontré las ganas de seguir adelante, estoy terminando el colegio en una institución de allá de manera virtual”, comentó con una sonrisa.
Agregó que su “gran sueño es ayudar a todas las personas que pueda, darles un consejo, servirles de ejemplo”.
“Eso es lo mas hermoso que uno puede encontrar en una persona que te da apoyo. Hay veces que uno necesita una palabra de aliento. Cuando termine el colegio quiero estudiar psicología y que así como yo encontré en mi camino a Fundafe, servir yo en el proceso de alguien más”.
Mientras Leiry emprende su propio camino apoyada por Fundafe, Juan Salcedo, el hombre que construye esperanza con chatarra, sigue buscando recursos y fabricando sueños en forma de prótesis, para ayudar a muchos más colombianos a seguir caminando en la vida.