
“Este año sí empiezo”
Un propósito infaltable de Año Nuevo es comenzar una vida saludable. Esto es lo que debe saber para no desmotivarse en la mitad del camino.
Bajar de peso, comer sano y comenzar a ejercitarse, son algunos de los propósitos que se trazan las personas año tras año para hacer un cambio definitivo en su estilo de vida.
Con la nueva vuelta alrededor del sol, la motivación se renueva. El positivismo que le dice que cada año va a ser mejor que el anterior refresca las energías para emprender nuevos retos, entre estos el más común: llevar una vida saludable.
Pero el entusiasmo con el que se inscribió en el gimnasio en enero suele disminuir con el pasar de los meses. Los afanes del día a día, cansancio, horarios, rutina laboral y compromisos empiezan a mermar las ganas de entrenar y es en ese momento en el que aparecen dos de los más grandes enemigos de la vida saludable: el ausentismo del lugar de práctica y la ansiedad de comer.
Por cuarto año consecutivo, Melissa Contreras y su esposo, Juan Palacio, se inscribieron en el gimnasio con el propósito de empezar su vida saludable.
El entusiasmo del año nuevo les anima todos los años a volver a intentarlo. “Fracasamos las veces anteriores pero esta vez va a ser diferente”, cuenta entre risas Melissa, que tiene como objetivo bajar de peso y mejorar sus hábitos alimenticios.
Para Giovanni Jiménez, entrenador personal y propietario del gimnasio Go Fitness, la constancia es lo más importante a la hora de tomar la decisión de cambiar de hábitos.
“Es indispensable mentalizarse sobre lo que se quiere lograr, reconocer los objetivos y concientizarse acerca de los sacrificios que hay que hacer para lograrlos. Hay que ser constantes –en la medida de lo posible no ser intermitentes– para ver resultados”, manifestó.
Mucho es lo que se ha hablado de los beneficios del ejercicio para reducir enfermedades como la diabetes, problemas cardiacos, hipertensión, entre muchas otras afectaciones asociadas al sedentarismo. Y es así de simple, los resultados de rigurosas investigaciones hoy asocian la falta de actividad física a la esperanza de vida de las personas.
De acuerdo a un estudio del Hospital Transfronterizo de Puigcerdà y la Facultad de Medicina de la Universidad de Girona, la actividad física moderada durante media hora por 5 días a la semana, inclusive el ejercicio intenso durante 20 minutos, 3 veces por semana, reducen en proporciones cercanas a un tercio el riesgo de mortalidad en la población.
Otro estudio de la Universidad de Texas confirma lo anterior concluyendo qué: “el ejercicio a bajos niveles reduce las muertes por cualquier causa en un 14 por ciento”.
Dicen que para conseguir resultados la alimentación es responsable del 70% de los cambios y el ejercicio tiene el 30%. Para los expertos de nada sirve entrenar a sol y sombra si no se disciplinan los hábitos alimenticios.
La nutricionista María Alejandra Pallares dice que el éxito de cualquier programa para mejorar el estado físico depende enteramente de la dieta.
“Aunque indudablemente el ejercicio trae innumerables beneficios para la salud, cerrar la boca es lo más importante”, señala.
“Esto no quiere decir que se deba dejar de comer porque el cuerpo necesita nutrientes de los alimentos que son fundamentales para nuestro organismo. El tema está en saber escoger qué comer, prestarle atención a las calorías que se eliminan con respecto a las que se ingieren, tener cuidado con las grasas y los azucares. También aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y proteínas. Lo aconsejable para la salud es seguir un plan alimenticio de la mano de un profesional”, añade.
Según expertos, el ejercicio es el directo responsable para los que quieren tener una vida saludable, mientras que la dieta es la clave para los que buscan adelgazar.
Con base en este precepto, explican que sin dieta el ejercicio por sí solo no baja de peso, ya que la epidemia de obesidad que existe en el mundo se debe a las dietas altas en calorías, no a la vida sedentaria.
“Este año sí lo consigo”, es la frase motivacional de Melissa y su esposo para el 2018.
Comience a entrenar con el pie derecho
Tener claros los objetivos
Saber qué quiere lograr: ganar masa muscular, perder peso, tonificar, etc. Esa información es fundamental para lograr sus retos.
Establecer un plan alimenticio
De acuerdo a los objetivos trazados empiece una dieta con base en su nueva rutina. Consulte a un profesional.
Conseguir ayuda profesional
Para el trabajo debe tener la supervisión y orientación de profesionales en salud, nutrición y acondicionamiento físico.
Equiparse con los elementos necesarios
Unos buenos tenis, sudadera y demás elementos adecuados para el entrenamiento facilitan su desempeño.