¿Se imagina comprar una casa en Francia por menos de lo que cuesta un café? En el encantador pueblo de Ambert, ubicado al sureste del país, esto es completamente posible.
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El municipio ha lanzado una insólita oferta de viviendas por tan solo 1 euro. Pero como suele suceder con las buenas ofertas, hay condiciones.
Ambert, con una población que ronda los 6.500 habitantes, enfrenta un serio problema de despoblamiento. Algunas zonas del municipio presentan un 60% de desocupación habitacional, y los comercios, escuelas y servicios públicos se resienten ante la falta de movimiento.

Por eso, las autoridades locales idearon esta estrategia de vender casas a un valor simbólico, con el objetivo de reactivar la comunidad, dar uso a viviendas abandonadas y, sobre todo, atraer nuevos residentes comprometidos.
Aunque el precio inicial es de un euro, los compradores deben cumplir varias condiciones claves. Las casas están en mal estado y requieren reformas importantes, como techos, ventanas, aislamiento, sistemas eléctricos y más.
Los interesados deben presentar un plan detallado de obras, con plazos claros. Residencia principal obligatoria, pues no se permite usar las viviendas como casa de vacaciones o propiedades de inversión. El comprador debe vivir en la casa al menos tres años, y convertirla en su residencia habitual.
También exigen la firma de un acuerdo formal para asegurar que se cumplan las condiciones. En caso de incumplimiento, el municipio puede exigir la devolución de subsidios o tomar otras medidas legales.
La oferta ha llamado la atención en toda Europa. Muchos ven en ella una posibilidad real de tener una vida tranquila en un rincón pintoresco de Francia. Otros, en cambio, advierten que el costo real está en las reformas, que pueden ser elevadas dependiendo del estado de cada vivienda.
Lo cierto es que Ambert no es el único pueblo europeo que ha optado por este tipo de iniciativas.