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El caso del oso Chucho es un entramado debate que oscila entre lo medioambiental y lo legal.

Su historia bien podría considerarse una novela, pues tras un complejo nudo y agotador desenlace tuvo su punto final después de desatar una de las más sonadas discusiones en el país sobre aplicar derechos constitucionales en animales.

De manizales a Barranquilla

Chucho es un oso de anteojos que llegó al Zoológico de Barranquilla en 2017, proveniente de la reserva de Río Blanco, en Manizales.

El animal nació en La Planada, una reserva natural en Ricaurte, Nariño, y más adelante fue trasladado a Río Blanco, donde convivió junto a su hermana Clarita en condiciones de semicautiverio.

Tras el fallecimiento de su compañera por cáncer, Chucho presentó una fuerte depresión que le ocasionó desórdenes alimenticios e inclusive le llevó a escaparse de la reserva en dos oportunidades.

Estas fueron algunas de las situaciones que motivaron a sus tenedores —Corpocaldas y Aguas de Manizales— a aceptar un acuerdo administrativo con el Zoológico de Barranquilla, debido a que la organización estaba en la búsqueda de un ejemplar masculino para la osa que vivía en ese lugar, cuyo compañero había fallecido también hacía varios años. Esto con la finalidad de propiciar un acercamiento entre ambos animales solitarios.

Luego de que las entidades diligenciaran los respectivos permisos con las autoridades ambientales y de carácter territorial, el mamífero de nombre biológico Tremarctos ornatus llegó a Barranquilla.

No obstante, 43 días después, por efectos de una orden de la Corte Suprema de Justicia, el espécimen debía ser devuelto en un plazo de 30 días a Manizales.

El Zoológico apeló y ganó. Lo que significó que Chucho se quedara en la ciudad, según el fallo proferido el 10 de octubre de 2017. Entonces, ¿qué es lo nuevo en el caso de Chucho? Lo que pone otra vez en el tintero su historia es que ahora la Corte Constitucional solicitó una revisión exhaustiva.

Hábeas Corpus

Un accionante en Bogotá, en calidad de abogado, decidió representar a Chucho a través de un Habeas Corpus, mecanismo constitucional para solicitar la libertad ante el Estado de las personas privadas de ella injustamente.

Para el abogado Carlos Mendoza, asesor legal del Zoológico de Barranquilla, la medida tuvo varios pasos. Inicialmente fue fallada en contra basando la decisión en que el Habeas Corpus es una figura que nada más aplica a las personas. En segunda instancia la Corte hizo un análisis en el que le concedió el Habeas corpus al oso y en última instancia confirmó la permanencia del espécimen en la ciudad.

'La Corte tomó la decisión tras un análisis de las normas existentes, en especial la ley 1774 de 2016, que indica que los animales son seres sintientes, la cual modifica el código penal, civil y dispone algunas pautas sobre cómo debe ser la relación entre Estado, animales y ciudadanía. Además, trajo a colación algunas decisiones que se tomaron en el extranjero, puntualmente en Argentina relacionadas con un chimpancé y otras con ríos y bosques', manifestó.

Cuando se conoció el fallo, explicó Mendoza, se creó un equipo de trabajo interno en el Zoológico.

'En ese equipo participaron todas las entidades involucradas Corpocaldas, Aguas de Manizales, Parques Nacionales, el Ministerio de Medio Ambiente y el Zoológico de Barranquilla. Allí se concluyó que devolver al animal generaba un impacto negativo, produciendo un mal mucho mayor.

Analizando esta situación el Zoológico interpuso una tutela. Demostramos que era un sitio adecuado para él y por último, manifestamos que en el caso se violó el debido proceso, puesto que era imposible una defensa adecuada, ya que esa acción no estaba dada dentro de unas bases comunes del Derecho', apuntó.

'El oso está muy bien', dijo Cristian Olaciregui, jefe de conservación del Zoológico de Barranquilla.

'Él no tuvo problemas de adaptación, pues es un animal que desde su nacimiento estuvo fuera de la población natural de osos. En el Zoológico cuenta con atención veterinaria permanente, con una nutrición balanceada y el estímulo de otros animales, tanto de su misma especie como la hembra con la que comparte recinto y otros individuos como un grupo de primates'.

Los biólogos nunca contemplaron la reproducción puesto que tanto el macho como la hembra estaban casi por fuera de su etapa reproductiva. Para Olaciregui es importante puntualizar sobre este tema debido a que en la actualidad, el valor de los osos andinos bajo cuidados humanos tiene un papel educativo ya que estos animales no se están reproduciendo en ningún país con el objetivo de reintroducirlos a su medio natural cuando dependen de los humanos por las pocas posibilidades que tienen de supervivencia.

Clima y dieta

Una de las razones que preocupó por el traslado del oso a Barranquilla fue el clima.

'Lo que mencionamos respecto a este tema es que hay una población natural de osos andinos en Perú que viven al nivel del mar en bosques secos a 40 grados centígrados. En el imaginario está que es una especie exclusiva de tierras altas, lo cual no es cierto. Está demostrado que ellos se mueven a través del Amazonas y cruzan valles para llegar a las montañas', dijo.

'El oso tiene una vida segura, bajo buenos cuidados; donde vivía se alimentaba de concentrado, lo cual es antinatural en cuanto a requerimientos alimenticios. Si bien es cierto aquí no come las plantas que comería en vida silvestre, sí se están simulando con las vitaminas y minerales en una dieta a base de frutas y verduras. El concentrado es muy alto en grasas, a nosotros nos llegó un oso obeso que ahora tiene un peso ideal lo que incide en su salud', explicó.

Olaciregui apuntó además que al haberse escapado de la reserva era posible que Chucho, por ser un animal 'peligroso', fuera un riesgo para los pobladores y a su vez estos significaran un riesgo para él.

'Al no identificar el peligro — por vivir siempre rodeado de humanos— podría ser fácilmente blanco de cazadores', agregó.

Incertidumbre

La revisión de la Corte Constitucional genera cierta incertidumbre para el equipo del Zoológico porque 'no sustentan lo que van a analizar'.

'En la revisión participarán animalistas, ambientalistas y congresistas que hayan tenido relación con leyes en pro del medio ambiente. Nosotros solicitamos la intervención del instituto Von Humboldt y presentamos documentos que respaldan el trabajo que se ha hecho por el bienestar del oso. La Corte es un órgano de cierre Constitucional podría tomar decisiones relacionadas con el uso del Habeas Corpus en animales, revocar la tutela o ratificar la decisión. La respuesta ahora mismo no la tenemos'.

A unos cuantos metros, en su espacio de exhibición, Chucho esperaba su ración de alimento mientras se bañaba a sus anchas en una piscina. El animal jugaba descomplicado con un pedazo de madera, sin sospechar el inmenso debate sobre derechos de los animales que desencadenó desde su llegada a Barranquilla.