'¿Viaja usted a la Costa Atlántica? ¿Proyecta usted una corta y agradable excursión de recreo durante sus vacaciones? ¿Desea usted cambiar de clima, tomar baños de mar? ¡Reserve usted su pasaje en el hidroavión! El máximum de seguridad, de rapidez y confort para una excursión a la Costa', así anunciaban en un periódico para 1919 los viajes de Scadta, la sociedad colombo-alemana de transportes aéreos. La segunda aerolínea del mundo y la primera de América.
Llegaban a Barranquilla los miércoles y sábado a las 11:30 de la mañana. No había pista de concreto, debían acuatizar en el Río Magdalena. El centro de operaciones por aquél entonces era en Veranillo, en está ciudad.
Alcanzar el cielo, ¿quién no lo quiere? Desde Ícaro en la mitología griega, hasta los pueblos prehispánicos que con el uso de plantas alucinógenas y toxinas animales buscaban obtener un estado alterado de conciencia y crear el ‘vuelo chamánico’. Pero la historia tangible se da a inicios del siglo XX con los hermanos Wilbur y Orville Wright en 1903.
Solo 16 años después, el pionero de la aviación norteamericana William Knox Martin llega a Barranquilla. Junto a Mario Santodomingo realiza el primer vuelo de transporte aéreo entre Barranquilla y Puerto Colombia.
Todos los ojos estaban en la capital del Atlántico para ese momento.
Así empieza la historia de los 100 años de Scadta en la exposición que se encuentra por estos días en el Museo Mapuka de la Universidad del Norte en el marco de Cátedra Europa. Un recorrido en el que las miradas se las roba una fotografía aérea de Barranquilla de 7 metros por 4 metros ubicada en el centro y tomada en 1939.
Sin embargo a su alrededor hay elementos que cuentan la historia del desarrollo de la ciudad. Desde cómo entró la aviación hasta el fin de Scadta —que ahora es Avianca—, fundada por el empresario alemán Werner Kaemvaron, Albert Tietjen, Stuart Hosie, Ernesto Cortissoz, Rafael Palacio, Cristóbal Restrepo, Jacobo Correa y Aristides Noguera el 5 de diciembre de 1919.
Panorámica
Empezando por lo que atrapa la atención de quienes entran en la sala. Aquella fotografía de hace 80 años en la que muchos empezarán a relacionar sitios clave como el entonces estadio de béisbol y los caños cercanos al Río Magdalena.
'La sección científica de Scadta empezó a desarrollar la fotografía aérea para tener información geográfica, exploración de hidrocarburos, entre otros. Esta es la primera en el país, se trata de Barranquilla en 1939', explica Juan Guillermo Martín, director del museo.
Llega a la exposición luego de unos vuelos de fotografía aérea que estaban en el Archivo Histórico de la ciudad. A partir de ahí se busca la forma de dar a conocer la información y se decide escribir el libro Barranquilla, paisaje aéreo (1939) que será presentado hoy a las 10:30 de la mañana en la charla ‘Memoria recuperada de una ciudad pionera’, en la que el rector de la institución, Adolfo Meisel, hablará del legado de Scadta en sus 100 años.
Pero ¿cómo lograr una imagen aérea de la ciudad cuando la tecnología no brindaba esas herramientas? 'El avión va pasando a una altura determinada tomando una secuencia de fotos de la tierra, después lo que se hace es un traslape (área que comparten dos fotografías aéreas colindantes) de esas fotos para hacer la reconstrucción', señala Martín.
Agrega que para esto se utilizaban dos fotografías y un estereoscopio para tener el relieve de la imagen.
Se trata de una sincronización entre altura, velocidad del avión y fotografía. Cada fotografía del vuelo era revisada posteriormente. Una misión que permitió este fotomosaico que hará que muchos intenten buscar lugares claves.
La historia
Que un alemán se haya propuesto recorrer el mundo con tres amigos y al llegar a Barranquilla haya visto un avión y decir que ese era su futuro no es una historia muy común para 2019. Sin embargo el capitán Billy Series, curador de la exposición, lo sabe y cuenta muy bien porque su papá, Franz Series, fue el protagonista.
Elementos de su colección personal se juntan con los del Colegio Alemán de Barranquilla para reconstruir el pasado de la aviación.
'Empezaron con aviones anfibios. Eso es magia. No es la historia que empieza con un aeropuerto, ni con una pista de aterrizaje. Se trataban de acuatizajes en una pista llamada Río Magdalena y fue el Junkees F-13 el avión que llegó', señala Carla Baquero, coordinadora educativa del museo. El destino inicial era Puerto Colombia.
En 1920 los aviones llegaron a Puerto Berrío. Era un espectáculo nunca antes visto, por lo cual la población esperaba a esas pocas personas que venían volando como un pájaro de quién sabe dónde.
¿Qué de diferente tenían Barranquilla y Puerto Berrío a aquellas capitales europeas de donde venían los aviones? La lista puede ser larga, pero lo importante era el clima. Por lo cual el ingenio fue clave para solucionar y que los aviones siguieran sorprendiendo en los cielos colombianos, sobre todo costeños.
Cuando llegaron a Colombia tuvieron problemas de temperatura en el motor porque el clima no era el mismo. El ingeniero Wilhem Schnurbusch le modificó el radiador y le puso uno de camión. Con eso solucionó el problema y el 9 de septiembre de 1920 se hizo el vuelo inaugural Barranquilla – Puerto Berrío.
Una de esas aeronaves fue las que piloteó el capitán Series que, al terminar su viaje por el mundo, se enroló en la Fuerza Aérea Alemana. No quiso ir a la guerra, se mantenía firme en la atracción que sintió por Barranquilla y así fue.
'Llegó y se presentó en las instalaciones de lo que ahora es la Escuela Naval, ahí quedaba la terminal de Scadta. En ese momento no estaban solicitando pilotos, así que decidieron contratarlo como copiloto para que se fuera familiarizando con las rutas de la compañía', relata su hijo. Sin embargo, a los ocho días consiguió su objetivo: era piloto de Scadta.
Eso fue para 1934. Los viajes, que ahora duran una hora, en ese momento se tardaban un día. El asunto no era tan sencillo porque no había computadoras o GPS indicando todo, los árboles y demás elementos en tierra eran la clave para saber cómo iba todo.
'Siempre se aterrizaba contra la corriente. Hacían un sobrevuelo por el río y acuatizaban. Muchas veces se encontraban con troncos flotando y tenían accidentes'.
Más destinos
¿Y por qué no llegar a la capital? Una suma de dinero estaba de por medio para llegar hasta el altiplano. Scadta se preparó y lo logró… con otras modificaciones.
Debió ponerle tren de aterrizaje porque para ese momento solo había hidroaviones, entonces apareció la aeronave ‘Bogotá’ con la que conquistó el cielo bogotano el 11 de diciembre de 1920 desde Barranquilla.
'En 1925 ya Scadta conquista los cielos de Estados Unidos y Centroamérica. En 1925 obtienen el reconocimiento de la Medalla de Boyacá con el primer vuelo internacional', rememora Baquero.
Barranquilla escribió otra página en la innovación. Fue la primera ciudad a nivel mundial en realizar con éxito el primer vuelo en un Dornier Wal por Centroamérica, Cuba y Estados Unidos. Eso fue el 10 de agosto de 1925. La expansión siguió por Ecuador y Venezuela para 1928, y un año después en Argentina, Chile y Uruguay.
Pérdidas
Una esquina de la exhibición está destinada a una 'pérdida irreparable', como se titula. Fueron numerosos accidentes, pero el más impactante sucedió el domingo 8 de junio de 1924.
En este murieron Guillermo Fisher, Christel Meyer, Ernesto Cortissoz, Helmuth Von Krohn, Fritz Troost y Albrecth Nickisch Von Roseneck.
'Frente a 5 mil barranquilleros que estaban haciendo una campaña para obtener fondos para la canalización de Bocas de Ceniza ellos se subieron para hacer piruetas en el aire, pierden el control del avión y cae en el patio de la casa de la familia Glen', recuerda Baquero.
La historia también incluye un capítulo de guerra. En 1932, en la guerra contra el Perú se transformaron varios aviones Curtis Hawk en Barranquilla provenientes de Nueva York, así como dos de los Junkers que ya estaban.
Para 1933 se acaba la guerra y los pilotos alemanes se convierten en héroes nacionales. Siete años después, según los registros históricos, llegó el fin de Scadta. El primer paso fue fusionarse con Saco, una aerolínea que tenía como accionista principal al Estado y luego la creación de Aerovías Nacionales de Colombia —actualmente Avianca—. Todo bajo la tensa situación de asociarse con Estados Unidos y los países del eje.
Una ley motivó al despido de todos los empleados alemanes. Se trató de la nacionalización de la aviación civil en Colombia. El fin de la apertura de cielos desde Barranquilla, de la primera aerolínea del continente y la segunda del mundo, Scadta, que cruzó fronteras desde Veranillo.





















