El panorama financiero colombiano vive una evolución constante hacia una mayor inclusión y acceso gracias al impulso de la tecnología. Mientras la banca tradicional mantiene una red física que brinda confianza y atención personalizada, especialmente en zonas rurales, las compañías de financiamiento digitales y las fintech también están ganando terreno con modelos ágiles y accesibles desde cualquier dispositivo.
A pesar de los avances en inclusión financiera, persisten diferencias significativas entre territorios. Según los últimos datos de la Superintendencia Financiera de Colombia, en las zonas rurales, el acceso a productos financieros es del 65,6 %, frente a una cobertura cercana al 100 % en las zonas urbanas, lo que evidencia que la distancia geográfica y la falta de infraestructura siguen siendo barreras para la equidad financiera en el país.
El CEO de la compañía de financiamiento KOA, Jonathan Mishaan, menciona que, ‘’la tecnología, la educación financiera y la confianza son pilares esenciales para cerrar la brecha entre el acceso y el uso real de los servicios financieros. La tecnología amplía el alcance, la educación fortalece las decisiones y la confianza convierte el acceso en hábito. Cuando estos tres factores se integran, la inclusión financiera se transforma en bienestar sostenible’’.
Y es que, uno de esos factores que más influye en esa brecha es la relación entre los usuarios y las entidades financieras que no se limita a una transacción, también depende de la credibilidad, la claridad de la información y la seguridad que perciben. En zonas rurales o menos digitalizadas, la presencia física de la banca tradicional continúa siendo un ancla de confianza, aunque las plataformas digitales también están demostrando en estos lugares que la tecnología también puede ser cercana y segura, así como en las ciudades siguen ganando terreno.
Bajo ese contexto, es que la tecnología ha sido clave para ampliar el acceso de las personas a cualquier producto financiero. Bancos digitales y compañías de financiamiento están cerrando la brecha en zonas rurales con soluciones ágiles y accesibles. Hoy, los canales digitales permiten que más colombianos, sin importar su nivel de ingresos o experiencia, puedan ahorrar, invertir y gestionar su dinero de forma segura y sencilla.
Mishaan enfatiza que el desafío de los próximos años será consolidar un sistema más competitivo, eficiente y orientado a las necesidades reales de los usuarios. Los nuevos patrones del mercado, junto con los avances normativos y tecnológicos, marcaran el rumbo de una economía más dinámica y conectada con la vida cotidiana de las personas.





















