El anuncio del ministro de Hacienda, Germán Ávila, de ajustar la meta de recaudo de $26,3 billones a $16,3 billones y plantear modificaciones en varios de los impuestos más polémicos como el de combustibles, cerveza, boletería de espectáculos y juegos de azar, sigue generando opiniones negativas en los expertos económicos.
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Según analistas consultados, la propuesta es un esfuerzo insuficiente frente al verdadero tamaño del déficit fiscal.
El centro de pensamiento Anif sostuvo que la situación fiscal del país es preocupante, el gasto elevado y los bajos niveles de ingresos han ocasionado un déficit fiscal enorme.
“Dado esto, a lo largo del año desde Anif hemos recalcado la importancia de una reforma fiscal que se enfoque principalmente en solucionar las inflexibilidades del gasto. Por eso, consideramos que una reforma tributaria que gravaría más a las mismas personas y que sigue sobrecargando a los mismos sectores económicos no es la solución para los problemas fiscales que enfrenta el país”, indicaron.
En ese sentido, agregaron que como ha ocurrido en el pasado, el recaudo esperado por eficiencia de la DIAN genera serias dudas, dado que en años anteriores estas metas no se han materializado.
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“Una reforma tributaria factible y sostenible debería enfocarse en ampliar la base gravable del impuesto de renta, replantear el esquema del IVA, incentivar la inversión y, de manera ideal, reducir la carga tributaria a las empresas. Asimismo, como hemos insistido en varias ocasiones, una estrategia fiscal responsable debe partir de una reducción significativa del gasto público. Esta medida no solo es indispensable para balancear las finanzas públicas, sino también para fortalecer la legitimidad del tamaño y eficiencia del Estado”, puntualizó Anif.
José Manuel Restrepo, ex ministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, sostuvo que la reforma tiene un problema de origen y es que está mal concebida, carece de estructura técnica y, aún con las correcciones, no resuelve el desequilibrio en las cuentas públicas.
“El déficit real del presupuesto asciende a $55 billones, muy lejos de los $10 billones que el Gobierno plantea recortar y el monto ajustado es insuficiente para un presupuesto que tiene un desbalance mínimo de $55 billones. Lo que hace falta es un ajuste profundo, que pase por reducir el derroche y el exceso de gasto público”, socializó Restrepo.
María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, sostuvo que la solución a la crisis fiscal no puede ser más impuestos a las mismas empresas y ciudadanos.
“Colombia necesita disciplina del gasto, crecimiento e inversión para sanear las finanzas públicas de manera sostenible”, indicó.