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No podían faltar los momentos jocosos de la noche. La gente de Barranquilla, fiel a su estilo ‘mamagallístico’, le dio la bienvenida al uruguayo Alfredo Arias, nuevo técnico de Junior en reemplazo del venezolano César Farías.

Cuando el timonel charrúa, junto al preparador físico Ignacio Berriel y el asistente técnico Juan Manuel López, con una visible mezcla de cansancio y emoción, trataban de meter las maletas en el carro del gerente general del club rojiblanco, Héctor Fabio Báez, quien fue a recogerlos al aeropuerto Ernesto Cortissoz, una persona que buscaba salir del parqueadero, detuvo su auto cerca al de Báez y gritó ante todos los periodistas que se esmeraban por captar imágenes del nuevo cuerpo técnico del ‘Tiburón’: “¡Pilas que llegó Altafulla!”.

La dosis de espontaneidad que hizo alusión al artista barranquillero que recientemente ganó el reality ‘La casa de los famosos’, de RCN, no fue el único instante peculiar en el arribo de Arias y sus dos hombres de confianza.

Antes de llegar hasta el vehículo de Báez, en medio de las escasas palabras que soltaba a los periodistas en su andar, un aficionado lanzó una particular petición: “¡Traiga a Jarlan! ¡Traiga a Jarlan! ¡Traiga a Jarlan!”.

Tres veces, con energía, gritó a los vientos el sujeto consecutivamente. No parecía broma por el tono serio de su voz, aunque muchos lo tomaron así por lo resquebrajada que está la imagen del volante samario ante buena parte de la afición desde su partida de Junior, a finales de 2018, en su momento de mayor valorización y sin dejarle ningún beneficio económico a la institución, la cual apostó por él durante varios años en medio de sus altibajos. No quiso renovar contrato y se marchó libre.

Rafael Castillo Vizcaíno/El HeraldoEl uruguayo Alfredo Arias escuchó cuando un aficionado le gritó: “¡Traiga a Jarlan!”.

Aparte de esa situación, lo que más animadversión generó hacia Jarlan fue su comportamiento cuando llegó al Atlético Nacional tras su intrascendente paso por Rosario Central en el fútbol de Argentina.

El samario, con ingratitud, y quizá en infantil e inadecuada respuesta a los insultos y matoneo de la fanaticada de Junior por ir a jugar al cuadro verde, besar su escudo y hasta cantar el himno de Antioquia, protagonizó una serie de escenas y declaraciones, en el estadio Metropolitano, en las redes sociales y en ruedas de prensa, en las que provocaba y se burlaba del equipo rojiblanco en el que surgió profesionalmente y del cual era confesó hincha.

En todo caso, se escuchó claramente el “traiga a Jarlan” del solitario aficionado. El periodista Sergio Vargas, de Habla Deportes, le preguntó a Arias al respecto y el charrúa no se comprometió, gambeteó la cuestión, como es apenas lógico teniendo en cuenta que apenas estaba llegando a la ciudad para finiquitar y formalizar su vinculación al club.

“Mañana hablamos, tengo que cerrar todo, definir todo”, expresó diplomáticamente el entrenador para escabullir ese espinoso tema de un jugador que acaba de conocer de cerca y dirigir en el Deportivo Cali.

Junior está buscando un volante 10, pero, según las informaciones que ha conocido EL HERALDO, no se trata de Barrera.