El partido que disputaron Millonarios y Junior el pasado miércoles, en el estadio El Campín, de Bogotá, dejó varios momentos lamentables.
A la agresión del gerente del cuadro embajador, Óscar Cortez, al lateral derecho Wálmer Pacheco al término del primer tiempo, y a la demora que tuvo que tener el plantel rojiblanco y los árbitros del juego para salir del campo cuando acabo el encuentro por intentos de agresión de parte de los aficionados locales, hay que agregar otro hecho para el olvido.
Cuando ya habían pasado varios minutos de haber finalizado el compromiso, el asistente técnico de Junior, Juan Manuel López, sufrió un impacto con una botella en su cabeza, lo que provocó que por un momento perdiera el conocimiento y fuera retirado en camilla.