¿Un campeón sin sufrimientos?… Solo en la final. Sí, la serie decisiva ante Deportes Tolima no solo es la de menos dramas y angustias de la historia rojiblanca, también la de más marcada superioridad en los anales de los torneos cortos en Colombia.
Las lágrimas de Léider Frías, el utilero de Junior
Aunque no hubo banquete de uñas, credo en la boca y crucifijo en las manos durante la finalísima, como en anteriores desafíos, Edwin Herrera cuenta y recalca que sí existieron dolor y lágrimas antes de llegar a ese holgado y glorioso triunfo.
“Siempre se sufre, lo que pasa es que la gente no se da cuenta durante el semestre, las noches sin dormir, los días tristes, los días lejos de casa, lejos de la familia. Siempre hay un sufrimiento, pero eso se ve recompensado al final y creo que en esta final lo vivimos de esa manera”, expresó Herrera en diálogo con EL HERALDO.
“También hay lágrimas y momentos donde uno cree que está lejos de lograr el objetivo, esos son los momentos más amargos, las pérdidas que mucha gente no sabe, pero bueno, eso siempre se ve siempre recompensado al final, Dios es fiel”, ratificó el cartagenero portando orgulloso su medalla de campeón.
El lateral ambidextro fue una de las voces más emotivas tras la consagración del equipo barranquillero en la Liga II, luego de vencer 1-0 al Deportes Tolima en Ibagué y sellar un contundente 4-0 en el marcador global. Para el defensor, la clave del título estuvo en la unión, el sacrificio silencioso y la fe que sostuvo al grupo durante todo el semestre.
“Principalmente el compromiso de un grupo que tuvo mucha humildad. Un equipo que siempre se entregó por completo durante todo el semestre. Los cuadrangulares fueron la muestra de eso y afortunadamente fue una final soñada. No sé si se vuelva a repetir, pero es un día para celebrar, disfrutar y quitarnos el sombrero por este grupo”, manifestó Herrera, quien constantemente agradeció a Dios por el logro alcanzado.
El dominio de Junior en la serie final fue evidente, ganando ambos partidos y manteniendo su arco en cero.
“Ha sido un sueño, algo que ni en los mejores sueños había pensado. Dios se encargó de cumplirlo”, declaró el futbolista bolivarense.
Con este campeonato, el lateral suma su segundo título en tres años con el club, un recorrido que incluye más de 130 partidos disputados y un rol constante dentro de la nómina titular, alternando por ambas bandas. Su balance personal no puede ser más positivo.
“Mi familia está muy feliz en este hermoso equipo. He vivido algo soñado: en tres años, dos títulos y una continuidad que ni en los mejores sueños había imaginado. Dios se encargó de cumplirlo”, señaló.
Herrera también dejó claro su deseo de continuar defendiendo la camiseta rojiblanca. “Anhelo estar aquí, le tengo amor a estos colores y me siento muy agradecido con Barranquilla y con todos los que han hecho parte de este proceso”, añadió.
























