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En medio del calor y la energía vibrante de Barranquilla, un nuevo rostro empieza a hacerse familiar en las canchas de tenis del Parque de Raquetas. Adrián Soriano, joven tenista nacido en Barcelona pero con profundas raíces colombianas, está listo para debutar en el Challenger 75 KIA Open y no ha pasado desapercibido, no solo por su juego, sino por la conexión sincera y espontánea que ha mostrado con el país que eligió representar.

Es la primera vez que Soriano participa en un torneo en Barranquilla, aunque no es su primer contacto con la ciudad. Hace apenas tres meses estuvo entrenando acá y, desde entonces, confiesa estar “enamorado”. “Todo, no sé, la vibra, la gente, la manera de estar... conecté. Hay algo acá que me hace sentir bien”, cuenta con entusiasmo.

Y es que, para Adrián, no se trata solo de un sitio más en su calendario profesional: la cercanía al mar, el calor humano, la música en las calles y la energía contagiosa del Caribe lo hicieron sentir como en casa. “Me siento muy cómodo y muy a gusto”, afirma con una sonrisa.

Aunque no ha tenido la oportunidad de vivir el Carnaval de Barranquilla, sabe de su importancia y lo tiene en su lista de pendientes. “Sé que es una de las fechas más importantes aquí, la gente sabe celebrarlo. Me gustaría vivirlo algún día”, dice. También se ha percatado del carácter especial de los barranquilleros, a quienes describe como personas alegres, movidas y con una capacidad innata para la fiesta. “Son gente muy alegre, me gusta estar rodeado de eso”.

El caso de Soriano va más allá de una simpatía por Colombia. En un deporte donde las decisiones de nacionalidad pueden tener peso estratégico, él tomó una elección profundamente personal: representar a Colombia en lugar de España. Aunque nació en Barcelona, su madre es oriunda de Bucaramanga, y su vínculo con el país se ha construido desde la infancia. “Vengo desde que tengo menos de un año. Cada año veraneo acá tres meses, por tanto son como 16 años viniendo regularmente. Conecto bastante con la cultura. Me siento muy representado por Colombia”, explica.

El cambio no solo le abrió las puertas para integrar el equipo de Copa Davis, sino que también le reafirmó que había tomado el camino correcto. “Es la mejor decisión que he hecho en mi vida tenística y personal. Todo lo que he podido hacer gracias a esa decisión me confirma que estuve súper bien”, asegura.

La recepción del equipo nacional ha sido otro de los grandes regalos. Según cuenta, ha sido acogido con los brazos abiertos tanto por el cuerpo técnico como por sus compañeros, con quienes ha construido una relación de respeto y cercanía. “Me hacen sentir como uno más de la familia”, agradece.

Con respecto al torneo que disputa en Barranquilla, se muestra ilusionado. “Con ganas. Este deporte tiene cosas que uno no puede controlar, pero llego con el trabajo bien hecho y con muchas ganas de que todo salga bien”, declara.

Adrián Soriano es, entonces, más que una promesa del tenis: es un símbolo de esa identidad compartida que a veces va más allá de los documentos y los acentos. Su historia no solo habla de raquetas y torneos, sino también de arraigo, de amor por una cultura y de una decisión que, más que deportiva, ha sido del alma.

Arranca el KIA Open

Con la realización del Challenger 75 KIA Open, el tenis profesional vuelve a vibrar en la capital del Atlántico. El evento se disputará en el Complejo Distrital de Raquetas de Barranquilla desde este domingo hasta el 16 de agosto, y reunirá a más de 60 tenistas internacionales que competirán por 75 puntos ATP y una bolsa de premios de 100 mil dólares.

La jornada inicial del torneo comenzará este domingo con la fase de clasificación o Qualy, en la que se definirán los seis cupos al cuadro principal. Esta etapa se extenderá hasta este lunes mañana, día en que también iniciará oficialmente el cuadro principal, conformado por 32 jugadores en sencillos. La final se disputará el sábado 16 de agosto.