No para la violencia en el fútbol colombiano. A la suspensión del juego entre Patriotas y Deportivo Pereira, el domingo pasado en el estadio la Independencia de Tunja, por falta de garantías tras la invasión de unos hinchas del conjunto local, se le sumó la riña que protagonizaron las barras del Real Cartagena en la tribuna oriental del estadio Sierra Nevada, de Santa Marta, durante el juego contra Unión Magdalena, en la séptima jornada de la Primera B.
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El partido se encontraba 2-1 a favor de los ‘Heroicos’, en medio de una nueva buena actuación de Teófilo Gutiérrez, con participación en las dos anotaciones, cuando comenzó el lío en la gradería oriental, que estaba con una buena cantidad de fanáticos auriverdes.
Corría el minuto 55 del partido en el momento que se prendió la tángana entre seguidores del Real. Puños, patadas, lanzamiento de sillas y enfrentamientos con armas blancas se apreciaron en la grada de los visitantes.
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Uno de los hinchas fue retirado en camilla por la Cruz Roja, con heridas de arma cortopunzante.
El árbitro Julián Muñoz Luna decidió suspender el partido al percatarse de los hechos violentos. La pausa se extendió por unos 33 minutos.
Los equipos estuvieron en el gramado de juego viendo el lamentable enfrentamiento y esperando la determinación del juez central. Luego, al observar que la situación se alargó, entraron a los camerinos.
Cuando la Policía logró controlar el barullo y evacuar a la fanaticada auriverde, se pudo reanudar el compromiso. Aparentemente la reyerta solo fue entre los seguidores visitantes.
Los aficionados del Unión Magdalena se encontraban en la tribuna occidental.
El partido se reanudó posteriormente y culminó empatado 2-2.
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