Compartir:

El nombre de Stephen King suele asociarse con cementerios embrujados, hoteles malditos y monstruos escondidos en las alcantarillas. Por eso resulta desconcertante —y fascinante— que La vida de Chuck, su más reciente adaptación al cine, sea descrita por su director como una de las historias más alegres que jamás haya filmado.

Lea ‘La huésped’, lo nuevo de Netflix con Carmen Villalobos presenta sus primeras imágenes

Basada en un relato corto incluido en la colección If It Bleeds (2020), la cinta se estrena este jueves en las salas de Colombia y promete desarmar las expectativas: no es una historia de terror, sino un retrato íntimo, emotivo y a ratos cómico de un hombre común llamado Charles Krantz, narrado en tres capítulos que recorren su vida… hacia atrás.

Mike Flanagan, cineasta que ya ha dejado su huella en el universo King con títulos como Doctor Sueño y El juego de Gerald, recuerda perfectamente el momento en que conoció esta historia: “Leí la novela por primera vez en abril de 2020, en plena cuarentena. Lloré durante toda la lectura. Sinceramente, nunca había leído algo igual; ni de Stephen King, ni de nadie”, confiesa.

Aquí ‘Haz que regrese’: el nuevo y retorcido ritual de los hermanos Philippou

Tanto lo marcó que esa misma noche escribió un correo al autor para pedirle los derechos. La respuesta, en ese entonces, fue que se concentrara en otro proyecto, La Torre Oscura. Pero Flanagan no soltó la idea: “Durante años me obsesioné con la historia y le decía a todo el que me escuchara que, si podía hacer la película que tenía en la cabeza, sería la mejor de mi vida”.

El propio King, que suele estar atento a las adaptaciones de su obra, acabó cediendo. “Un día me dijo: ‘¿Sabes qué? Hagámosla’. El resto es historia”, resume Flanagan.

Además La cocina de Sabor Barranquilla enciende fogones con 53 shows en tarima

Diamonds Films Colombia/Cortesía

Una historia luminosa en tiempos oscuros

Aunque la premisa parece apocalíptica —un mundo que colapsa mientras se despliega la memoria de un solo hombre—, el director insiste en que el relato de King es lo contrario al pesimismo: “Una de las grandes sorpresas que me llevé al leer la historia fue lo increíblemente positivo y optimista que era el tono general. Brotaba de la página como una auténtica celebración de la alegría y del arte”, explica.

Flanagan leyó La vida de Chuck cuando el planeta entero estaba atrapado por la incertidumbre de la pandemia: “Era un momento en el que parecía que el mundo se estaba desmoronando. Este mensaje me llegó cuando realmente lo necesitaba, y lo que me asombra es que sigue teniendo la misma resonancia hoy en día, cuando todavía parece que las cosas no están bien y el caos se multiplica”.

También ‘Michi’: una juniorista desde la cuna que descresta con su ‘pinta’ y sabor

Por eso decidió filmar una película que sus propios hijos pudieran encontrar en algún momento de sus vidas, como un recordatorio de que el final no siempre es motivo de miedo, sino también de gratitud. “Nunca trabajé en algo más alegre. Nunca trabajé en algo así, una película que no tiene ni una pizca de cinismo”, afirma.

Diamonds Films Colombia/Cortesía

Un elenco de lujo para un experimento narrativo

Parte de esa alegría se tradujo en la experiencia de rodaje, que reunió a actores con los que Flanagan ya había compartido proyectos y a nuevas caras. El reparto incluye nombres que por sí solos llenan titulares: Tom Hiddleston, Chiwetel Ejiofor, Karen Gillan, Mark Hamill, Jacob Tremblay y Matthew Lillard.

Más La ‘Verbena’ de cuentos de Cristina

La estructura del filme también fue un reto: La vida de Chuck se cuenta en tres capítulos que retroceden en el tiempo, cada uno con un reparto, un estilo visual y hasta una relación de aspecto distintos. “Nuestras vidas solo tienen sentido cuando las miramos hacia atrás. Eso fue lo que me encantó de la estructura del cuento. Era increíblemente poética, y yo quería protegerla”, señala Flanagan.

Entre las escenas más recordadas del rodaje está un momento de pura euforia: la secuencia de baile de Tom Hiddleston, acompañada por Annalise Basso y la baterista Pocket Queen. Flanagan no duda en llamarla “la imagen más destacada de lo que es La vida de Chuck”. Y recuerda: “Los primeros cuatro días de rodaje filmamos esa secuencia. Por las noches me dolía literalmente la cara de haberme reído tanto viendo a Tom y Annalise. Fue un comienzo increíble”.

Lea ‘Las locuras de Silvestre’ se toman el Malecón del Río

El cambio de reparto en cada capítulo también le dio al director la sensación de estar rodando varias películas en una sola: “Era como si termináramos una historia cada semana y media, y luego comenzáramos otra desde cero. Fue una locura, pero también parte de la riqueza de la experiencia”.

Diamonds Films Colombia/Cortesía

Más allá del terror

Aunque Flanagan es reconocido como uno de los grandes creadores del cine de horror contemporáneo, aquí se mueve en un registro distinto. “No se trata de una película de terror. El género no importa tanto como el mensaje y los personajes. Lo que más me interesa es el profundo amor por los seres humanos que compartimos Stephen y yo”, dice.

Aquí Rita Moreno afirma que la industria del cine es “muy cruel, no tiene corazón”

Esa humanidad conecta La vida de Chuck con otros relatos de King que escaparon del molde del miedo, como Sueño de fuga (The Shawshank Redemption) o Milagros inesperados (The Green Mile). El propio Flanagan lo resume diciendo que “King siempre ha dicho que no puede haber terror sin amor, y tampoco sin esperanza. Sus lectores lo saben. Esta historia es una prueba de eso”.

Un estreno para dejarse llevar

La película, producida por Flanagan junto a Trevor Macy, llega a las salas con la promesa de sorprender incluso a los seguidores más fieles de King. No hay criaturas monstruosas ni hoteles embrujados. En su lugar, hay un hombre común cuya vida es contada como si fuera la de un universo entero, con música, risas y una invitación a bailar.

Además Beéle, uno de los más nominados en los Premios Juventud 2025

El director espera que el público salga de la sala con una sensación particular: “Espero que los ayude a contemplar el mundo actual, los retos de cada una de nuestras vidas, y los anime a dejar a veces el maletín y dejarse llevar y bailar, sea lo que sea lo que eso signifique para cada uno”, concluye.

Este jueves, La vida de Chuck llega a Colombia con un mensaje inesperado: en medio del caos, la alegría todavía es posible. Y en el cine, hasta Stephen King puede ser un autor de esperanza.

También Los jueces detrás de la corona de Miss Universe Colombia