El Carnaval Internacional de las Artes sigue invitando a ‘la reflexión como espectáculo’, tal como lo dice su eslogan, que fue creado por el escritor y periodista Heriberto Fiorillo.
Este viernes, en el cierre de la versión número dieciséis, fue un nuevo día para deleitarse de la literatura, de letras ‘espesas y negras’ con el escritor mexicano Xavier Velasco, quien en 2003 se adjudicó el Premio Alfaguara por su novela ‘Diablo Guardián’.
La Cueva fue el epicentro del conversatorio, en el que el novelista nacido en Ciudad de México compartió con su colega Margarita Posada sobre el estado actual de la novela negra en nuestro continente.
Fue un verdadero ‘pulso diabólico’ en el que ambos novelistas abordaron este género.
Velasco aseguró que uno de los principios del escritor debe ser la 'disciplina', algo que 'aún le sigue costando' y acotó una anécdota de su gran obra 'Diablo Guardián'.
'Todo empieza por la disciplina, para mí 'Diablo Guardián' era una historia de un asesinato y no termina así', empezó diciendo en el conversatorio en La Cueva.
Y agregó que 'en México se ha dado mal la novela oscura, la negra'.
Por otro lado sostuvo que 'Un asesino solitario', de Élmer Mendoza, es la novela de humor negro que 'más le gusta'.
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'Soy un niño que sigue jugando'.
El novelista de 57 años, y quien desde que tenía nueve, comenzó a escribir como una forma de escape de las aulas, manifestó a los presentes que él no escribe para 'dejar huella'.
'Uno escribe contra el final y contra el origen. Yo no me hice escritor para dejar una huella; yo soy un niño que sigue jugando, encontré una forma de escape en la escritura cuando tenía nueve años porque no tenía amigos en el colegio', acotó.
El también autor de ‘Luna llena en las rocas’ reveló cuáles son esas características que debe tener una novela negra.
'Una buena novela negra es la que te ‘agarra’. Cuando uno se convierte en rehén de la novela, esa novela te está premiando. No sé si el autor se merece un premio, pero si te 'agarra', esa es la recompensa', agregó.
Eso sí, Velasco complementó que su 'gran ilusión es dar una novela negra de lo que no se esperan', que el lector de cierta forma se 'sienta engañado'.
El novelista confesó en medio de la charla con Margarita Posada que 'nunca lee' sus libros, pues aseguró que 'desde el momento en que los libros van a la imprenta, es de los lectores. El libro ya no es mío, aunque las regalías, sí (risas)'.
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Posada refirió en medio del conversatorio que hay dos tipos de escritor: uno cartógrafo, que sigue una línea, y otro, que es como una especie de marinero. Cuando le consultaron qué tipo de novelista era, éste manifestó 'que llega como puedo'.
'Toda mi vida he querido ser el que trabaja con el mapa, no tengo la característica de disciplinarme. Yo soy el típico que llega como puedo, pero lo saco, es como una cosa que ya tiene uno, me gusta vivir en el límite'.
Velasco reiteró en la charla 'que es 'un novelista que se dedica a contar mentiras y las acomoda'.
Además de ‘Diablo Guardián’, Velasco también ha deleitado a los amantes de las letras y versos con otros títulos como ‘Una banda nombrada Caifanes’, en 1990, ‘Cecilia’ (1994), ‘El materialismo histérico’, en 2005, ‘Luna llena en las rocas’ (2006), ‘Este que ves’, en 2007; ‘Puedo explicarlos todo’ (2010) y, ‘La edad de la punzada’, en 2012.
