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Alejandro Lyons De La Espriella, padre del ex gobernador de Córdoba en el anterior periodo, Alejandro Lyons Muskus, está ultimando unos asuntos personales para entregarse a la justicia y dar cumplimiento a la decisión de un juez de garantías de Montería, que el fin de semana le dictó medida de aseguramiento intramural y ordenó su detención.

Así lo sostuvo el abogado penalista Hernán Miranda, quien defiende los intereses del padre del exmandatario Lyons, acusado de los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

'Él está presto a acudir al llamado de la justicia, ahora que conoció de la orden de captura nos ha manifestado que será su deseo presentarse a las autoridades. Quiere finiquitar unas cosas personales para cumplir con la orden de captura que profirió el juez', precisó el abogado Miranda.

Según la Fiscalía, Lyons De La Espriella conoció del fraude a los recursos públicos que hizo su hijo durante su administración y se prestó para la adquisición de al menos 15 fincas por una suma aproximada de $8.000 millones, la mayoría en zona rural de Sahagún y compradas supuestamente con los dineros de la corrupción.

El abogado defensor de Lyons De La Espriella apeló la decisión del Juzgado Segundo Municipal Ambulante de Montería, tras advertir que – de antemano – respeta dicha decisión judicial.

'Apelamos con considerar que no se ajusta a muchas de las realidades que como defensa hemos expuesto. Para nosotros existen muchas explicaciones de cómo se adquirieron esos bienes', precisó el abogado del padre del ex gobernador Lyons.

Para la judicatura, la defensa del padre de Lyons no argumentó o justificó la procedencia de los dineros con los que compró los predios, todos en el tiempo en el que Alejandro Lyons fue gobernador de Córdoba. Se trata de las propiedades Holanda, el Papayal, Valle de Milán, la Nobleza, Guamal, el Delirio, la Línea, San José, Londres y la Loma.

De acuerdo con la Fiscalía, Lyons De La Espriella habría adquirido esas propiedades y las dejó a nombre de quienes vendieron, mientras que en otros casos las escrituró a terceras personas, con el argumento que era para el pago de deudas.

Varias de esas negociaciones – según la Fiscalía - fueron pagadas con dinero en efectivo empacado en tulas, en cajas y hasta en cavas de icopor.