La emergencia completa dos días y es ocasionada – según lo explica el coordinador operativo de la Defensa Civil, pedro Rivero – por el taponamiento de los canales que rodean al sector y cuyas aguas deben evacuar hacia el caño el Purgatorio, en los alrededores de la ciudad.
En medio de la actividad de socorro los voluntarios de la Defensa Civil han salvado a la comunidad de ser atacada por serpientes tipo Mapaná, que vienen en la creciente.
En las últimas horas tres de estos animales han sido exterminados, de casi dos metros de longitud cada uno.
Rivero reportó que el estancamiento de las aguas, que se aproxima a las rodillas, afecta por el momento a 1.150 viviendas.
Sin embargo, no se ha efectuado el censo por familias, toda vez que hay casas habitadas por dos y hasta tres hogares.
'La situación es grave porque la creciente no baja, todo producto del estancamiento de aguas lluvias y crecientes de monte.
Por ahora hemos evacuado a los niños, a los adultos mayores y a las personas discapacitadas, hacia las zonas altas y secas', precisó el coordinador operativo de la Defensa Civil en Córdoba.
El organismo de socorro que protagoniza la atención a los afectados junto con la Brigada XI, instaló un puesto de mando unificado en coordinación con la Alcaldía de Montería, donde además existe la logística con suero antiofídico, para reaccionar en caso que se registren accidentes relacionados con mordeduras de serpientes.
'Estamos prestos con un grupo de acción mientras seguimos ayudando a la gente en lo que esté a nuestro alcance como Defensa Civil', precisó el líder del organismo de socorro.
Afectados como Emiro Ramos, quien vive solo en una de las 1.150 casas inundadas, narró que lo perdió todo, incluso hasta el colchón en el que dormía. Ahora planea quedarse en el billar del sector, hasta que lo permita el propietario y hasta que lleguen las ayudas correspondientes
'Perdí todos los enseres, todo se mojó, incluso hasta una hamaca en la que solía descansar', narró el angustiado ciudadano.
El barrio Villa Jiménez de Montería surgió en el 2003, a partir de un programa de reubicación, pero el terreno escogido al parecer no reunía las condiciones para ser urbanizado.
En ese entonces era alcalde de Montería el abogado Luis Jiménez Espitia, de allí el nombre del sector.





















