Con la pujanza y el liderazgo que caracteriza a las mujeres del caribe colombiano Olga Rangel y Margarita Estrada han liderado un gran camino hacia la cultura ambiental.
Estas mujeres tienen historias de vida de superación inspiradoras que se han convertido en un ejemplo para todas las comunidades que viven en el municipio de Sitionuevo, y principalmente en Palermo, corregimiento donde hace varios años decidieron sentar cabeza y formar sus familias.
Margarita y Olga llegaron al territorio en el año 2002 en busca de mejores oportunidades y después de intentar muchas opciones de emprendimiento, Margarita encontró en el reciclaje, una alternativa de sustento para ella y su familia.
Por su parte, Olga comenzó a laborar en un comedor para los niños, donde las madres hacían una pequeña contribución a cambio de almuerzos. A partir de sus experiencias en esos primeros años, decidieron terminar el bachillerato y formarse como técnicas en Gestión Ambiental y con la activa participación en iniciativas de cuidado y conservación del medio ambiente, fueron consideradas como voceras y lideres por organizaciones públicas como Parques Nacionales Naturales de Colombia, Invemar, Corpamag, Ministerio de ambiente y desarrollo sostenible y otro privados.

Dentro de las muchas acciones en pro del desarrollo ambiental y social del corregimiento, se diseñó y construyó un centro de acopio de residuos, en donde se crea la organización local llamada Ecopalermo.
Este centro de acopio tiene como objetivo recoger, clasificar y gestionar todo lo referente en los residuos sólidos y orgánicos para mantener un ambiente sano.
El trabajo de estas mujeres se ha basado en desarrollar planes detallados para incluir programas de educación, iniciativas de salud pública, proyectos de infraestructura, actividades de capacitación laboral, cuidado del entorno, etc.

Mujeres empoderadas
Con todo este movimiento se comenzó a generar ingresos económicos a las familias de recicladores y en general a los colaboradores del centro de acopio, se crea una cultura de disposición de residuos, se involucra a la comunidad desde temprana edad a gestionar los residuos de una manera adecuada, educando y creando sociedades más responsables con su entorno.
Lo notable de esta gestión es el papel que cumplen las mujeres como Olga y Margarita, las cuales aportan perspectivas únicas, empatía y habilidades de colaboración que son fundamentales para abordar los desafíos socioambientales de esta población. Al desempeñar estos roles y desplegar actividades, estas mujeres, no solo contribuyen al desarrollo sostenible de sus comunidades, sino que también inspiran y empoderan a otras mujeres a seguir sus pasos y convertirse en agentes de cambio en sus propios entornos.
Siguiendo esta línea de gestión ambiental para la transformación social, el pasado 29 de abril de 2024 se realizó una jornada de siembra y recolección de residuos en una de las canchas de futbol más concurridas del área y sus alrededores. Esta actividad fue realizada en colaboración con Ingecol, Palermo Sociedad Portuaria, la Fundación Buenamar y otras organizaciones del grupo Coremar, la cual tuvo gran acogida y participación de los niños de la comunidad.

Árboles para una mejor calidad de vida
Margarita y Olga abrieron la jornada sembrando los primeros árboles y sirviendo de ejemplo a 50 niños de la fundación Buenamar, a quienes están educando para un mañana más próspero y sostenible. “Aprovechamos el espacio para recolectar residuos que se encontraban en el lugar, los cuales fueron entregados al centro de acopio para su disposición final, al tiempo que se enseñaba a los niños sobre el cuidado del medio ambiente y el papel que cumplen los árboles para los ecosistemas y cómo preservan la vida y el planeta”, explicó Margarita.

Estas mujeres como líderes de la comunidad, incentivan a nuestros niños a apadrinar estos árboles con el fin de mantenerlos en el tiempo y que a futuro no solo embellezcan su comunidad, sino que puedan seguir purificando el aire al absorber dióxido de carbono y otros contaminantes atmosféricos. Además, que proporcionen sombra y ayuden a reducir la temperatura, creando un ambiente más fresco y confortable para jugar al fútbol y para otras actividades al aire libre que normalmente se realizan en la zona.
Entre las especies que se sembraron se encuentran Gusanillo (Bucida buceras), Hobo (Erythrina edulis), Acacia, Roble morado (Tabebuia impetiginosa), Almendro (Terminalia catappa), Nen (Azadirachta indica), con una altura aproximada de 150 cm, se estima que árboles jóvenes como estos pueden absorber y almacenar alrededor de 5 a 10 kilogramos de CO2 por año durante su crecimiento. Estas especies se adaptan a las condiciones específicas del medio ambiente local, lo que facilita su mantenimiento y cuidado, con la participación activa de nuestros niños y en general de la comunidad.

Así como estas mujeres se convierten en protagonistas y referentes, participando activamente con gremios y trayendo a esta comunidad desarrollo ambiental que lleve al corregimiento de Palermo hacia un territorio más sostenible.



















