A las 4:12 de la tarde, tocó suelo colombiano el avión que trajo al papa Francisco desde Roma. El Sumo Pontífice llegó ayer a Bogotá para una visita de cuatro días a Colombia, en la cual invitará a los ciudadanos a que den 'el primer paso' en la reconciliación.
El papa Francisco pidió a los colombianos no dejarse robar la esperanza. 'Que nadie los engañe, no se dejen robar la esperanza', dijo Francisco a los fieles que se congregaron en la nunciatura en Bogotá antes de darles la bendición.
Francisco está de vuelta en América Latina para ayudar a Colombia a seguir 'adelante en su camino de paz', según expresó a los periodistas que lo acompañaron en el avión.
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El jefe del Vaticano apoyó sin vacilaciones el acuerdo que condujo al desarme y transformación en partido político de las rebeldes Farc después de medio siglo de enfrentamiento.
El papa fue recibido por el presidente Juan Manuel Santos y antes de iniciar su primer recorrido en el papamóvil, saludó a militares y policías heridos en combate.
En el aeropuerto, Emmanuel, el hijo de Clara Rojas –que estuvo en poder de las Farc– y quien nació en cautiverio, le entregó la escultura de una paloma, símbolo de paz (leer nota adjunta).
'Después de tantos años, guerra y conflicto, quién mejor que el Santo Padre para estimularnos a dar el primer paso hacia la reconciliación', afirmó Santos.
También el vicepresidente de la República, Óscar Naranjo, considera que este 'es el primer paso', pues dijo 'ver a los colombianos felices alrededor de Su Santidad Francisco, acercándose a cada colombiano, nos llena de emoción y nos hace pensar en un futuro distinto, un futuro de reconciliación, es el primer paso hacia un nuevo país'.
El recorrido
Tras el saludo de bienvenida de las autoridades, el Pontífice abordó el papamóvil y emprendió el recorrido por las calles que lo llevarían a la Nunciatura Apostólica, ubicada en el sector de Teusaquillo, en la capital del país. Miles de personas salieron a las calles a darle la bienvenida a Colombia, el séptimo país con más católicos en el mundo.
'Qué viva la paz', gritaban los fieles entre los que había víctimas del conflicto.
'Yo sé que la historia de nosotros, él la palpa, por eso creo y tengo mucha fe (en) que la llegada del papa nos va a cambiar', dijo Alba Quiñónez, de unos 50 años y quien perdió a su esposo en el conflicto.
Hacia las 6 de la tarde, el Papa llegó a la Nunciatura Apostólica. Allí, un grupo de niños y jóvenes, quienes fueron habitantes de la calle, le dieron una emotiva al son de ‘Colombia tierra querida’.
Seguidamente, el Sumo Pontífice saludó al grupo con un fuerte abrazo y rezó el Ave María junto a las personas que estaban en el lugar.
Los jóvenes también le regalaron una ruana al Pontífice, quien se despidió agradeciendo a las personas que lo acompañaron y a los muchachos por el recibimiento.
Francisco oficiará hoy en Bogotá la primera de las cuatro misas que presidirá durante su visita papal. También se reunirá con jerarcas de la Iglesia católica en Venezuela durante un encuentro con el Consejo Episcopal Latinoamericano.
A los pocos minutos de descender el Papa Francisco del avión Pastor I, en el aeropuerto militar de Catam, occidente de Bogotá, un niño de 13 lo recibió, le dijo unas palabras y le entregó una paloma.
Ese fue Emmanuel, hijo de la hoy representante a la Cámara por el partido Liberal Clara Rojas, secuestrada el 23 de febrero de 2002. El menor es para muchos un milagro, ya que nació en cautiverio en 2004 y quitado de los brazos de su madre. Seis años más tarde lo pudo conocer, cuando salió de la selva y quedar en libertad.
'La paloma significa paz en Colombia y nosotros le queremos dar nuestra paz a Dios y a usted', señaló el niño.
Visiblemente emocionado por el encuentro, Emmanuel manifestó que 'no se puede describir con palabras' el sentimiento que lo embargó durante los pocos minutos que dialogó con Francisco.
El santo padre recibió la paloma entre sus dos manos en señal de protección y enseguida estrechó la mano de Emmanuel. El hecho lo observaron el presidente Juan Manuel Santos Calderón y su esposa, María Clemencia Rodríguez de Santos.





















