Hoy la cara de la villa es muy distinta. Está empoderada, alegre, sonriente y dinámica. Es coqueta y audaz. Volvió al ‘gimnasio’, a ponerle su músculo al progreso, a alzar su voz, a imponerse, a creerse el cuento de ser inmortal. Recogió sus raíces, sus miserias, sus cosas buenas y malas, como en todo lado hay, y empezó, de a poco, tras varias décadas de tusa, de estancamiento, de egoísmo y dejadez, a darle la visibilidad que merecía a la vena arterial de su existir, su imponente río y la cuchillada con el mar.
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Y, aunque levante ampollas, como todo objeto que brilla con luz propia, un poco más que los demás en este caso, ha aprendido lecciones del ayer, como cuando se deterioró entre los años 50 y 80 por el egoísmo político, o como cuando se estancó entre los 90 y los 2000 por malas administraciones, para recordar los caminos que no puede volver a tomar. Entonces la ciudad volvió a ser puerta y a tener oro. Recuperó hasta su playa. Se reencontró. Mejoró. Del ocaso al esplendor.
Pero la ciudad no es solo verso. Su crecimiento está sustentado en estadísticas. El desempleo, a diferencias de otras capitales, sigue disminuyendo, de acuerdo con el Dane; mientras que el Producto Interno Bruto, según Fundesarrollo, continúa en aumento. Los récords de turistas se siguen quebrando. Las falencias se siguen mejorando. Hay cosas por celebrar.
'¿A qué le atribuyo yo a esa mejoría? Yo creo que hay una conjunción de dos factores. Uno, un cambio de modelo. Barranquilla era una ciudad fundamentalmente portuaria, industrial hasta 1950, y perdió el liderazgo industrial y su aparato industrial perdió relevancia, y se movió hacia una ciudad cuyo crecimiento está basado en una industria que todavía sobrevive, pero orientada a dos mercados en los cuales tienen importancia, uno exportar al exterior y dos, los mercados regionales. Pero en segunda instancia, Barranquilla se ha ido convirtiendo en las últimas décadas en un centro de servicios de alta inversión en capital humano. Me refiero particularmente a tres: servicios médicos, todo el tema de la salud; servicios educativos y servicios logísticos. Esos tres servicios han convertido a Barranquilla en una ciudad dinámica a nivel regional', explicó Adolfo Meisel, rector de la Universidad del Norte.
El cambio se siente. Barranquilla, en los últimos años, dejó aquel espíritu de pueblo que tanto frena el crecimiento. Se atrevió a darse a conocer. A figurar. A que la conocieran. A ponerse de tú a tú con capitales cosmopolitas que le llevan ventaja, pero que la empezaron a ver con respeto por su ambición. Y, en medio de ese proceso de mercadeo por el globo terráqueo, fue apoyada por sus hijas más mediáticas: Shakira, Sofía Vergara y Silvia Tcherassi, ‘artistaje’ y elegancia. Creatividad y porte al servicio de una ciudad mezclada por olas de migrantes y nativos con sed de progreso.
'La transformación es evidente, consolidando su posicionamiento como la ciudad más importante del Caribe. El espíritu pionero que siempre nos ha caracterizado sigue estimulando el crecimiento, por eso Barranquilla tiene mucho futuro. La imagen de la ciudad se ha fortalecido sin lugar a dudas y eso es importante porque relacionan a la ciudad con talento y en estos momentos, donde las industrias creativas son vistas como estratégicas, la ciudad debe aprovechar al máximo esa visibilidad. Lo más importante es que hemos sido una ciudad abierta al mundo, dando ejemplo de convivencia e inclusión. También hay que resaltar nuestra rica herencia cultural y empresarial que ha tenido gran impacto nacional e internacional', contó a EL HERALDO la diseñadora Silvia Tcherassi.
'La ciudad ha hecho un buen trabajo logrando que seamos sede de eventos importantes a nivel internacional como la Asamblea del BID. Y la visita reciente de personajes como el rey Felipe y Laurene Powell Jobs son también importantes, porque estos invitados verdaderamente influyentes regresan a sus países y a sus círculos con otra visión de la ciudad… ese es el mejor PR (relaciones públicas) que podemos tener. Por mi parte, seguiré siendo la embajadora del talento creativo y empresarial de Barranquilla a donde vaya. Es un compromiso', agregó.
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Por su parte, los diferentes sectores polos de desarrollo de la ciudad siguen celebrando por las bondades que ha facilitado la ciudad en materia logística, empresarial, constructora y turística, siendo este último una nueva puerta recién abierta que ha ayudado a traer inversión privada y extranjera. El cemento aportó progreso. El progreso se reflejó en el Gran Malecón.
'Barranquilla se ha constituido en los últimos años en referente para el desarrollo económico tanto del Caribe como de Colombia. La evolución de la ciudad ha facilitado que sea considerada como importante destino de inversión que se suma a la facilidad logística por contar con uno de los más importantes puertos del país y que hoy en día es uno de los principales valores agregados de las empresas que se ubican allí y tienen en la internacionalización uno de sus ejes de crecimiento y desarrollo. Hoy en día Atlántico es el tercer departamento con mayores exportaciones hacia los Estados Unidos', señaló María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana - AmCham Colombia.
En este sentido, Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, explicó que Barranquilla en los últimos años ha experimentado un progreso sustancial y millonario.
'Gracias a la planeación de largo plazo, en sus obras de infraestructura. Ello ha permitido atraer inversiones, solo en el 2023 alcanzaron 602 millones de dólares. Muchos colombianos han comprado inmuebles pensando en su etapa de retiro en nuestra ciudad', reveló.
Las buenas nuevas son tal que, de acuerdo con los gremios establecidos en la ciudad, la capital del Atlántico se ha convertido indudablemente en la cara de la región Caribe, en un modelo a seguir en otros territorios, en tierra fértil y epicentro de desarrollo empresarial a nivel nacional e internacional.
'Barranquilla es una ciudad clave para el desarrollo del país y en los últimos 15 años ha crecido debido a inversiones de los sectores público y privado. El comportamiento del sector económico de la ciudad en los últimos dos años sumado a la solidez institucional local se han visto reflejados en el crecimiento de más del 9 % de Barranquilla, según la Cámara de Comercio. Los avances en educación, salud, infraestructura, emprendimiento y medio ambiente han proporcionado bienestar a los barranquilleros, y los sectores culturales y de innovación han promovido el dinamismo económico de la Arenosa', concluyó José Aguirre, director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo.
Feliz cumpleaños, Barranquilla, procera e inmortal.
