La escena de los niños en el parque, las familias aglomeradas en centros comerciales y restaurantes, la rumba de los viernes, el cántico de los goles en los estadios o en el estadero en el que festejan la pasión de ser hinchas. Las misas, los cultos. La libertad de correr por las calles. El café de la semana o la charla con el vecino. Todo esto pasará a ser la vida de antes.
Aunque algunos esperan el término del aislamiento preventivo obligatorio para reencontrarse, lo cierto es que, según el presidente de los colombianos, la vida después del 27 de abril no será la misma.
'Nosotros tenemos que ir diseñando una manera en la que podamos recuperar vida productiva, mas no vida social. Tenemos que prepararnos psicológicamente para eso', reiteró el presidente Iván Duque en su alocución del pasado martes.
Así, incluso, escuchar al presidente se ha convertido en una actividad diaria. Ahora, los colombianos saben que a las 6:00 p.m. suelen tener una cita televisiva y, desde sus casas, escuchan atentos si podrán salir al supermercado, si pueden echarlos de la residencia donde viven en arriendo, cómo deben usar el transporte público, si alguno de los decretos les devolverá el trabajo, les mantendrá el que tienen o les ayudará para no dejar sin empleo a tantos colombianos.
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La vida rutinaria en tiempos de pandemia abrió un espacio todos los días para consumir noticias.
Y cada día, desde que Duque decidió extender la cuarentena nacional del 13 de abril hasta el 27, el mandatario recuerda que ahora se pasará a un aislamiento preventivo colaborativo o inteligente.
¿Pero qué significa? ¿Cómo será la vida después del 27 de abril?
Vida productiva
El presidente partió de dos premisas: el virus permanecerá por un periodo muy largo y un país no puede vivir en cuarentena indefinida.
La cuarentena, inicialmente, estaba prevista hasta el 13 de abril; pero tras el llamado de varios sectores y el comportamiento de la curva epidemiológica, el presidente decidió ampliarla por dos semanas más, hasta el 27 de abril.
Por un lado, el confinamiento mantiene unas preocupaciones a salvo: la salud de los colombianos y el colapso del sistema.
Pero, por otro lado, la falta de productividad acelera otras tantas preocupaciones. Desde el ciudadano que tiene una venta de fritos en su casa hasta el dueño de grandes empresas los asalta la duda de cuándo se reactivará la economía nacional.
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'Vamos a tener un virus que va a estar presente en la humanidad por un periodo más largo, y eso es importante decirlo, porque un país no puede permanecer en cuarentena indefinidamente, pues lo que podríamos hacer es acabar con todo el desarrollo humano y se acelera la pobreza, se aceleran incidentes de desnutrición y se aceleran otras patologías', refirió el presidente.
Un sector de la población aplaudió la medida. Aunque también, otros la rechazaron, aludiendo que será el obrero al que le tocará arriesgar su vida en las calles y empezar a producir.
No obstante, el presidente ha propuesto que después del 27 de abril se reactiven solo algunas actividades económicas, pero agregó que se requerirán protocolos de bioseguridad.
'Tenemos que prepararnos para recuperar actividades productivas con normas de distanciamiento, con normas de higiene, con protocolos de bioseguridad. Tenemos que seguir haciendo un gran énfasis en la promoción del teletrabajo y tenemos que, por supuesto, también tener claro que no vamos a estar en actividades de entretenimiento', expresó.
La vida productiva tampoco será igual a la de antes. Entre las medidas que ya el Gobierno ha anunciado están el distanciamiento social, el uso del tapabocas, el constante lavado de manos, el uso de guantes, entre otras medidas.
Y a través del Decreto 539, el Ministerio de Salud fue encargado de expedir los protocolos en bioseguridad frente a la pandemia de la COVID-19.
A partir de dichos protocolos, el Gobierno hará un rediseño de las funciones productivas y determinará cuáles serán las actividades que se retomarán.
'¿Eso qué quiere decir? Que nosotros, en las empresas; que nosotros, en los servicios; que nosotros, en la prestación de actividades puntuales, tengamos protocolos que nos permitan no solamente tener el suficiente distanciamiento, sino también las suficientes medidas en términos de bioseguridad', explicó Duque.
Lo social
No obstante, el aislamiento preventivo inteligente o colaborativo no contempla la reactivación de la vida social.
Así que, después del 27 de abril los restaurantes seguirán funcionando solo con domicilios, los bares y discotecas seguirán cerrados, los gimnasios, adaptados a esta crisis, serán las salas o cualquier habitación de las casas.
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La conversación con los amigos pasará a ser completamente digital. Los colegios y universidades seguirán hasta el próximo 31 de mayo funcionando de manera virtual, hasta entonces se sabrá si se reabrirán o habrá alguna otra disposición.
Las playas, los teatros, los cines, todos los lugares de esparcimiento seguirán siendo restringidos hasta una nueva orden presidencial.
'Después del 27 de abril (cuando termina la Cuarentena) no podemos volver al parque a jugar fútbol, a una fiesta de 15 años o a un matrimonio, ni a una fiesta en la casa del vecino ni a la discoteca ni a bares ni conciertos ni grandes eventos', enfatizó Duque.
¿Para qué sirve el confinamiento?
Aunque el aislamiento inteligente supone la reactivación de varios sectores productivos, gran parte de la población deberá seguir confinada.
Es por ello, que unas de las recomendaciones del Gobierno es que se mantenga el teletrabajo. Y que, de no ser por una actividad laboral, se permanezca en casa.
De igual manera, el jefe de Estado insistió en la protección de los mayores de 70 años: 'Si los protegemos a ellos, protegemos vidas, pero, adicionalmente, prevenimos que colapse nuestro sistema de salud para poder atender a todos los colombianos'.
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Sin la existencia de una vacuna contra la COVID-19, el confinamiento sigue siendo la mejor medida para prevenir el contagio. Y la reducción de los contagiados, además de la vida, permitirá que el sistema de salud colombiano no repita la historia de otros países donde se ha sobrepasado el cupo de atención.
¿Hasta cuándo?
La adaptación a una vida asocial y solo productiva será un sacrifico psicológico para la humanidad. Por ende, Duque ha hecho un llamado a la preparación mental del nuevo estilo de vida.
'Mientras aparece una vacuna (contra la COVID-19), nuestra tarea es aplanar la curva epidemiológica, que es lo que estamos haciendo; evitar la propagación exponencial, salvar vidas, adaptarnos como sociedad y ganarle esa batalla al coronavirus, con la recuperación de nuestra capacidad productiva y la recuperación de Colombia, porque el país no se va a dejar ganar del coronavirus', indicó el mandatario.
Así mismo, puso de presente que, según expertos, el coronavirus puede estar entre 6 meses, un año y hasta 18 meses en el mundo, 'razón por la que el país se debe preparar para lo que sigue después del 27 de abril, cuando concluya esta nueva fase de la cuarentena'.
Así, mientras no exista una vacuna, el riesgo de contagio seguirá latente a nivel mundial. Por lo que, los países han empezado a prepararse para un nuevo estilo de vida.
Si bien, ya el encierro representaba para muchos un cambio en su forma de vivir. El desconfinamiento, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, representará un nuevo reto de adaptación para la humanidad. Habrán nuevas medidas y protocolos que se deberán implementar cuando el mundo esté listo para salir definitivamente del encierro.
Dinamarca | Primer día de clases
Dinamarca se convirtió en el primer país en levantar la cuarentena. Este 15 de abril reabrieron las guarderías y colegios; sin embargo, siguen guardando protocolos de bioseguridad.
Los estudiantes de bachillerato y universitarios seguirán en aislamiento hasta el próximo 10 de mayo.
Y aunque retomaron las clases, los bares, cines, restaurantes y centros comerciales continuarán cerrados, limitando las reuniones sociales a no más de 10 personas.
Los criterios de la OMS para el tránsito al desconfinamiento
La Organización Mundial de la Salud preparó un documento con las estrategias actualizadas para enfrentar la COVID-19.
En medio de las propuestas de varios países para salir de la cuarentena y hacer el tránsito a una vida, al menos, productiva, la OMS ha estipulado seis criterios que deberían adoptar las autoridades nacionales para que dicha movilidad al desconfinamiento no represente un riesgo mundial para la salud.
El primer criterio insta a controlar la transmisión de COVID-19 a un nivel de casos esporádicos y que la incidencia de nuevos casos se mantenga a un nivel que el sistema de salud pueda gestionar con capacidad de atención clínica sustancial en reserva.
El segundo criterio de la OMS es que el sistema de salud de los países sea suficiente. Para ello, sugiere la detección rápida después del inicio de los síntomas, la práctica de pruebas de todos los casos sospechosos y el conocimiento oportuno de los resultados en un plazo de 24 horas. Así como el aislamiento para los casos confirmados y el monitoreo de la cuarentena de quienes deben permanecer en casa.
En tercer lugar, sugiere minimizar los riesgos de brotes en entornos de alta vulnerabilidad, con la aplicación de medidas como la provisión de equipos de protección para el personal médico.
El cuarto criterio es la implementación de medidas preventivas en los lugares de trabajo con el fin de reducir el riesgo.
El quinto punto insta a la realización de un mapeo de los casos importados a través de un análisis del posible origen y las rutas de importación.
Por último, el sexto criterio que establece la OMS es que las comunidades estén totalmente comprometidas y entiendan que dicho proceso de transición implica el tratamiento y aislamiento no solo de los casos graves, sino de todos. Así como el cumplimiento de las nuevas medidas de control.
No obstante, la organización mundial pone de presente que el levantamiento de ciertas medidas debe ser de forma escalonada y gradual, basado en la evaluación de los riesgos epidemiológicos y los beneficios socioeconómicos.
También la OMS recomienda que haya un mínimo de 2 semanas entre cada fase de transición.
'Las decisiones sobre cuándo y dónde hacer la transición deben estar basado en evidencia, impulsado por datos precisos, en tiempo real', añade la OMS.





















