Zulma Guzmán Castro, la empresaria señalada de haber causado la muerte de dos niñas en Bogotá con envenenamiento con talio, por medio de unas frambuesas cubiertas de chocolate, apareció luego de decenas de informas sobre los presuntos homicidios.
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De acuerdo a lo recogido por Semana, la mujer, desde el extranjero, habría mandado un mensaje en grupos de WhatsApp, asegurando que todo se trata de un chisme, admitiendo que tuvo una relación “clandestina” con el padre de una de las niñas y pidiendo a los que la conocen que la apoyen y la defiendan.
“Me acusan de haber huido a Argentina y luego a Brasil, España y UK. Los que me conocen saben que no voy a ninguna parte, saben que estaba en Argentina desde hace más de dos años trabajando y que este año comienzo una maestría en periodismo; me vine a España hace un mes largo con escala en Brasil y fui a UK por mi hijo”, se lee en el supuesto mensaje.
También agrega: “Me encuentro en medio de una situación gravísima donde me están acusando públicamente de haber sido quien envió un veneno que mató a unas niñas hace unos meses; me imagino que el chisme está creciendo como wild fire (incendio forestal)”.
El mensaje dice: “La Fiscalía nunca me informó de ninguna investigación y envía un abogado amigo ayer a preguntar, pues me llegó el chisme de que estaban hablando de mí hoy; al otro día los medios me acusan y sin más, ya ni para qué un juicio”.

Lo cierto es que las acusaciones en contra de Guzmán Castro se basan en un informe de la misma Fiscalía, quien reveló detalles de la investigación en los últimos días.
El ente acusador la señala de ser la persona que envió con un domiciliario las frambuesas que contenían el talio y, acorde con la investigación, habría abandonado el país días después de la tragedia y actualmente es buscada en el exterior.
La Fiscalía estableció que la presunta responsable habría tenido algún tipo de cercanía con Juan de Bedout, padre de una de las adolescentes afectadas y destinatario final del paquete, por lo que no se descarta que se trate de un crimen por venganza.
Su papel, según el ente acusador, habría sido clave: “Una mujer estaría directamente vinculada a lo sucedido y habría sido la encargada de coordinar la entrega de las frambuesas contaminadas con talio”.
Tras conocer el fallecimiento de las menores, Guzmán Castro salió de Colombia rumbo a Argentina y luego continuó desplazándose por Brasil, España y Reino Unido.
Zulma sería una empresaria y representante legal de la empresa CAR-B S.A.S., dedicada al arrendamiento de vehículos automotores, que salió del mercado en 2017. Incluso la hoy prófuga de la justicia fue en busca de financiación al programa de televisión Shark Tank Colombia en donde habla, entre otras cosas, de los orígenes de CAR-B.
El diario El Tiempo pudo establecer que esta mujer aparentemente aparece en tres procesos judiciales en diferentes tribunales de la ciudad de Bogotá como representante de su empresa y en el pasado CAR-B “habría sido demandada en dos procesos en los que se le exige el cumplimiento de una obligación que, en este caso, correspondería al pago de sumas de dinero”.
El caso
Todo ocurrió hace unos ocho meses, el pasado 4 de abril de este año. Una primera niña, llamada Emilia, comenzó a sentir los síntomas, el mismo día que consumieron las frambuesas. La hoy fallecida empezó a presentar vómitos, malestar general, adormecimiento y dificultad para respirar.
Ante el agravamiento de su salud, Emilia fue conducida a la Fundación Santa Fe en la madrugada del 5, sin embargo, pese a los esfuerzos médicos la niña falleció cuatro horas después de ingresada.
La otra víctima murió dos días después tras haber sido ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos junto a otra amiga, Gabriela, quien sí logró reponerse de las complicaciones producto del talio.
Hay un tercero que también ingirió el metal tóxico, es un joven mayor de edad que sí logró sobrevivir, sin embargo, tras el envenenamiento, esta persona sigue en un delicado estado de salud, lo que según fuentes citadas por Red+ Noticias, no facilita las declaraciones y entrevistas de los investigadores.




















