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La Fiscalía General de la Nación acusó este lunes 5 de agosto de manera formal al menor de edad de 15 años que le disparó al senador Miguel Uribe el pasado 7 de junio en el parque El Golfito del barrio Modelia, localidad de Fontibón, occidente de Bogotá.

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La diligencia de acusación se realizó ante un juez especializado en infancia y adolescencia, el mismo que llevará el juicio.

El joven, quien fue capturado en flagrancia minutos después del ataque, actualmente permanece recluido en el Búnker de la Fiscalía. Fue acusado por los delitos de homicidio agravado en grado de tentativa, concierto para delinquir y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

De ser hallado responsable, se enfrenta a una pena máxima de ocho años de internamiento en un centro especializado, por ser menor de edad.

La Fiscalía, pese a la acusación, no descarta la posibilidad de una negociación judicial a través de un principio de oportunidad o un preacuerdo.

Hay que recordar que por el caso del atentado contra el precandidato presidencial hay otros capturados, entre ellos Elder José Arteaga Hernández, alias el Costeño, quien es señalado de ser el articulador del crimen.

Los otros capturados por caso Miguel Uribe

El conductor: Carlos Eduardo Mora, alias “el Venezolano”

Carlos Eduardo Mora González, conocido como “el Venezolano”, fue el encargado del transporte durante la operación criminal. Este hombre, residente en Soacha, fue contactado por el Costeño el 6 de junio con una propuesta directa: le pagarían cinco millones de pesos por servir de “patrulla” en una operación para “meterle plomo a alguien”.

El Venezolano condujo el Chevrolet Spark gris que transportó a los participantes hasta el lugar del crimen y posteriormente sirvió como vehículo de escape. Tras el atentado, recogió al Costeño y a Andrea, y siguiendo órdenes del cerebro criminal, se deshizo del teléfono celular que había usado el menor sicario durante la operación.

Fue capturado el 12 de junio y enfrenta cargos por tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores de edad en la comisión de delitos, todos los cuales rechazó.

La mensajera: Katherine Martínez, alias “Andrea”

Katherine Martínez, una joven de 19 años oriunda de Soledad que llevaba apenas dos meses viviendo en Bogotá, cumplió un papel crucial como intermediaria en la operación. Alias “Andrea” fue la encargada de recoger el arma que se usaría en el crimen, trasladándose hasta el barrio Recreo en Bosa, donde un hombre en motocicleta le entregó la pistola Glock envuelta en una bolsa.

Además, pagó a través de una plataforma digital el servicio de transporte que llevó al menor sicario hasta el lugar del ataque y estuvo presente en el vehículo cuando se le entregó el arma al adolescente.

Tras el atentado, Gabriela permaneció en contacto con el Costeño hasta el 13 de junio, cuando este le prometió ayudarla a ocultarse de las autoridades. Le ofreció contactos en Florencia, Caquetá, donde supuestamente podría tomar cursos de drones o francotirador con la guerrilla.

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Antes de viajar, siguió las instrucciones del Costeño de entregar su teléfono celular cerca de la cárcel La Picota. Fue capturada en Florencia el 14 de junio, cuando intentaba cambiar su apariencia y portaba más de un millón de pesos en efectivo.

El facilitador de la fuga: William Fernando González Cruz, alias “el Hermano”

La captura ocurrida el 19 de junio, fue la de William Fernando González Cruz, conocido como “el Hermano”. Su función específica fue facilitar el escape del Costeño y Andrea después del atentado.

González esperó a los dos criminales en el barrio Hayuelos con un vehículo azul, después de que estos abandonaran el Chevrolet Spark gris. Los trasladó hasta una cantina del barrio Santa Fe, donde se reunieron para discutir la destrucción de evidencias, específicamente la venta y formateo del teléfono celular del Costeño.

Durante esta reunión, presenciada por los tres participantes, el cerebro criminal extrajo la tarjeta SIM del dispositivo y procedió a formatearlo para eliminar cualquier rastro de su participación en el atentado.

Motociclista que transportaría al menor tras el crimen: Cristian Camilo González Ardila

González Ardila se entregó voluntariamente a las autoridades el pasado 18 de julio, asegurando que había recibido amenazas de muerte.

El sujeto fue imputado por la Fiscalía en audiencias por los delitos de homicidio agravado en grado de tentativa, y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. No aceptó los cargos y permanecerá en un centro de reclusión mientras sigue la investigación.

Según la Fiscalía, este último capturado fue contratado para llegar al lugar en motocicleta y esperar al joven de 14 años para sacarlo del lugar y ayudarlo a escapar. Este hombre fue captado en cámaras de seguridad con actitud sospechosa y por eso empezó a ser investigado.

En allanamientos a su vivienda, “fueron incautados elementos que darían cuenta de su posible participación en los hechos”, resaltó el ente acusador.

En los videos, se nota que este hombre, con chaqueta azul y maleta verde, con nerviosismo mientras la comunidad estaba en pánico por la situación.