Más de tres décadas después de que fuera arrestado, una pieza clave para que el Cartel de Medellín pudiera introducir toneladas de droga a Estados Unidos, dio una entrevista pública contando detalles de cómo fue su vida sirviéndole a Pablo Escobar.
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Se trata de Tirso “TJ” Domínguez, quien fue el piloto de las aeronaves que el Cartel liderado por Escobar llevaba cargadas de cocaína desde Colombia y el Caribe a suelo estadounidense.
En declaraciones al pódcast Cocaine Air, cuya serie documental fue reseñada por el prestigioso medio británico The Guardian, el piloto reveló como llegó a ser piloto del Cartel y de Escobar.
Una de las primeras cosas que confesó Tirso es que antes de trabajar para narcotraficante antioqueño ganaba cuatro millones de dólares al mes transportando droga para un competidor.
“Para ser honesto, Pablo Escobar no significaba nada para mí... Estaba lleno de mí mismo. Caminaba sobre el agua, ¿sabes? Estaba ganando 4 millones al mes. ¿Qué hay de malo con eso?”, dijo.
Sin embargo, eso fue antes de que escuchara la cifra que le ofrecía Escobar para trabajar con él: cinco millones por cada vuelo, con cuatro al mes, que serían 20 millones de dólares, equivalente a unos 60 millones actuales con inflación.
“Tuve treinta Lamborghinis y me vestía bien. Me traían el carro que combinaba con la camisa que decidiera usar ese día”, dice en otra parte de la entrevista.
Otra de las cosas que llama la atención de las declaraciones es la forma en la que TJ se involucró con el narcotráfico. De acuerdo al medio británico, no fue por ambición que se metió en el negocio ilegal, sino que a los 20 años quedó encargado del negocio familiar por la muerte de su padre.
Luego de ser estafado por unos banqueros en Miami, aprendió a pilotar aviones y empezó a transportar marihuana desde el Caribe hacia Estados Unidos.
Contó que en uno de los primeros vuelos arrojó 800 mil dólares de marihuana sobre un barco equivocado. Los dueños de la droga lo secuestraron y amenazaron a su familia, lo que hizo que aceptara un envió de cocaína urgente y peligroso.
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Después empezó a transportar la droga a tiempo completo. Aseguró que nunca perdió un cargamento, y que por ser tan fiable se ganó la confianza de Escobar.
También contó que llegó un momento en que Escobar no le pagaba en efectivo, sino con droga. Por lo que empezó él mismo a distribuirla.
Afirmó que llegó a lavar tanto dinero que logró manejar un concesionario de autos de lujo, una empresa de telefonía celular cuando los equipos costaban 5.000 dólares cada uno, una urbanización propia, servicios de chárter aéreo y náutico, y hasta adoptó un león de montaña llamado “Top Cat”.
Tirso fue arrestado en 1988 por agentes de la DEA en su mansión en Florida en un operativo con cientos de hombres armados y hasta helicópteros.
Ya con 73 años, Domínguez, ya en libertad, asegura que quiere una vida lejos del delito y poder llegar a ser un empresario legítimo.
