Luis Alfredo Garavito conocido como ‘La Bestia’ nació en Génova, Quindío en 1957, y fue uno de los asesinos de niños en serie más letales de Latinoamérica.
Menores entre 8 y 12 años fueron víctimas de este ‘Monstruo’. Garavito luego de cometer tantos crímenes finalmente fue capturado en 1999. Fue condenado por 172 crímenes, aunque nunca precisó cuántos asesinatos realmente había cometido.
Sin embargo, las autoridades señalaron que en todos los casos sumando también los de Venezuela y Ecuador eran más de 300 menores asesinados por ‘La Bestia’.
La condena que recibió en Colombia fue de 1853 años, la mayor de la historia penal del país. Aunque la ley no permite que nadie cumpla una condena mayor a los 40 años.
Pero, Luis Alfredo no llegó a cumplir esos años porque murió el 12 de octubre de 2023 de cáncer en un ojo y leucemia, en un hospital de Valledupar a los 66 años.
El asesino estuvo en la Tramacúa en Valledupar donde los ciudadanos siempre tenían un miedo latente que pudiera ser liberado por su “buen comportamiento”.
Muchos fueron los profesionales de la salud como psicólogos y psiquiatras, que estudiaron su comportamiento. Se supo que había sido abusado por su padre y por un amigo de este cuando él era muy pequeño.
Otras de las visititas que tenía en la cárcel era la de periodistas. Incluso, los periodistas Kevin Pinzón y Rafael Poveda del programa Testigo Directo, fueron unos de los últimos a los que les concedió una entrevista.
Durante más de dos décadas el depredador mantuvo con él una Biblia, que luego se las regalo a estos periodistas. Luego de unos largos meses, Kevin Pinzón decidió abrirla en julio de este año y discutir lo que había en su interior durante su podcast ‘Conducta delictiva’. En ella encontró anotaciones que hacía Garavito.
Resaltaba pasajes de la Biblia donde hablaba de niños y, también anotaba nombre de personas y medicinas. Contó que él tenía dos Biblias, una con la que siempre había cargado y, otra que pidió porque no veía y necesitaba una con letras más grandes.
Pinzón reveló que ya tenía una dedicatoria deseándole éxito profesional y la frase: “El mundo no ofrece sino un camino de muerte”.





















