Un aberrante caso de tortura contra un niño de nueve años habría ocurrido en la fundación Hogar Monserrate, ubicada en la vereda Tilatá, del municipio de Chocontá de Cundinamarca.
Según denunciaron sus familiares, el niño era golpeado con ortiga, sus genitales fueron amarrados y era obligado a aguantar frío en la madrugada.
De acuerdo con el testimonio de la madre, el niño, que presenta problemas de comportamiento y de lenguaje, se encontraba en este lugar desde el pasado 5 de julio de 2021.
La mujer indicó que había recibido buenas referencias de dicho internado y por ello pensó que allí su hijo iba a estar en buenas manos y poder superar sus problemas así como avanzar académicamente.
Narró que cuando lo matricularon le dijeron que solo podía recibir visitas cada seis meses y que únicamente los días jueves a las 5:30 de la tarde podría comunicarse por teléfono con el menor.
Durante la pandemia, con el motivo de evitar contagios, la madre del niño solo había podido ver a su hijo por videollamada. La última vez que compartió tiempo con él fue para el día de su bautizo que se concretó en el mismo lugar en donde estaba internado.
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La familia cuenta que le preguntaban al niño si estaba bien y él no mencionaba nada raro, pues precisamente, uno de sus problemas es la imposibilidad de comunicarse.
En octubre de 2021, pasó tres días con su familia pues en el internado les habían pedido que lo vacunaran contra el covid-19 y tras no notar nada extraño, su mamá lo llevó nuevamente al lugar.
Sin embargo, el 12 de diciembre cuando la madre del menor fue a recogerlo luego de que le dieran vacaciones, el niño comenzó a enfermarse. Manifestaba que le dolían sus genitales, pero no permitía que su madre lo mirara. Fue por ello que su madre pidió a un tío que hablara con él y fue quien notó que su pene estaba inflamado.
De inmediato el menor fue llevado por su familia a urgencias del hospital San José Infantil. Los médicos hallaron que el pene del niño estaba amarrado con cabellos largos de una persona.
El menor le contó a sus padres que una monja era la que le había hecho eso debido a que se orinaba en la cama. Además reveló que un profesor golpeaba a los niños con ortiga.
Paola Morales, tía del menor, narró que, según la revisión médica, el niño presentaba una grave inflamación de su pene, porque se lo amarraban con cabellos largos como castigo por orinarse en la cama.
Tal tortura le causó heridas en esa parte del cuerpo y una infección urinara que afectó su vejiga, debido a que no pudo orinar por lo menos durante 10 días, según el relato de la familiar.
La familia del niño puso la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación el día 16 de diciembre de 2021. Al respecto, el gobernador de Cundinamarca Nicolás García Bustos, ordenó una visita de inspección inmediata por parte de las secretarías de Desarrollo Social y Salud a la fundación mencionada, para verificar las condiciones de los menores, así como el cumplimiento de todos los requisitos de la entidad.
La Fiscalía se encuentra investigando el caso a través de un grupo experto en temas de infancia.
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