
Colombia: un país que descubre su biodiversidad
En el país hay 51.330 especies registradas y ocupa el primer lugar a nivel global en aves y orquídeas. Estos son solo dos ejemplos que lo hacen el segundo más biodiverso del mundo, con solo el 10% de su territorio muestreado.
Tal vez las cifras sean lejanas al hablar de número de especies. Los porcentajes representan poco en nuestra cotidianidad y la palabra biodiversidad, quizás, no es más que un conjunto de 13 letras con un significado aún desconocido para muchos colombianos. Hablar de Colombia y sus bellos paisajes, pocas veces nos lleva a valorar lo vital que es para todos conservar sus ecosistemas y entender mejor el mensaje de su cuidado.
Razones hay muchas, pero, “básicamente de la biodiversidad y la diversidad de la vida depende la subsistencia de la humanidad. Es fundamental para el desarrollo”, explica José Manuel Ochoa, coordinador del Programa Evaluación y Monitoreo de la Biodiversidad del Instituto Humboldt.
Hay muchas razones por las que Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo, específicamente el segundo por debajo de Brasil.
“Está ubicado en los trópicos y normalmente en ellos existe una estabilidad climática y eso favorece que exista una presencia muy alta de plantas y animales”, sostiene Ochoa.
Además, si miramos la historia de la evolución de la vida, de cómo se originaron las diferentes especies, a nivel nacional hay varios componentes. “Quedamos en la esquina que conecta Suramérica con Centroamérica. Cuando se conectaron hubo una migración de especies y Colombia hace parte de esa conexión, lo que permitió que se incrementara la diversidad de especies”.
Lo otro es la gran variedad de climas, lo que tenemos en los Andes, por ejemplo, y sitios como la Sierra Nevada de Santa Marta o los Montes de María son como centros de evolución donde se han generado una gran cantidad de especies debido a su variedad de nichos.
Según el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia, en el país hay 51.330 especies registradas, y ocupamos el primer lugar a nivel global en especies de aves y orquídeas.
Somos el segundo país en el mundo con mayor riqueza de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce. Además, ostentamos la tercera posición en número de especies de palmas y reptiles y el cuarto lugar en mamíferos.

En Colombia, según el Registro Único del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap), hay 1.130 áreas protegidas que cubren 31.179.858 hectáreas, equivalentes al 15,06% del territorio nacional.
De 2016 a 2018, con el apoyo de Colciencias e instituciones aliadas, se han realizado 21 expediciones de biodiversidad en el país pertenecientes a Colombia BIO.
“Entre 2016 y 2018 se descubrieron 197 nuevas especies. Esto para el mundo es una cosa abismal. Aún nos falta mucho por conocer”, explica Mario Murcia, gerente de Colombia BIO.
Muchas de estas expediciones se realizaron en zonas de posconflicto porque presentaban vacíos de información.
“Zonas donde no habíamos podido entrar antes, y haciendo el cálculo de lo que hemos muestreado en el país, apenas llevamos el 10% de la cobertura del territorio”, agrega.
Algunas fueron marinas, como la de Sea Flower y otras en territorio continental.
“Empezó siendo una estrategia de choque porque teníamos muy poca información y se requería rápidamente. Hicimos una expedición a Chiribiquete y eso sirvió de insumo para duplicar el área de protección, eso mismo sucedió con Malpelo”, cuenta.

Hay muchísimas cosas que podemos hacer para hacernos responsables de la biodiversidad de nuestro país. Podríamos empezar por volvernos más conscientes de lo que consumimos, investigar de dónde viene y si afecta algún componente de la biodiversidad. Eso es fundamental en el proceso de concientización de las personas.
“Desde el Instituto venimos trabajando en un proyecto muy interesante de ciencia ciudadana o ciencia participativa. Así, todos los que tienen acceso a celulares pueden recolectar datos, por ejemplo, de plantas que ven a su alrededor y luego subirlos. Los especialistas ayudan a hacer la identificación, eso genera concientización y apoya con registros de biodiversidad. Tener un monitoreo de qué hay en las ciudades”, explica Ochoa.
Por su parte, Murcia establece la conexión entre las dinámicas sociales y la biodiversidad, “la diversidad cultural es otro gran valor que debemos empezar a entender y está ligado estrechamente a la naturaleza. Todo lo que vemos, sin darnos cuenta, tiene una gran conexión con la biodiversidad y como ciudadanos de una urbe tenemos la responsabilidad de conectarnos y conservarla”, finaliza Murcia, gerente de Colombia BIO.

El Caribe tiene uno de los laboratorios evolutivos más interesantes que es la Sierra Nevada de Santa Marta, es la montaña más alta cercana al mar y tiene todos los pisos térmicos: cálido, templado, frío, páramo y glacial (este último aún se conserva en su cumbre). Además está aislada de las cordilleras y eso hace que tenga especies endémicas.
“Lo que nos preocupa es que son sitios que se han colonizado hace mucho tiempo y muchos de los ecosistemas típicos del Caribe colombiano están altamente amenazados como el bosque seco tropical, del cual queda menos del 8% a nivel nacional. Tiene muchas amenazas y por eso se hace altamente relevante cualquier estrategia de conservación”, indica José Manuel Ochoa, coordinador del Programa Evaluación y Monitoreo de la Biodiversidad del Instituto Humboldt.
“El tití cabeciblanco, una especie endémica, está críticamente amenazado y otro es el paujil de pico azul, que habitaba en el Caribe y debido a la deforestación ha desaparecido de gran parte de su distribución y está al borde de su extinción”.
PAÍS POSICIÓN
Brasil 1
Colombia 2
Indonesia 3
China 4
México 5
Perú 6
Australia 7
India 8
Ecuador 9
Venezuela 10