Ese incómodo momento en el que se olvida el nombre de una persona lo han pasado la mayoría de personas. Es más común de lo que parece. Pero de igual forma genera ansiedad y confusión.
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Desde la psicología, esto se explica más allá de una simple falta de atención. El cerebro guarda una serie de datos cuando conocemos una persona, entre estos datos está el nombre.
Pero, gracias a la sobrecarga de información a diario, es frecuente y común que nuestro cerebro priorice datos más relevantes en cada momento, apartando otras cosas, como por ejemplo el nombre de un conocido ocasional.
Por supuesto que la primera reacción de cada persona es pensar que su memoria está fallando o que de verdad no es de interés saber sobre esa persona de la cual no recordamos el nombre.
De acuerdo con el profesor de psicología David Ludden, de Georgia Gwinnett College, “La memoria de los nombres propios funciona de manera distinta a la de otros tipos de información”.
Esto también se explica en un artículo publicado en la revista ‘Psychology Today’. Se detalla en este informe que los nombres no suelen tener una conexión lógica con la persona, por eso son más difíciles de retener en comparación a otros datos, como el físico o en qué trabaja.
El artículo resume que la principal razón del olvido de los nombres es la falta de repetición y asociación. Destaca que nuestro cerebro necesita una conexión entre su rostro y su nombre y que es difícil hacerla nada más conocer a alguien.
Lista de ejercicios mentales, físicos y hábitos diarios que ayudan a mejorar y mantener una buena memoria, según ChatGPT
Ejercicios mentales
Juegos de memoria
Memory, sudoku, crucigramas, rompecabezas, ajedrez.
Apps como Lumosity, Peak o Elevate.
Leer y resumir
Lee un texto y trata de contarlo con tus propias palabras.
Luego intenta recordar los puntos clave horas o días después.
Asociaciones mentales
Asocia nombres con imágenes, lugares o rimas.
Ejemplo: “Luis tiene barba → Luis Barba”.
Aprender cosas nuevas
Un idioma, instrumento musical, recetas, bailes, etc.
El aprendizaje activo estimula nuevas conexiones neuronales.
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Repetición espaciada
Técnica efectiva para memorizar a largo plazo (ideal para estudiar).
Usa apps como Anki o Quizlet.
Ejercicio físico (sí, también ayuda a la memoria)
Caminar al menos 30 minutos al día
Mejora la circulación y oxigenación del cerebro.
Ejercicio cardiovascular moderado
Correr, nadar, andar en bicicleta: ayuda a liberar BDNF (una proteína que favorece la neuroplasticidad).
Yoga o tai chi
Mejoran concentración, manejo del estrés y atención.
Hábitos saludables para la memoria
Dormir bien
7 a 9 horas por noche. El sueño consolida los recuerdos.
Buena alimentación
Omega-3 (pescado, nueces), frutas, verduras, cúrcuma, té verde.
Evitar multitarea
Hacer una sola cosa a la vez mejora la retención de información.
Reducir el estrés
Estrés crónico afecta el hipocampo (zona clave para la memoria).
Socializar
Las interacciones sociales estimulan el cerebro y reducen el riesgo de deterioro cognitivo.