Dos días después de ser suspendido el servicio de alimentación escolar en el departamento del Cesar ya son preocupantes las cifras de niños que dejaron de asistir a las aulas de clases. En el municipio de La Paz, a 15 kilómetros de Valledupar, el 40% de los estudiantes no acudió ayer al colegio Ciro Pupo Castro Martínez, la principal institución educativa de la localidad.
Para el rector Javier Ortega es claro que muchos de los estudiantes no fueron enviados por sus padres tras el anuncio de la Gobernación del Cesar de suspender el Programa de Alimentación Escolar, PAE, del Ministerio de Educación por falta de financiación.
Padres desesperados
Tanto Ortega como los docentes que ayer acudieron a laborar, la entrega de raciones alimentarias a los estudiantes no solo garantiza una buena nutrición sino que alivia el bolsillo de estas familias de población vulnerable. 'Los padres están desesperados, y nosotros también porque la asistencia de alumnos ha disminuido notoriamente'.
Ellos -agregó- los envían a los colegios porque saben que sus que hijos tienen garantizado que se llevarán algo a la boca, pero al ausentarse, los padres están clamando pronta solución.
Dijo que de los 1.456 alumnos que tiene el colegio, 832 en la sede principal, y el resto en otras anexas, en los últimos dos días dejaron de asistir más de 500 alumnos.
Asegura que lo preocupante es que los entes que tienen la competencia no dan solución. 'Los que están llegando a clases vienen desayunados y pocos traen sus propios alimentos durante las horas de clases'. Dijo que uno de los fines de este programa es asegurar la permanencia de los niños en las aulas, pero sin el servicio muchos ya no llegarán a cumplir con las jornadas académicas.
Herlys Mejía es padre de familia de tres hijos con quienes vive en el barrio de invasión La Pista, en el municipio de La Paz. Cuenta que se gana la vida como mecánico, pero reconoce que hay días que no se gana ni para alimentar a sus niños.
'Esto nos perjudica porque a veces no tenemos para darle comida a los niños y además, pierden clases. Antes uno los mandaba al colegio porque sabíamos que por lo menos tenían el desayuno, ahora mejor se quedan en la casa porque no pueden estudiar con hambre', dijo.
Alex Calderón, otro padre de familia, consideró que 'ese conflicto que se ha generado con la alimentación escolar nos afecta porque de verdad que era una ayuda para mejorar la nutrición de nuestros hijos y garantizar su permanencia en el colegio, no me parece conveniente que se suspenda cuando hay tanta hambruna'.
Señaló que lo que se debe es garantizar que las entidades a cargo del programa ejerzan un control efectivo para que los prestadores cumplan. 'Aquí la mayoría no tiene en ocasiones cómo darle comida a sus hijos, y veían en las instituciones educativas una forma de garantizarles la alimentación. No me parece conveniente que se suspenda el programa', agregó.
Uno de los niños que ayer salió temprano de clases, manifestó que 'nos hace falta el alimento que nos dan en el colegio porque a veces venimos sin desayunar. Y así no dan ganas de estudiar'.
Mesones vacíos
En la institución educativa Ciro Pupo no existe una infraestructura adecuada ni física, ni higiénicamente para entregar los alimentos. Cuatro mesones de madera en una vieja cafetería servían para que los niños se turnaran, en tiempo de 20 minutos, para consumir los alimentos.

Las mesas en los que los estudiantes ingieren sus alimentos permanecen desocupadas.
El caso de La Paz es el reflejo de lo que se está presentando en el resto de los 24 municipios no certificados que están cobijados por el PAE que beneficia a 122.000 estudiantes. La Gobernación del Cesar suspendió el programa tras la renuencia del Ministerio de Educación de girar los $26.000 millones que se requieren para darle continuidad en lo que falta del año lectivo.
La administración departamental, con recursos propios, contrató la alimentación desde el primer día de clases con una inversión de $17.000 millones, la cual alcanzó hasta el pasado 28 de abril, cuando fue suspendido el servicio.
El gobernador de Bolívar, Dumek Turbay, quien fue delegado por sus colegas para la reunión de este lunes con la mineducación, Gina Parody, sostuvo que insistirá en su decisión 'coherente' de devolver la operación del Programa de Alimentación Escolar al Gobierno Nacional.