Atracos: el tema que se roba la atención en Barranquilla

En este comienzo de 2017, la seguridad se ha convertido en el principal tema de conversación de los barranquilleros. Una serie de hurtos ocurridos en la capital del Atlántico, y que han circulado por las redes sociales y medios de comunicación, han puesto la inseguridad en el centro del debate ciudadano.

Autoridades como la Policía Metropolitana (Mebar) y el Distrito muestran una reducción en la cantidad de denuncias recibidas por robos en lo corrido de este año, comparado con el arranque de 2016. Son 277 casos de atracos los que evidenció la Mebar entre el primero y el 26 de enero, un 13,7% (38) menos que en el mismo periodo del año pasado.

La Alcaldía de Barranquilla registró entre el primero y el 26 enero 356 casos de robos, a través del Sistema Unificado de Información de Seguridad Ciudadana (SIU). Representó un 22% menos al compararlo con el mismo lapso del año anterior, cuando reportaron 456 hechos asociados a este delito.

Las estadísticas contrastan con la sensación que, por medio de redes sociales, charlas de barrio o comentarios, transmiten los habitantes de la ciudad. El eco causado por atracos a mano armada contra un diputado, un miembro de la asociación de ganaderos y dos casos próximos a negocios de venta de comida en el norte de esta capital han encendido las alarmas entre la ciudadanía. El último caso fue anoche al interior de un restaurante. Una de las víctimas fue un David Char Navas, primo del alcalde Alejandro Char Chaljub.

En este contexto, una parodia de la tradicional canción de Carnaval La Guacherna se viralizó en cuestión de horas en Facebook y Whatsapp.

El alcalde firmó en la madrugada del jueves un decreto para hacerle frente a la sensación de inseguridad. Prohibió la circulación de motocicletas con parrillero hombre en todo horario y todos los días de la semana en un cuadrante del norte de la ciudad. La opinión de muchos es que debió ser más amplia. Por ejemplo, en un sondeo virtual realizado por EL HERALDO hubo 5.928 votos: un 92% consideró que la medida debe ser en toda el área metropolitana, mientras que un 8% estuvo en desacuerdo.

La localidad Norte Centro Histórico es la que más denuncias (77) por robos ha puesto este año, según el Distrito. De los 356 hurtos reportados por el SIU, lo más frecuente fue contra personas, con el 65%, seguido del robo de motocicleta (46 casos).

El presidente de la asociación de ediles del Norte Centro Histórico, Edgardo Gómez, aseguró que hay zonas que están 'muy afectadas por la inseguridad', y quedaron por fuera del cuadrante de la restricción decretada. Mencionó un listado de siete barrios donde sufren 'constantes robos': Modelo, Santa Ana, Bellavista, Recreo, Boston, Las Delicias y La Concepción. 'Diariamente hay atracos. Lo que pasa es que la gente muchas veces no denuncia. Ese es el error que se comete y por el que se deja esas zonas por fuera de la cobertura'.

Gómez aseguró que este comienzo de año ha sido 'peor' que anteriores en materia de seguridad. Consideró que el problema ha sido, en parte, porque Barranquilla y Atlántico han acogido 'mucha gente' de otras ciudades y países. Además –dijo– hay pocas fuentes de empleo formal.

'Es una economía del rebusque'. 'Hay jóvenes que salen del bachillerato, no consiguen trabajo y ven en camino fácil en la delincuencia, metiéndose a bandas criminales o yendo a robar celulares. Se están perdiendo por eso. El Distrito está invirtiendo, pero hace falta mucho. No se ven casi proyectos de inversión para los jóvenes. El Estado necesita intervenir más'.

Para enfrentar la delincuencia, el edil pidió que la Policía incremente la cantidad de agentes para reforzar los cuadrantes.

Contó que en la localidad Norte Centro Histórico hay cuadrantes que tienen jurisdicción hasta en siete cuadras a la redonda. 'Una moto con dos policías para todo eso, es demasiado. Necesitamos que los dejen al menos a tres cuadras'.

Gómez narró que los delincuentes tienen hasta horarios en los que cometen más asaltos en la zona, de 6:30 a 7:30 de la mañana. 'Ya los bandidos saben cuándo la Policía hace cambios de turno y allí empiezan a delinquir', mencionó.

Reveló también que como efecto de la sensación de inseguridad hay vecinos que han optado por buscar vigilancia privada. 'Instalan cámaras en sus casas, y hasta se están armando. La gente, al ver que la Policía no puede brindarles seguridad, buscan los medios propios. Eso es cierto y está pasando en la ciudad'.

Ciro Salazar, edil y presidente de la Asociación de Juntas Administradoras Locales (JAL) del Suroccidente, contó que 'siempre' (50 años) ha vivido en el barrio El Bosque. Recordó que por años han padecido por los atracadores que, en su mayoría, se movilizan en motocicletas. 'En diciembre me atracaron saliendo de la Casa de la Cultura, me quitaron el celular y los papeles'.

Aseguró que son 'muchos los atracos' contra carros de gaseosa; por celulares, motos, locales comerciales, y en los 'últimos tres meses se han disparado más'.

Afirmó que en barrios como El Carmen, Silencio, Evaristo Sourdis, Las Malvinas, Siete de Agosto, atraviesan por 'una ola de inseguridad brava'. 'Esos no son jóvenes de pandillas, es delincuencia común. Es un mal que se debe enfrentar entre la Policía y el Ejército, estamos esperando que el alcalde (Alejandro Char) decida esto'.

Frank Chapman, presidente de la asociación de ediles de la localidad Metropolitana, coincidió en que la inseguridad 'está muy grave' en la ciudad. Pese a que dice que la zona es una de las que menos asesinatos han registrado, enfatiza en que se han 'empeorado' los atracos y el fleteo.

'Hay más casos que en años anteriores. Entre los barrios más afectados está La Victoria y El Santuario. Son muchos los sitios vulnerables. Y el problema mayor es que dos policías motorizados tienen que cubrir hasta 10 cuadras. Falta que lleguen más, que manden más agentes', puntualizó.

Luis Trejos, abogado y docente de la Universidad del Norte, expresó que la percepción de inseguridad ha tenido mayor visibilidad por los hurtos ocurridos en el norte de la ciudad, no por la cantidad. 'Han sido más mediatizados y porque se está tocando este sector, que había pasado de inadvertido o donde no se veían estos problemas'.

Trejos señaló que la sensación de ser algo 'indiscriminado, contra todos', ha hecho que se despierte la intranquilidad de muchos. Dijo que prohibir el parrillero 'va a impactar', aunque 'no debió ser solo en el cuadrante sino algo global'. 'Pero en ese caso entra el problema del mototaxismo, que no se le puede dar un tratamiento policivo. Entonces, tendría que ir acompañada de una pedagogía y de un tipo de oferta de reconversión laboral'.

En su análisis, el abogado aseguró que hay que ver el tema judicial o criminal como una secuencia. Sostuvo que 'nada hacemos' con que el alcalde se 'ponga duro' para restringir las motos si no hay una 'colaboración activa de jueces y fiscales', que dan casa por cárcel a quienes tienen '15 o más anotaciones judiciales'. 'Se sabe que aquí no hay los recursos ni la capacidad para hacerle un seguimiento a los que les colocan un brazalete. El sistema judicial está fallando. Y de ahí nos vamos al carcelario, que no resocializa a nadie'.

Jair Vega, sociólogo profesor de la Uninorte, enfatizó en que la inseguridad no es algo nuevo, ni de esta administración, sino que viene 'cogiendo fuerza hace unos años'. 'Tampoco es solamente de Barranquilla, hay que verlo más estructuralmente, no se puede desligar lo que está pasando en otros municipios del Área Metropolitana. Es un solo hábitat'.

Recordó que la exalcaldesa Elsa Noguera reconoció que la inseguridad le 'quitó el sueño' durante administración (2012 – 2015).

Además, uno de los primeros anuncios de Char en este periodo como alcalde fue que el Ejército estaría en la ciudad en labores de vigilancia. 'Son oleadas que vienen, pero no es una cosa nueva. Lo que pasa es que hay ciertas coyunturas donde se dispara'.

Además de medidas como la prohibición del parrillero, toque de queda, o la salida del Ejército a zonas urbanas, puntualizó en que debe haber una 'intervención más de fondo'. Opinó que la 'falta de inversión social' en sectores como la juventud, ha generado que sean 'personas algo escépticas, sin sueños a futuro o proyecto de vida'.

'Jóvenes que no tienen nada que ganar porque no tienen oportunidades de educación ni de trabajo, entonces no tienen nada que perder. Hace falta una política estructural de inversión social que retenga a las personas en la legalidad. Que permita que no se desarrollen en medio de la delincuencia', indicó Vega.

El sociólogo mencionó que desde el Distrito han promovido programas como ‘Va Jugando’, pero de repente 'lo dejaron botado'. 'Si esas iniciativas se siguen desarrollando, a la larga van a tener un mayor impacto. Eso es lo que hace falta, programas dirigidos a la gente que está metida en estos sectores, expuestos al delito. Ya es hora de que la Alcaldía le muestre a la ciudad sus políticas para resolver estos temas sociales'.

Jaime Berdugo, director del Área Metropolitana de Barranquilla (AMB), afirmó que uno de los problemas 'más complejos' de una estadística del delito de hurto es que las víctimas no siempre denuncian o exigen la investigación oficiosa por las autoridades, lo que puede ocasionar 'un conteo menor al de la realidad'.

Señaló que entre las cuatro modalidades de este delito (establecimientos de comercio, a residencias, vehículos y personas) suelen considerar 'más ciertas' las estadísticas de los tres primeros. 'En estos casos la denuncia es exigible para el cobro de seguros, pero en el delito a personas, que suele ser mediante raponeo o atraco, la fiabilidad de la estadística es menor'.

Acerca del efecto que tiene en la percepción, indicó que la ciudadanía hace que 'fluya rápidamente' la información de robos o atracos por las redes sociales y medios de comunicación, por lo que ahora 'se conocen mucho más los casos que en el pasado'. 'Además, hay vivencias contenidas en videos y relatos de quienes pudieron ser víctimas de esa conducta delictiva, situación que impacta en la percepción que tiene la ciudadanía acerca de su seguridad'.

Berdugo aseguró que la seguridad ciudadana es un tema que la inversión social 'no tiene réditos en seguridad inmediatamente'. 'Sin embargo, cuando tengan 15 o 20 años, comienza uno a ver los resultados. Lo que se hace para enfrentar esta situación en corto plazo es a través de los mecanismos que tiene el Estado, como los sistemas de cámaras, más herramientas, mayor número de fiscales y jueces. Todo debe ir de la mano para hacerlo sostenible en el tiempo', precisó el delegado por la Alcaldía para hablar temas seguridad.

El director del Área Metropolitana recordó que el gobierno del alcalde Alejandro Char viene realizando grandes inversiones en lo social, en infraestructura, salud, educación y recuperación de espacios para los ciudadanos. Este último para incentivar la unión familiar y la sana convivencia en los barrios de Barranquilla.

Igualmente, dijo que la medida de restringir el parrillero hombre en un cuadrante del norte se tendrá que evaluar en dos semanas para verificar los resultados, de tal manera que se pueda extender a otros sectores de la ciudad. 'Es posible que en los próximos días se tomen medidas, no solo la restricción del parrillero en moto, sino otras medidas referentes a circunstancias ligadas al delito como tal. No quiere decir acciones en otras zonas, no. Se tomarán dependiendo los resultados de este laboratorio', agregó.

Lo primero que se quiere evaluar es si realmente esta medida ayuda, que si es eficiente. 'Si da buen resultado se podrán tomar medidas similares en otros sectores de la ciudad', explicó.

Sostuvo que uno de los objetivos de la estrategia es que un grupo importante de la fuerza pública se pueda fortalecer en otras zonas que quedan por fuera del cuadrante. Ratificó que no se ha descartado del todo la extensión de la medida a otros puntos críticos.

El coronel José Palomino, subcomandante de la Policía Metropolitana, explicó que la alta percepción de inseguridad está ligada a dos temas. Lo primero, es que admitió la ocurrencia de unos hechos que son 'indiscutibles'. 'Son menos que el año pasado, pero hay mayor capacidad mediática de divulgar más lo que ha estado pasando. Las personas afectadas, en tiempo real, al instante, han divulgado lo ocurrido. El año pasado, por ejemplo, no hubo una canción como ahora. Eso sirve de caja de resonancia para decir que estamos mal, que hay más inseguridad'.

Palomino afirmó que la Policía tiene un 'mayor compromiso, trabajo, y total empeño' con la coyuntura de la ciudad. 'Estamos al 100% en la calle, en actividad. Pero los casos que se presentan tienen una promulgación muy importante que influye en la percepción. Aunque las cifras son contundentes, nos preocupa la percepción, porque una cosa es estar seguro y otra sentirse. Nos interesan los dos'.

El coronel reiteró que la prohibición del parrillero en el norte podría cambiar, dependiendo de lo que decidan una vez concluya el periodo inicial de la medida.

Rocío Mendóza, directora de Barranquilla Cómo Vamos, hizo un análisis de la situación en la capital del Atlántico. 'El primer paso para solucionar un problema es reconocer que existe. Habíamos escuchado de algunas de nuestras autoridades, que el problema de la inseguridad era solo cuestión de percepción. Los últimos hechos demuestran que este es uno de los problemas más graves que enfrenta la ciudad y es real.

Barranquilla, con el 21% fue la ciudad con mayor proporción de personas que fueron víctimas de algún delito, según el informe comparado de las encuestas de percepción de la Red de Ciudades Cómo Vamos. Se entiende que para devolver la confianza, controlar el orden público y mejorar la percepción de los ciudadanos veamos patrullas de la Policía por todas partes, y los operativos aumenten, esa es parte de la tarea. Pero una verdadera política de seguridad ciudadana debe ser fuerte en su componente de prevención, ahí estamos crudos. Emprender intervenciones psicosociales y comunitarias a gran escala, con el concurso de diversas instancias de la sociedad y con un sólido fundamento técnico toca urgentemente.'

Hugo Acero, experto en temas de seguridad ciudadana, dijo que las redes sociales inciden 'en todo' en la percepción, y 'tenemos que acostumbrarnos a eso'.

'Si antes los medios eran los primeros que llegaban a cualquier eventualidad, ahora la virtualidad está ganando. En tiempo real se puede transmitir lo que ocurre. En cuestión de minutos o segundos. Se sube un relato, imagen o video y se sabe lo que ha pasado'. 'Esta desmejora en las sensaciones, sostuvo, reduce la confianza en las instituciones'.

'Las cifras que se manejan no siempre son confiables, y eso no es un problema exclusivo de Barranquilla sino del país. Uno puede decir que en el caso de los hurtos, entre el 70 y 80% de los delitos no se denuncian', explicó.