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Mientras el sol resplandecía, una refrescante brisa –como aquellas que acompañan a las tardes de los días de precarnaval– arropaba a las calles del barrio Betania. Corría el día 27 del primer mes de 1999, cuando un menor de 11 años decidió salir a jugar con su mejor amigo, sin pensar que era la antesala de un episodio que marcaría su vida.

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'Estaba caminando cuando, de un momento a otro, veo una especie sombra que se me acerca rápidamente. Ese perro se me lanzó a morderme el cuello, yo metí el brazo para defenderme y me lo devoró completamente'. Ese es parte del recuerdo que Gustavo Adolfo Choperena, quien en la actualidad cuenta con 35 años de edad, tiene de aquel incidente protagonizado por ‘Peter’, un perro de raza pitbull que su vecino tenía por mascota.

A causa de ese ataque, rememoró el hombre, perdió el movimiento y fuerza en su brazo debido a que sus tendones quedaron totalmente destrozados. A pesar de eso, en dicho momento, Gustavo no sentía dolor alguno. Sus vecinos le brindaron auxilio y lo llevaron hasta el Hospital Universitario Metropolitano para recibir atención médica.

'El perro me soltó porque uno de mis vecinos era escolta y con su arma hizo varios disparos tratando de darle al animal, pero este se movía mucho y no tuvo suerte. El perro se asustó con el sonido. Mi papá estaba trabajando en Candelaria y mi mamá también se encontraba laborando, pero llegaron a las pocas horas', dijo en diálogo con EL HERALDO.

Debido a la complejidad de su herida tuvo que ser sometido a tres cirugías reconstructivas para así no perder su extremidad. Tan solo en la primera intervención, a Gustavo le tomaron 380 puntos de sutura.

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Dichos procedimientos se complementaron con meses de terapias que le permitieron –con el paso del tiempo– recuperar el completo movimiento de su brazo e ir retomando a sus actividades cotidianas.

Este caso se convirtió en un precedente el país, al punto que llevó a la construcción de una regulación para la tenencia de mascotas de razas consideradas como peligrosas.

'Creo que fue el primer caso en Colombia de un ataque de perros pitbull, ya que a partir de esto que sufrí generaron una ley para que esa raza saliera a la calle con bozal o de lo contrario el cuidador debía asumir la responsabilidad', añadió.

Aquel mal momento no logró que Gustavo perdiera su amor por los perros, por lo que convive con Pimienta, un Schnauzer de siete años. Sin embargo, no niega que siente cierto temor cuando ve mascotas de razas peligrosas que deambulan sin las precauciones correspondientes.

'Veo muchos pitbull y perros de otras razas peligrosas que van por las calles sin bozal y me asusto porque yo tengo un hijo y no quiero por nada del mundo que algún animal me lo llegue a tocar', puntualizó el hombre.

Tenencia responsable

A diario, cientos de casos como el de Gustavo se presentan en el territorio nacional. Esto ha conllevado a que se adopte socialmente el concepto de tenencia responsable de mascotas, que comprende el conjunto de condiciones, obligaciones y compromisos que el dueño de una mascota debe asumir para asegurar su bienestar.

De acuerdo con el lineamiento elaborado en 2017 por el Ministerio de Salud, la tenencia responsable no es solo satisfacer las necesidades básicas de la mascota, sino que también se responde por los actos que realicen y así ha sido ratificado por las autoridades locales en el marco del Día Mundial del Perro, que se celebró el 21 de julio.

Para Magdalena Estevez, coordinadora del Centro de Bienestar Animal, la adopción de un perro o un gato como mascota corresponde a un 'compromiso para toda la vida' para su atención y cuidados responsables.

{"titulo":"En su primer mes, más de 200 mascotas atendidas en Centro de Bienestar Animal","enlace":"https://www.elheraldo.co/barranquilla/mascotas-en-barranquilla-mas-de-200-han-sido-atendidas-en-el-primer-mes-de"}

'Los perros y gatos, al igual que los seres humanos, también tienen necesidades tanto emocionales como físicas; ellos requieren de compañía, de un lugar donde dormir, de una buena alimentación, de salud y de mucho amor, cada uno de estos cuidados contribuyen a una mejor calidad de vida', expuso.

Explicó que –de acuerdo con lo anterior– la tenencia responsable de mascota permite garantizar que goce de las 'condiciones indispensables' para una vida sana y feliz.

'Su bienestar debe ser una prioridad y se debe cumplir con los cuidados necesarios para su desarrollo, además de tener una buena relación entre el animal y el tenedor. Cada día más, los animales de compañía están presentes en nuestra vida diaria', agregó.

La experta también indicó que 'desafortunadamente' hay más de un millón de animales como perros y gatos en situación de abandono en las principales ciudades del país'.

Conductas violentas

Estévez indicó que el consenso de los médicos veterinarios y expertos en etología es que ningún animal se vuelve violento de la nada, ya que este comportamiento se da como resultado de una falta de socialización o socialización inadecuada, sumado a un mal manejo de problemas.

'A veces, un cambio en sus rutinas ya puede ser motivo de estrés. Hay que evaluar bien la condición fisiológica (edad) y biológica de la mascota (raza), así como el entorno donde puede permanecer sin afectar su comportamiento y principalmente estar muy pendiente de su estado de salud', sostuvo.

Por su parte, Rosalba Carrillo, directora de la Fundación Pinky, sostuvo que algunos perros se comportan de manera violenta –en su mayoría– porque crecen en un espacio poco óptimo, siendo maltratados o cuando su cuidador lo entrena para mantenerse en 'guardia'.

'Todo depende de la crianza que el perro haya tenido. Yo tengo amigas que han tenido razas potencialmente peligrosas y son dóciles. Aquellos animales que tienden a ser agresivos deben usar bozal y el dueño del animal debe tomar los cuidados', manifestó Carrillo.

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¿Qué dice la ley?

Erika López, especialista en derecho ambiental, informó que la Ley 746 de 2002 –por la cual se regula la tenencia y registro de perros potencialmente peligrosos– establece las sanciones que se imponen cuando se presentan ataques por parte de mascotas de razas peligrosas.

'Esta ley también señala que el propietario o tenedor del animal será responsable por los daños causados, además señala las sanciones para aquellos propietarios o tenedores de animales que no cumplan con las medidas de seguridad y prevención establecidas', explicó.

De acuerdo con esa normativa, si un perro potencialmente peligroso ataca a una persona –generándole lesiones permanentes de cualquier tipo– se procederá al decomiso y sacrificio del animal por parte de las autoridades competentes.

La experta contó que el Código Penal Colombiano establece que si el ataque causa lesiones graves o la muerte, el tenedor puede ser imputado por el delito de lesiones personales u homicidio, respectivamente.

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En caso de lesiones graves, el propietario del perro puede enfrentar una pena de prisión que va desde 32 meses hasta 108 meses, dependiendo de la gravedad de las lesiones y otras circunstancias. Si el ataque resulta en la muerte de la persona, la pena de prisión puede ser de 216 a 432 meses.

'Es importante mencionar que el propietario o tenedor del perro puede ser responsabilizado civilmente por los daños y perjuicios ocasionados a la víctima. Esto implica que deberá asumir los costos médicos, indemnizaciones y otros gastos derivados del ataque', resaltó la docente de la Universidad del Norte.

La profesional agregó que los perros potencialmente peligrosos deben ser registrados en el censo que debe adelantar cada entidad territorial. Es de anotar que las razas American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileiro, Mastín Napolitano, Pit Bull Terrier, American Pit Bull Terrier, Presa Canario, Rottweiler, Staffordshire Terrier y Tosa Japonés se consideran como potencialmente peligrosas. También se incluyen a sus cruces o híbridos.

La abogada sostuvo, adicionalmente, que en las vías y en los lugares abiertos al público, así como en el transporte público en que sea permitida su estancia, todos los ejemplares caninos deberán ser sujetos por su correspondiente traílla y deberán portar además su correspondiente bozal y permiso.

Según la Secretaría de Gobierno, en Barranquilla se encuentran inscritos 128 perros de razas consideradas como potencialmente peligrosas.

Algunas pautas para la tenencia responsable de mascotas

Isabel Cristina Rodríguez, psicóloga con estudios en etología, explicó que el comportamiento agresivo de un perro no está directamente relacionado con la raza. Indicó que hace la diferencia es el tamaño del animal que puede generar traumas más severos en humanos u otros animales por el tamaño de su mandíbula.

'Los perros generalmente dan señales corporales cuando algo no les gusta o se sienten incómodos; desafortunadamente, en ocasiones los propietarios no las logran interpretar', dijo.

Indicó que es necesario que si se tiene una mascota con características agresivas se le debe hacer revisión veterinaria exhaustiva, llamar a un especialista en comportamiento animal para identificar por qué el perro es agresivo.

Además, expuso que se deben evitar las situaciones que puedan detonar la conducta, mientras que los paseos deben ser guiados por un adulto fuerte y responsable.

'Antes de iniciar cualquier evaluación etológica con la mascota es fundamental revisar la parte médica, que garantice que no existe ningún tipo de dolor o molestia. Eso incluye exámenes de laboratorio y junto con esto una revisión de tiroides, ya que la hormona de esta glándula está directamente relacionada con el comportamiento y en este caso su alteración puede favorecer a la agresividad', cerró la experta.