En segundo semestre del año se entregará primeras fases de Ecoparque Mallorquín

El ecoparque Ciénaga de Mallorquín es una realidad que podrá ser disfrutada dentro de poco por propios y visitantes. En el segundo semestre del año, las primeras fases de este mágico espacio abrirán sus puertas y permitirá sumergirse en una experiencia única de contemplación de zonas verdes y especies nativa.

Para el alcalde Jaime Pumarejo, el desarrollo de este proyecto es clave para jalonar el turismo y generar empleo en la ciudad, mejorando la calidad de vida de los habitantes de las zonas cercanas y de todos los barranquilleros, alineándose al objetivo de convertir a Barranquilla en una biodiverciudad.

'Va a ser un ecoparque que va a ayudar a preservar cada día más los mangles y a conservar este ecosistema y la playa de Puerto Mocho, que vamos a protegerla para que no sea sometida al embate del mar', sostuvo el mandatario distrital.

Desde la administración distrital se estima que cuente con un control de aforo, de acuerdo con la capacidad de carga del ecosistema. De esta manera, las visitas a este tesoro natural se podrán desarrollar en un horario de lunes a domingo de 6:00 a. m. a 6:00 p. m.

En la primera unidad funcional del ecoparque, que cuenta con un avance del 47 %, se habilitarán las áreas palafíticas en las que se podrá caminar por encima de la ciénaga. De acuerdo con el Distrito, en este punto se ha logrado la intervención de 15.616 metros lineales, en los cuales se ubicaron 1.384 pilotes.

En esta fase se ha logrado la habilitación de 4.853 metros cuadrados de pasarela, 7.316 metros lineales de vigas instaladas para la pasarela y 235 metros lineales de columnas instaladas para las edificaciones en madera.

Una de los atractivos de esta fase son las graderías, que se han visionado como un espacio para realizar presentaciones o conciertos de baja escala. Además se habilitará una ciclorruta que se incorpora en la ciénaga, rodeada de mangles flotantes.

Con relación a la segunda unidad funcional, cuyo avance se encuentra en el 44 %, cuenta con 2.8 kilómetros de senderos nuevos entre paseos peatonales y ciclorrutas. De igual manera, contará con playa y piscina natural, distintos muelles para acceder al agua, equipamiento con puntos comerciales para el consumo de alimentos y parqueadero para carros, motos, bicicletas y buses.

En esta fase ha desarrollado, 28.979 metros cúbicos de material en movimientos de tierra para el parqueadero, 27.270 metros lineales de pilotes instalados equivalente a 2135 unidades de pilotes, 2.634 metros cuadrados de pasarela, 3.900 metros lineales de vigas instaladas para la pasarela y se encuentra finalizada la estructura de concreto del edificio administrativo de 214 metros cuadrados.

Según la administración distrital, pronto se dará inicio a las instalaciones hidrosanitarias y eléctricas, además de las edificaciones de la unidad funcional 2.

El Centro de Oportunidades ha estado trabajando de la mano con 19 asociaciones de pescadores en la Ciénaga de Mallorquín, adelantando sensibilización y socialización acerca de la ruta del proyecto.

'Estamos tratando de involucrarlos para que las personas que han vivido cerca a la ciénaga o de este ecosistema, y han padecido, puedan ser los que se beneficien ahora en conjunto', sostuvo el alcalde Pumarejo durante una inspección realizada en marzo del año anterior.

De esta forma se ha verificado el acompañamiento en la formalización para que puedan seguir llevando a cabo sus labores productivas de manera óptima.

'Este proyecto ha sido un gran paso hacia el desarrollo sostenible de la ciudad, y esperamos continuar apoyando a las comunidades locales en su crecimiento económico y social', sostuvo el Distrito.

En la primera fase del ecoparque se invierten $113 mil millones, que corresponden a recursos de créditos internacionales. Por su parte, en la unidad funcional 2 se destinaron $82 mil millones, los cuales fueron aportados por el Gobierno nacional y el Distrito de Barranquilla.

La solución basada en la naturaleza implementada para recuperar la ciénaga de Mallorquín ha dado buenos resultados. La inoculación de microalgas permitió que este ecosistema de manglar alcanzara unos mejores índices de calidad, de los cuales carecía antes de la intervención de la autoridad ambiental en el departamento.

De acuerdo con Ayari Rojano, bióloga de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), la ciénaga actualmente, desde el punto de vista microbiológico, se encuentra saneada. Los datos arrojados en el primer monitoreo realizado en el mes de diciembre mostraron buenos indicadores de recuperación de este cuerpo de agua.

'Obtuvimos un aumento del oxígeno disuelto, ya no hay presencia de cianotoxinas y no hay detección de coliformes fecales ni coliformes totales', dijo Rojano, quien agregó que gracias a estos avances se ha evitado que nuevamente se presente una mortandad de peces en la ciénaga.

Destacó también que desde hace dos años se construyeron tres box culvert, que la CRA mantiene limpios, para reemplazar el agua proveniente del arroyo León por el agua dulce del río Magdalena a la ciénaga.

'Mallorquín no cumplía con los objetivos de calidad establecidos por la Corporación, era una laguna que recibía mucha carga orgánica, es decir contaminantes microbiológicos como coliformes fecales y una alta carga orgánica con DBO o DQO. Nosotros iniciamos un proceso en septiembre con microalgas, que se han identificado en la misma ciénaga, que pueden perfectamente consumir y metabolizar esos contaminantes que mantenían este cuerpo de agua con bajo índices de calidad', explicó.

La bióloga sostuvo que este es un proceso que es paulatino y además muy dinámico, por lo que se le está haciendo unos ajustes antes de que concluya dentro de un mes aproximadamente.

'Los indicadores de agua nos están diciendo que está muy bien. En 20 días se tendrían los resultados del segundo muestreo y en ese momento revisaremos si es necesario continuar con el proceso de inoculación con algunos intervalos de tiempo. Nuestro compromiso con el ambiente y la ciénaga ha sido llevarla a contacto primario, es decir con unas calidades que permitan que cualquier persona pueda ir a hacer kayak u otro tipo de actividad sin ningún inconveniente desde el punto de vista de su salud', recalcó.

Por último, sostuvo que hay unos retos en los que se deben trabajar para evitar mayores tensores a este ecosistema, como mejorar el tema de saneamiento básico para que los vertimientos no lleguen directamente a la ciénaga y luego de ello iniciar trabajos de reconexión hídrica para recuperar la hidrodinámica de la este cuerpo de agua.

Barranquilla y la Ciénaga de Mallorquín fueron priorizadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para ejecutar, de la mano de Puerta de Oro - empresa de Desarrollo Caribe, la iniciativa que busca impulsar el reconocimiento, la recuperación y conservación de este ecosistema de manglar en la ciudad.

'Esta iniciativa nace para agregar valor a los ecosistemas manglares en ciudades costeras en el mundo y Barranquilla es una de ella', señaló Manuela Quijano, coordinadora de comunicaciones e involucramiento de actores para el proyecto ‘Manglar Mallorquín’ del BID.

El proyecto, según Quijano, contempla tres acciones a ejecutar: un plan de recuperación ambiental para lograr sanear la ciénaga y buscar su sostenibilidad.

El segundo ítem es la implementación de un modelo de gobernanza de alianza público-privada que pretende una visión a largo plazo en la recuperación de este ecosistema.

'Se buscará crear un mecanismo financiero sostenible para el mantenimiento de la alianza, así como también la financiación de los diseños e implementación de tres proyectos piloto que ayuden a controlar los sedimentos, residuos, mitigar la pérdida de manglar y la erosión costera, al mismo tiempo que promueva el desarrollo económico de las comunidades de la zona de influencia a la ciénaga', precisó.

La tercera acción será la creación de un plan de comunicación y participación para darle reconocimiento a este cuerpo de agua y generar empoderamiento ciudadano para su posterior apropiación y cuidado.

En este proyecto, que va hasta 2025, el BID aporta 1.5 millones de dólares y la contrapartida es de 250 mil dólares.