Inicia proceso de recuperación de aguas de la ciénaga de Mallorquín

Durante años, la ciénaga de Mallorquín –considerada como un 'tesoro ambiental' en la capital del Atlántico– ha sufrido los embates del abandono y la desidia estatal. Para el alcalde Jaime Pumarejo, una de sus aspiraciones ha sido la recuperación de este cuerpo de agua en el marco de las acciones para convertir a Barranquilla en una biodiverciudad.

Este proceso se ha constituido como integral. Además de la habilitación de espacios para fomentar el turismo, se han contemplado un componente ambiental que permita mejorar las condiciones de calidad y disponibilidad del recurso hídrico para mantener el equilibrio natural de las especies nativas.

Así lo destacó el alcalde Jaime Pumarejo, quien dijo que este proceso permitirá el acceso de los bañistas y mejorará las condiciones para la fuente de trabajo y alimentación en más de 300 familias.

'La recuperación de la ciénaga de Mallorquín es el reencuentro de la ciudad con un tesoro que habíamos olvidado. No sólo los barranquilleros y los visitantes podrán disfrutar el Ecoparque que ya estamos construyendo, sino que recuperaremos las aguas de este tesoro ecoturístico con microalgas, es decir, un proceso que no afectará el ecosistema, por el contrario, les dejará a las presentes y futuras generaciones un legado medioambiental que conecta a la ciudad con su entorno', expresó el mandatario.

Pumarejo fue enfático al sostener que 'estamos recuperando de manera integral este pulmón de la región y todo el planeta', mientras que en gran parte del mundo existe una 'gran preocupación' debido a la desaparición de estos ecosistemas de manglares.

El encargado de realizar este proyecto es la Corporación Autónoma Regional en Atlántico (CRA), que ya dio inicio a la inoculación de microalgas que permitan contener la contaminación presente en la ciénaga de Mallorquín.

Ayaris Rojano, bióloga de la CRA, explicó que para que este proceso de inoculación sea un éxito debe ser adaptado con las condiciones ambientales de la ciénaga de Mallorquín. Reveló que el proceso consiste en la extracción de microalgas de la misma ciénaga para su procesamiento. Es así como la corporación adecuó en un amplio solar alrededor de 6 piscinas con la misma agua de la ciénaga y aireadores.

'El proceso de recuperación de la calidad del agua de la ciénaga de Mallorquín se inicia con la selección de microalgas, luego pasan a las piscinas. Ahí una vez instaladas con los aireadores se simula tiempo, modo, espacio y temperatura, lo que permite que las microalgas puedan adaptarse sin contratiempo alguno', explicó la experta.

Estas microalgas son monitoreadas diariamente, de forma permanente, por ingenieros y biólogos expertos de la CRA.

Rojano sustentó que en estas piscinas las microalgas irán aumentando poco a poco su tamaño y fortaleciéndose. 'Una vez se cumpla el tiempo –que es de alrededor de 20 días– y obtengan el tamaño indicado, pasan a unos tanques donde también son monitoreadas con microscopios de tal manera que puedan ir evaluando el proceso'.

La experta sostuvo que la ciénaga presenta altos niveles de contaminación y que el uso de microorganismos, como las microalgas, permite disminuir las concentraciones de los contaminantes que se encuentran en el humedal. 'Las microalgas que son obtenidas de la misma ciénaga son llevadas a la planta de producción (ficocultivo) para su bioacumulación acelerada. Posteriormente, son arrojadas a la ciénaga para que realicen su proceso de ficorremediación de los contaminantes'.

Estos contaminantes son convertidos en nitrógeno y fósforo (energía), nutrientes que necesitan para su crecimiento. 'Significa que el proceso de descontaminación puede ser exponencial', señaló Rojano.

Con este proceso, dijo la experta, la recuperación de la calidad del agua será evidente por medio de los análisis de laboratorio y monitoreo que se realizarán.

Juan Hernández, director de producción del proyecto de desinfección de la ciénaga de Mallorquín, dijo que en el laboratorio de calidad de agua se toman las muestras de las piscinas donde se genera la bioacumulación de las microalgas y son analizadas en aspectos como temperatura, oxígeno disuelto, donde estos parámetros son necesarios para saber si se están dando las condiciones naturales a las microalgas para su subsistencia.

Hernández indicó que en el laboratorio se hace un monitoreo de la calidad de agua, 'en el cual tomamos parámetros físicos, químicos, hidrobiológicos y tóxicos para saber si estas microalgas están descontaminando la ciénaga y tener una línea base de cómo la encontramos antes de la inoculación y cómo estará luego del proceso de descontaminación'.

La CRA identificó 10 puntos para la inoculación de las microalgas: 9 puntos en la ciénaga y 1 en el arroyo León, lo que permitirá en los próximos siete meses garantizar el proceso por parte de la entidad ambiental.

Ayaris Rojano, bióloga experta, informó que desde el 2009 se identificaron los puntos de monitoreo de la calidad del agua, teniendo en cuenta en donde llega el arroyo León, los mangles, el río Magdalena, entre otros.

La entidad informó que ellos hacen permanente monitoreo con trabajos que van paralelos como siembra de mangles, recuperación del ecosistema y permanente comunicación con la comunidad, que siempre está alerta ante cualquier eventualidad, dijo Rojano.

A su turno, el director de la CRA, Jesús León Insignares, dijo que la recuperación de este sistema reviste gran importancia ecológica para el Distrito que tiene como soporte una alta diversidad biológica con representación de ecosistemas estratégicos como los manglares.

'Este es un gran paso que permitirá no sólo mejorar la calidad del agua, sino que, además, tendrá un impacto sobre todo el ecosistema, sus condiciones para el sostenimiento y el equilibrio de las poblaciones naturales que tienen su hábitat en este importante cuerpo de agua', puntualizó León Insignares.

Andrea Monroy, profesora de Química y Biología de Uninorte, dijo que sin duda las acciones que permitan restaurar y preservar la ciénaga de Mallorquín son más que deseables.

Explicó que la calidad de agua asociada a esta ciénaga genera preocupación dada la descarga de aguas negras a los arroyos que la alimentan y la presencia de basuras que impactan negativamente sus aguas, así como la escorrentía de residuos de pesticidas y fertilizantes por actividades agrícolas.

Las algas también han mostrado un gran potencial en el tratamiento de contaminantes orgánicos como algunos pesticidas y fármacos, donde se han observado remociones del orden de 80 %.