¿Hasta cuándo la terminal ilegal en Soledad?
La movilidad en el sector se ve directamente afectada por los trancones que se generan a cualquier hora del día. Estudiantes de la zona llegan tarde a clases debido al tráfico.
Fuera de control y causando “caos” vehicular en la zona persiste la problemática de la terminal ilegal de Soledad, ubicada en la calle 30, debajo del puente del Inem, lugar al que decenas de pasajeros llegan diariamente para abordar un carro de servicio especial o un bus intermunicipal que los llevará hasta Sincelejo, Montería, Carmen de Bolívar, Magangué y todos los municipios de la banda oriental.
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Cada 45 minutos, aproximadamente, cerca de 5 vehículos ocupan gran parte de una de las calzadas de la vía (sentido norte-sur) que conecta a Barranquilla con el aeropuerto Ernesto Cortissoz para esperar que “poco a poco” vayan llegando los distintos pasajeros.
Otra de los puntos que agudiza la problemática es que en la zona se encuentran dos instituciones educativas (el Inem y el Itida), los cuales padecen de manera directa debido a que los estudiantes se retrasan en el horario de llegada ante los múltiples trancones.
Mauricio Garavito, padre de dos estudiantes del Itida, sostuvo que los niños son los que más sufren con esta situación debido a que como la fachada del colegio está “adornada” por el servicio especial, los padres deben parquear los vehículos a grandes distancias y emprender el camino a pie para dejar a los menores en la puerta del lugar.
“Es bastante engorroso que los vehículos impidan el paso; el colegio ni las autoridades toman medidas ”, manifestó el hombre en diálogo con EL HERALDO.
Marcelino Hernández, padre de estudiantes del Itida, consideró que la institución debería facilitar el acceso y crear un sector exclusivo para que estos no se vean afectados con los problemas de movilidad de la zona.
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Por otra parte, Robinson Cudris, uno de los conductores afectados, afirmó que los vehículos que cumplen con los parámetros de la ley son los que más sufren las consecuencias debido al funcionamiento de la terminal ilegal.
“Nosotros pagamos una planilla que nos cuesta diariamente $150 mil y sale uno del terminal con solo dos pasajeros. Llegamos al Inem y encontramos a los carros piratas y hay algunos que son carros particulares y operan como servicio público”, sostuvo Cudris.
Empero, pese a todos los puntos en contra y la ilegalidad de este servicio, los conductores y ‘ponchadores’ (las personas encargadas de llevar al pasajero hasta el carro correspondiente) piden no ser “atropellados” por las autoridades de tránsito y que prime su derecho al trabajo.
Johnny Ensuncho Cepeda es conductor de un vehículo de servicio especial que a diario viaja con destino a Carmen de Bolívar desde hace diez años. Indicó que aunque es administrador de empresas de profesión, ante la falta de oportunidades laborales se vio obligado a sumarse a las decenas de personas que buscan el sustento de su familia a través de este oficio.
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“Es muy difícil acercarse al Inem a rebuscarse el dinero para nuestra familia y lo hacemos por necesidad, no por infringir las leyes o para ser perseguidos por las autoridades. Sabemos que estar en este punto es una forma indebida, pero es la única oportunidad que tenemos”, dijo Ensuncho.
El hombre también aseguró que el número de pasajeros que logran reunir en este punto varía dependiendo de la hora, el día y la temporada del año.
“El pasaje cuesta $30 mil y en la terminal podría costar un poco más. No solo venimos a recoger pasajeros porque a veces nos contratan como servicio especial”, expuso.
A su turno, el conductor Ramiro Polo aseguró que aunque tienen “completo” conocimiento sobre la prohibición que existe para parquearse en esta vía “concurrida”, la necesidad y el vivir del “día a día” los obliga a tener que “infringir la ley”.
Mientras que Carlos Ochoa, quien se desempeña como ayudante de un vehículo, contó que por estos días el movimiento de pasajeros se ha incrementado y las ganancias han sido mayores.
La usuaria Constancia Zamora afirmó que prefiere utilizar esta “terminal” porque la atención es “buena” y los ayudantes están pendientes de embarcar a los pasajeros en el primer bus que salga.
“Cada rato viajo hacía Bolívar y este es un buen punto. Si algún día lo cambian debe ser a una zona que no sea peligrosa y de fácil acceso”, expresó Zamora.
María Melgarejo abordó una van de servicio especial con rumbo hacía Pedraza, Magdalena, y manifestó que su pasaje solo le costó $10 mil: “Prefiero usar este transporte porque es una forma rápida de llegar y muy cómoda. En las busetas es más seguro que en los buses”.
Mientras esperaba el carro que la llevaría hacía Suan, Neila Guerrero manifestó que prefiere tomar su viaje desde la calle 30 debido a que es más seguro.
“Tengo 20 años de estar tomando este servicio en este punto y ahora veo un mayor número de vehículos”, dijo Guerrero.
Otros pasajeros afirmaron que no están de acuerdo con la persecución que reciben los carros por parte de las autoridades de tránsito ya que esta terminal favorece a conductores y usuarios.
